Mi mejor regalo.

capitulo 3

Siento un cosquilleo en la parte interna de mí mano, al querer abrir los ojos, un luz segadora me impide y los vuelvo a cerrar.

Escuchó una voz masculina cantar en un idioma que no conozco en voz baja.

"Me muero por robarte un beso y porque pierda la razón, tal vez así me atrevería y pierda miedo el corazón."

Comienza a tararear y yo sonrió, por el rabillo del ojo puedo ver qué se trata de Aidan.

—Y además cantas, quien lo diría— digo medio sonriendo.

Se sobresalta al escucharme y carcajea.

—Mí secreto— una mano dirige a su frente— he sido descubierto— bromea. Río junto a él y lentamente me levanto de la camilla—¿te sientes mejor?, me has dado un gran susto—dice acomodándose mejor en una banqueta.

—Si, si... tranquilo— digo para sacarle importancia. Por la puerta entran dos enfermeras y al verme despierta sonríen.

—Muy bien, estás despierta— dice una de ellas acercándose—te haremos unos análisis de sangre, para ver qué fue lo que produjo el desmayó— me aclaro la garganta y miro a Aidan por el Rabillo del ojo.

—Estoy... embarazada— digo bajando el tono de mí voz— ¿Puede ser ese uno de los causantes? — siento la mirada penetrante de Aidan y me incomodo.

—Muy bien ¿de cuántas semanas estás?—pregunta sacando una lapicera y anotando en una planilla que traía con ella.

—Dieciséis semanas— le digo y mira preocupada mí abdomen que se encuentra plano.

—¿Ya te has hecho alguna ecografía?— pregunta anotando.

—mhm, no... Justamente hace unos dias que me enteré y... tenía que sacar turno— digo mirando de reojo a Aidan que se ve incómodo ante estas preguntas que me hacen

—Aidan—susurro, mientras la enfermera sigue anotando, él me mira— vete encerio, está bien... No tienes que estar aquí si no quieres— lo veo negar y me regala una pequeña sonrisa.

—Hasta que no digan te puedes ir, no me quedaré tranquilo— Niego con la cabeza y le digo que me pase mí mochila, ya que ahí había puesto mí celular. Con mí celular en mano tecleo rápido un mensaje a Sebastian.

"Estoy en un hospital, me harán una ecografía, creo que tienes que saberlo, con esto no digo que vengas pero, estás al tanto"

—¿Lista para ver a tu bebé?— me preguntan y yo asiento dudosa, lo miran a él y yo me veo venir lo que van a decir-y tú papi ¿estás listo?

El me mira a mí con los ojos abierto y yo comienzo a toser.

—No...No, el no..

—si—dice él cortándome, yo lo miro con los ojos abiertos, ¿Se volvió loco?

—¿Estas loco?— le susurro.

—Shh— pone un dedo en sus labios y sonríe.

—Bueno vamos— dice una de las enfermeras trayendo una silla de Ruedas, al ver mí cara de confusión me explican— es hasta ver si va todo bien con el bebé, hasta la semana dieciséis hay mas posibilidades de un aborto espontáneo. Asiento lentamente.

...

Ya en una sala más pequeña que en la habitación en la que estaba me hacen recostar en una camilla. Se presenta una doctora llamada Rosalie, diciendo que ella me atenderá.

—Veamos, súbete la blusa—dice agarrando un bote,esparce un muy frío gel por mí abdomen y enciende un monitor.

—Bien, Eso que ven ahí— dice señalando la pantalla— ese es tu bebé—Frunzo mis cejas intentando reconocer dónde está— como ya estamos en la semana dieciséis, el feto debe medir entre 10cm a 15 cm-hace una mueca-mide muy poco... el peso ideal, es entre 100gm a 200gm- luego de un rato vuelve a hacer otra mueca-pesa demasiado poco. Su cuerpo crece más proporcionado, se pueden ver sus brazos y piernas, su cabeza ya tiene una forma redondeada, su esqueleto se va endureciendo y comenzará a hacer movimientos amplios dentro de tu abdomen, más que seguro que al final del cuarto mes lo sientas.

»Los órganos externos ya pueden distinguirse, siempre y cuando esté bebé nos lo permita- niega con la cabeza mientras sonríe- no, no nos deja. Los sentidos del bebé están en pleno desarrollo, puede comenzar a oír los sonidos provenientes del exterior como la voz, música o ruidos muy fuertes— me mirá y sonríe— tu voz es unos de los primeros sonidos que reconoce, por lo tanto puedes empezar a comunicarte con tu bebé hablándole suavemente.

—¿quieres escuchar su corazón?—me mira ansiosa.

Muevo la cabeza afirmando efusivamente y ella sonríe. En la pequeña sala comienza a sonar unas palpitaciones, mis ojos se cristalizan y derramó un par de lágrimas, Aidan que se encuentra al lado mío sostiene mí mano y sonríe de lado mirando las imágenes que el ecógrafo da.

—La frecuencia cardíaca del bebé es de 120 a 160 latidos por minuto. Por lo que se vé, Todo va bien con este pequeño —Deja de lado las cosas, me pasa un paño para sacar el resto de gel y comienza a anotar en papeles.

—¿Me has dicho que esta es tu primera ecografía no?— me pregunta ella.

—Si, es la primera.

—bien, lo que ahora haremos, será sacarte sangre para unos análisis, así podemos descartar anomalías congénitas ¿si?— asiento. Después de haberme sacado sangre me encuentro hablando con la doctora.

—Bien, te daré una dieta que tienes que seguir al pie de la letra y unas vitaminas que tendrás que tomar.— abren la puerta y dejan en el escritorio un papel. Ella los toma y luego de leerlos sonríe.

»Los resultados del análisis salieron bien— dice sonriendo— bueno Naira ya te puedes ir, para el final de este mes, tendrás que haber cogido unos cuatro kilos, saca turno para dentro de cuatro semanas —dice mientras se levanta y besa nuestras mejillas— suerte y alimenta bien a ese bebé.

—Adiós— digo mientras camino a la salida con mí mochila ya en mano. Aidan está en silencio.

—Ey... ¿Estás bien?— le digo llamandole la atención.

—Si, si... Tranquila—dice con voz queda. Suspira y me mira—la primera vez que estoy en una ecografía, joder, a sido... perfecto—dice sonriendo y yo lo miro asombrada—¿Que?, Es verdad.




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