Mi mejor regalo.

capitulo 1

18 de noviembre año 2017

No esperaba encontrarme en este momento, todavía tenía vida que seguir, un trabajo donde estar, no esperaba ser yo quien tendría que estar de este lado... No tendría. Mis ojos están fijos en esa bata blanca que tantos escalofríos me causa. Una chapita plateada cuelga a un lado de este indicando el nombre de mí doctor. Mikael Lerney.

Mí cabeza viaja al pasado, dónde solamente somos mí novio y yo, sin problemas... Sin preocupaciones.

-Naira...- la voz del doctor suena lejano. No, no, no... No quiero volver, no quiero saber que es el problema que me atormenta. La mano de Sebastian -mi novio- que se encuentra apoyada en mí pierna izquierda me aprieta suavemente. parpadeo rápidamente, borrando las imágenes de mí cabeza y terminando por prestarle atención al médico.

-¿Ah?- mí rostro se calienta al sentir como nuevamente la mano de Sebastian aprieta, está vez, imprimiendo un poco mas de fuerza sin llegar a lastimar.

El médico me mira y suspirando vuelve a hablar. Pronuncia las siguientes palabras, las que yo tanto temía. La mano de Sebastian lentamente se aleja de mí pierna y la zona que anteriormente tocaba queda libre suplicando por su calor, por su toque. Mí pierna comienza a repiquetear con nerviosismo y mí dedo indice termina entre mis dientes.

-¿Qu-e?-susurré-esto no es posible... Se habrá equivocado de paciente doctor, estoy en mí ciclo menstrual no puede ser cierto-miro a mí derecha donde se encuentra Sebastian. No sé mueve, su rostro está mirando fijamente al medico, sin ninguna expresión alguna.

>>Esto no me puede estar pasando<<

-Señorita Hannigan Naira-dice el médico, resaltando mí nombre y apellido-Sus resultados son más que obvio, está con un embarazo de 16 semanas, el sangrado leve es normal, lo que le puedo recomendar es hacer reposo absoluto y...

Dejé de escuchar, mí vista fue dirijida rápidamente a Sebastian, tenia miedo y eso no lo iba a negar, su rostro se volvió serio, su cuerpo se fue tensando con cada segundo que pasaba.

Lo que pasó después lo vi en cámara lenta, el se levantó sus manos fueron a su cabeza, tiró de su cabello y salió del pequeño consultorio dando un portazo.

Mis ojos se cristalizaron y comencé a llorar, mis manos temblaban, no estamos pasando un buen momento con Sebastian y esta noticia no es tan buena como creía.

-Por favor necesito que se tranquilice-dice el médico cogiendo una de mis manos

Las palabras de mí madre aparecen fugazmente por mí cabeza

-Un hijo es mucha responsabilidad y a tu edad es mejor que disfrutes de la vida, luego tendrás tiempo para esa oportunidad.-

Si tan solo hubiera hecho caso a tus palabras mamá.

...

Llego hasta la puerta de mí departamento. Miro fijamente la entrada, dudando en si entrar o no, no quiero verlo a los ojos después de haberme dejado allí, sola, con miedo.

Respiro profundamente y armandome de valor entro al departamento que comparto con Sebastian, al llegar al comedor lo veo sentado con los codos en la mesa sosteniendo su cabeza.

-Ey...-lo saludo de lejos mientras comienzo a dejar mí bolso y campera en la entrada, el solo mira en mí dirección-se que este no es uno de nuestros mejores momentos- comienzo a acercarme lentamente, paso mis manos sudadas por mí jean, estoy nerviosa- pero lo vamos a superar, vamos a ser fuertes y..

-Para-me corta-no puedo seguir con esto... no puedo-esto último lo dice susurrando

-¿Qu-e?... -sonrío nerviosamente-Pero...¿de que hablas?

-Por favor, me tienes que perdonar por... esto, sabes que no estamos pasando por un buen momento y...-deja de hablar por un momento- estuvimos peleados bastante tiempo, conocí a mucha gente y... lo que te voy a contar seguramente te va a hacer llorar, pero... he conocido a alguien...- mi labio inferior comienza a temblar, mientras que mis ojos se cristalizan- esto... dios, esto no estaba planeado, yo... yo lo siento.

Mi cuerpo tiembla, todo comienza a dar vuelta y tambaleo, el rápidamente se levanta y evita mí caída enrollando su brazo en mí cintura. Lentamente me sienta en unas de las sillas y me tiende un vaso con agua.
Con manotazos puedo hacer que me suelte, lo veo mover los labios pero no lo escuchó. Estoy aturdida.

-Naira respóndeme- su voz es un simple susurro en la lejanía. Me encorvo hacia adelante y agarro mí cabeza con ambas manos.

-¿Por qué?- le pregunto- ¿por qué ahora?, ¿Por qué esperaste tanto tiempo? Eres... Eres un...-no puedo terminar, mí voz se rompe y comienzo a llorar desconsoladamente.

-Quería... tenía la idea de que podríamos recuperar esa chispa en la relación.- pasa su mano por su rostro, frustrado- Esa distancia que teníamos, lentamente estaba matándonos. Nunca... Nunca pensé que pasaría esto, lo se... soy un idiota- dice arrodillado frente a mí- no te dejaré sola en esto, pero...

-¿Pero?-digo con voz temblorosa.

Como seguiré con el embarazo sola, no tengo a nadie a mí lado, mis padres no me hablan, mí mejor amiga está peleada conmigo. tengo miedo...

-Naira... Tenemos que separarnos.-sus palabras rompen algo dentro de mi- se que esto va a ser lo mejor para ambos...

-N-no, Sebas no... por favor, te necesito- digo sorbiendo por la nariz, gruesas lágrimas corren por mis mejillas-No puedes irte, ¿Que haré? ¿Dónde iré? Sebas, lo podemos arreglar, no quiero que tú también me dejes.

-Perdóname Naira, pero ésta ya es una decisión que estuve pensando por mucho tiempo, yo te...- su voz se corta, sus ojos rojos llenos de culpa me ven y gruesas lágrimas caen-yo te dejaré aquí, me iré a otro lado, tú te puedes quedar con todo... Te ayudaré con el embarazo, pero... Lo nuestro ya no puede seguir-Mí mano se dirige a su mejilla, con fuerza, dejando una marca roja.

-Te odio, te odio, te...-el me abraza y yo lloro abiertamente en su pecho.



#25872 en Novela romántica

En el texto hay: corazonroto, embarazos, crecer

Editado: 03.02.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.