Mi mejor reserva

VIAJE

VIAJE 

<<< hacienda mi cielo>>> 

Cuando pasaron por ella y la dejaron en el aeropuerto se encontró con Lucca que venía llegando con su amigo que al igual que ella le habían venido a dejar los trabajadores de su papá. 

Adelina se había negado hablar durante todo el vuelo, ya en tierra para poder llegar a la hacienda de los Carrasco  se tenía que recorrer un camino de cuatro horas, aunque para un imprevisto u algo urgente tomaba un helicóptero en el cual se llegaba mucho más rápido, pero en esta ocasión irían en auto, porque a su papá se le había ocurrido la maravillosa idea de invitarlo a la hacienda el mismo mes en el que ella venía a ver a su abuelita. 

- ¿En cuánto tiempo llegaremos? - pregunto Lucca después de tres horas y media en la camioneta. 

-Ya casi llegamos, -respondió Adelina, sentada a su lado viendo por la ventana. 

- ¿Aquí hay mosquitos? - cuestiono Nicolas 

-Sí 

-Genial soy alérgico a ellos- dijo cruzándose de brazos. 

- ¿Eres alérgico a los mosquitos? - pregunto sorprendida Adelina  

- Claro, cada que me pican me da comezón y me sale una roncha – hablo muy serio y Adelina estallo en carcajadas. 

-Entonces, todo el mundo es alérgico. - respondió riendo. 

-Como sea, odio los mosquitos, pero este lugar es increíble. - dijo viendo por la ventana. 

Después de treinta minutos más por fin habían llegado, Adelina bajó de la camioneta  

-Bienvenidos a la hacienda Carrasco. - comento antes de darse la vuelta antes de marcharse dirigiéndose a la entrada de la casa. 

-Síganme los buenos, señor José podría llevarle las maletas en los cuartos de visita y mostrarle los alrededores para que no se pierdan. - comento entrando a la casa. 

- Por fin llegas. - dijo su Abuelita Regina apareciendo, caminando hasta ellos - ¿Cómo estuvo el viaje? 

-Todo tranquilo. - contestó  

-Me alegro ¿Quién son estos dos? - inquirió después de saludarlos. 

-Abue te presento mi socio y el invitado de papá Lucca y su amigo Nicolas  

-Mucho gusto. - saludó dándole la mano  

-Igualmente – sonrió 

-Bueno los dejo en buenas manos, tengo que ir a revisar algo con los trabajadores, los veo más al rato. - dijo Adelina. 

La casa de la hacienda era muy amplia de techos altos y muchos ventanales de dos plantas en la segunda planta se ubican todas las habitaciones y en planta baja estaba el despacho, la cocina, el comedor, sala de estar, entre otras habitaciones, al salir al jardín te encontrabas con un gran portal y había una piscina, era una casa de ensueño. Unos pocos metros estaban los establos con los caballos de su Abuelo Esteban, en otro lugar de la hacienda estaban las casas de los trabajadores y las bodegas donde se guardaban los granos de café, los Carrasco poseían muchas hectáreas de tierra. 

-Lo poco que he visto me ha encantado, - comento Lucca 

-Gracias, te presentaré a la encargada de la casa, si necesitas algo ella podrá proporcionártelo. - Lucca asintió mientras observaba el lugar lleno de curiosidad y asombro, le presento a doña Catarina y después subieron a la habitación que ocuparían- esta será su habitación muchacho y la de alado el tuyo- le señalo sus cuartos  

-Está muy bien gracias. - respondió observando el lugar - me gusta este cuarto o la quieres tú, - cuestiono cuando la abuelita de Adelina había salido del cuarto. 

-No, quédate con esta yo me quedo en la de alado. - respondió Nicolas. 

Haber venido a visitar a la abuela fue lo mejor porque resulta que todo mundo se va a juntar este fin de semana por el día de muertos mientras voy dirigiéndome a la cocina, donde me encuentro a Nicolas y Lucca hablando muy amenamente con mi abue al parecer Lucca era algo diferente a lo que se había imaginado. 

-Te pones esto, ya que te bañes para que no se te infecten y deja de rascarte, - le dijo mi Abue a Nicolas entregándole una crema- 

-Gracias  

- ¿Vas a comer? Hija  

-Sí por favor – respondió sentándose a un lado de Lucca- 

-Ahora te sirvo ¿entonces te gusto la hacienda? 

-Sí, lo único malo son los mosquitos, pero mañana iré más cubierto recorrer todo- contestó feliz mientras seguía comiendo- ¿en el pueblo hay muchos mosquitos? 

- No, no tantos como en los cultivos vas a ir al pueblo. - Cuestionó Regina mientras le servía a Lucca, que solo escuchaba la conversación. 

- Sí, bueno, hasta el sábado con un amigo que hice hoy. 

- Qué bien, ¿cómo se llama? 

- Es el señor José y me invitó al pueblo por la tarde del sábado. 

Está muy bien, habrá feria ese día te gustará y chicas muy hermosas. 

- Genial, nunca he ido a una feria de pueblo- comentó feliz mientras seguía devorando todo lo que había en su plato. 

Lucas no comentó nada a menos que le preguntaran directamente, terminó de comer y los dejó platicando. Adelina le ayudó a recoger la Mesa a su abue estaba acostumbrada a hacerlo siempre le ayudaba. 

Después subió a su habitación, se dio un relajante baño Y se puso un pijama. Y se recostó en la cama, solo cerró los ojos y quedó profundamente dormida. Despertó al escuchar el ladrido de su perro. Algo dormida, se levantó, miró el reloj de su celular, que, por cierto, solo tenía el 20% de batería, apenas eran lassiete y media de la tarde, un nuevo ladrido la hizo salir corriendo de la habitación.   

Sus invitados, pensó bajando las escaleras, claro que debían de ser ellos porque eran los únicos nuevos ahí, Salió corriendo de la casa, pasó por un lado de la piscina y caminó descalza solo con su pijama hasta donde se encontraba Luca y Nicolás y su precioso bebé un precioso Dóberman Ónix. 

- Adelina ¿ese perro es tuyo? - pregunto Nicolas asomándose detrás de Lucca mientras Ónix les gruñía. 

-Sí, ven vamos a comer. - le dijo a Ónix mientras le hacia un comando. 



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En el texto hay: drogas sexo, vino y amor, amor alcol

Editado: 20.12.2023

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