25 de marzo 2018
Miro el cuadro que tengo en mano y sonrío enamorada, es la última ecografía 4D de mí bebé que lo mandé a enmarcar, le doy el respectivo dinero al vendedor, salgo del local de fotografías y comienzo a caminar hasta la casa, llegando a una avenida bastante poblada me decido a ir por un puente.
Me detengo frente a las escaleras y maldigo mentalmente mis hinchados pies me pasaran factura después de esto.
Empiezo a subir lentamente escalón por escalón, al llegar al final de las escaleras, suspiro pesadamente y saco sudor de mí frente, por el rabillo del ojo veo venir a una persona encapuchada de contextura delgada.
Me corro a un costado para que pueda pasar, cuando quiero seguir con mí camino siento que me estiran del cabello haciendo que caiga hacia atrás.
Golpeó mí cabeza con los escalones, ya no escucho nada, me siento caer, cada vez veo más chico el final de las escaleras, finalmente mis ojos se cierran dejándome en un oscuridad absoluta en la que ya nosé quien soy.
P.o.v Cecilia
Miro nuevamente el celular, las cuatro y cincuenta de la tarde.
—¿Te ha mandado mensajes Nai?—le pregunto a Roger.
—Tranquila amor, a de estar con Sebastian o el otro chico que vino la última vez...— el timbre de la casa suena y rápidamente me levanto, al estar cerca de ella abro y al primero que veo es al chico del otro día.
—Disculpe señora Hannigan quería saber si Naira estaba aquí.
—Aidan por favor llámame Cecilia y no, Nai no a vuelto todavía... ¿Quieres pasar y esperarla? ya no debe tardar— el asiente con sus cejas fruncidas y pasa adentro.
Siento un dolor en el pecho que no me deja respirar tomo el celular y vuelvo a marcar, uno, dos, tres, cuatro tonos y buzón de voz, rasco mí frente con nerviosismo y termino por entrar al salón.
Sentándome en uno de los sillones, observo a Aidan y a Roger charlar animadamente sobre fútbol, tomo el control remoto y comienzo a buscar Canales hasta que quedo estática mirando a un noticiero.
"Último momento, terrible accidente en la ciudad. Un intento de robo termina con una embaraza hospitalizada, la chica de 23 años llamada Naira Hannigan...
Siento todo mí cuerpo temblar... Miro a Roger y sus ojos están sobre la pantalla, Aidan toma su celular al mismo tiempo que se levanta y sale disparado hasta la entrada. Roger me ayuda a levantarme y comienza a hablar mientras me lleva hasta su auto.
El viaje hasta el hospital lo paso llorando, luego de salir del shock en el que estaba, Roger comenzó a manejar hasta el hospital en la que dejaron a mí hija.
»dios que no le haya pasado nada a ella y al bebé« pienso y cuando menos me doy cuenta estoy rezando, por su bien.
Bajamos del auto a toda velocidad al llegar y quedamos en resepcion.
—Naira Hannigan, ella... la han traído aquí—mí voz es temblorosa y mí respiración es rápida.
—Lo siento no puedo darle información sobre los pacientes sinó son familiares y
—MALDITA SEA, SOY LA MADRE— grito alterada la mano de Roger va a mí espalda y me abraza cuando comienzo a llorar.
—Queremos saber sobre nuestra hija— lo voz de el Roger es más tranquila.
—Ella acaba de entrar todavía no sabemos nada— su rostro demuestra pena y yo, volviendo a mí compostura le sonrío apenada.
—L-lo siento—susurro.
—Acaban de entrar por la puerta de emergencias, pueden ir ahí y esperar— dice y señala una gran puerta blanca con un cartel en rojo que indica emergencias.
—Gracias—dice esta vez la voz de Roger. Caminamos hasta las puertas y nos mantenemos apoyados contra la pared. Tomo mí cabeza fuertemente y las lágrimas vuelven a mis ojos.
—Mi bebé—susurro, Roger me vuelve a abrazar, así nos quedamos por horas, yo llorando y el consolandome. Luego de largas e interminable horas sale un médico anunciando el nombre de mí hija.
—Soy su mamá, ¿como está mí hija?
—Su hija recibió un gran golpe en su servicial, dejándola inconciente.— habla mirando de una planilla— estaba muy alterada cuando la trajimos y la tuvimos que dormir.
—¿El bebé cómo está?—pregunto, el me mira a los ojos y se mantiene en silencio un rato largo, mí pecho se encoje y mis ojos se cristalizan una vez más, llevo una mano a la boca y tapo un gemido.
—El bebé está bien— suspiro de alivio—no recibió golpe alguno, al haber caído por unas escaleras el bebé se encuentra en perfecto estado, igualmente, estarán en observación unas semanas, para ver cómo evoluciona— abrazo a Aidan que llego hace unos minutos— como no son horas de visitas los dejaré pasar aunque sean unos minutos.
26 de marzo 2018
P.o.v Naira
Suelto un gemido al percibir un dolor que va de mí cabeza a la espalda baja, abro y cierro repetidas veces los ojos hasta poder acostumbrarme a la luz.
Lo primero que veo es una pared blanca, muy blanca para mí gusto. De una ventana entra el sol de la mañana frunzo mis cejas »¿Donde estoy?«
Los recuerdos de las escaleras golpean e instintivamente llevo mis manos al vientre »mi bebé« el se encuentra ahí, ya que se mueve.
—Nai— dicen al lado mío, miro y es mí madre, ella se despereza y rápidamente se acerca a mi, yo gimo nuevamente con dolor—ahora llamo a los médicos.
Luego de que mi madre llamase a los médicos me comenzaron a hacer muchas preguntas y terminaron por hacerme análisis para verificar que todo estuviera bien. Cuando se van, mí madre se acerca y acaricia mí cabello.
—Estaba tan preocupada por ti mí niña—su voz es temblorosa, tomo su mano y la beso. Miro sus ojos y bajo estos se encuentran grandes bolsas moradas.
—Te amo—digo y vuelvo a besar su mano—¿Y papá?
—Lo he mandado a la casa para que descanse—se apoya en el sillón y se estira—Sebastian y Aidan estuvieron hoy temprano, ahora estan trabajando, pero me avisó Sebastian que pasará a la noche.