Castigado

Cuando menos pensé estaba sonando la alarma, normalmente por ser viernes me levanto más temprano para dejar todo organizado para la revisión de la semana, pero dado que hoy tenía otros planes este tiempo me serviría para pensar el castigo de ese pequeño mentiroso y desobediente, y creo que tengo una buena idea de cómo será dado que infringió normas de cada una de las categorías de gravedad.

-Wow tengo demasiada hambre, necesito un buen desayuno, ayer no comí casi nada y estoy bastante agotada. Ya se, voy a ir al sitio de desayunos, lo abren temprano para personas como yo que madrugamos mucho y a veces no tenemos fuerza para preparar nada. -Me pare del escritorio, me arregle un poco y le dejé una nota sobre la barra de la cocina a Manasés por si se despertaba-

-Mmm, ¿qué hora es?

5:30, es muy temprano, pero creo que oí la puerta, ¿mamá habrá salido? -Prendí la luz y note la nota que mamá había dejado sobre mi escritorio anoche y me dispuse a leerla-

Nota

Mi niño, perdóname si mi indiferencia te hirió o hizo que pensarás cosas que no eran, pero me siento profundamente decepcionada y enfadada y no podía descargar toda esa ira sobre ti, necesitaba tiempo para calmarme y pensar.

No te mentire y diré que lo que vendrá será fácil, voy a castigarte y reprenderte muy fuerte, pero lo hago porque te amo y no quiero que crezcas como un mentiroso, y se que puede parecer que en realidad no es así y solo lo hago porque estoy furiosa, pero puedo asegurarte que nunca te castigaria si no hubiera una enseñanza que dejar.

Te deseo dulces sueños y muchas fuerzas, porque mañana tendremos un día largo.

Fin de la nota

Leer esa nota me llenó de muchos sentimientos, tenía susto del castigo, tristeza por haberla decepcionado hasta ese punto, alivio de saber que era cierto que aún me amaba e ira hacia mi por todo lo que hice, a la vez de mucho sueño y teniendo en cuenta lo que decía al final de la nota, considere que acostarme a dormir otro rato no estaría mal.

1 hora más tarde

-Si que necesitaba ese desayuno, ya me siento con mucho mejor animo y energía, ahora tengo que prepararle algo a Manasés para que coma antes de iniciar con este día que probablemente no olvidará. -Fui a la cocina y vi que la nota seguía exactamente dónde la dejé, por lo que intuí que o no se había despertado o no había bajado-

-Mmm, ¿mami eres tú?

-Si cariño, te estoy preparando el desayuno, baja por favor. -Le había picado un poco de fruta, le serví jugo de naranja y estaba preparandole unos huevos revueltos que está vez no se me quemaron-

-Si señora. -Baje lento y algo temeroso, su voz sonaba normal y tranquila pero no sabía que pensar-

-Ten, espero te guste y te de fuerzas, ¿descansaste bien?

-Si mami y está muy rico, muchas gracias.

-Que bueno mi niño, y gracias por haber lavado la loza anoche e irte a la cama sin que te lo dijera, pero aún así no te ayuda en nada para el castigo que vas a recibir, si tienes un punto a favor pero no para esto, ¿está claro?

-Si señora.

-Muy bien, ahora termina de comer tranquilo y te espero en mi oficina.

-Si ma.

Fui a mi oficina y me senté en la silla del escritorio, y empecé a pensar que era lo que iba a decirle y como podría llegar a tomarlo, tenía que ser muy clara con él y hacerle entender porque me sentí tan herida.

15 minutos después

-Ya vine.

-Ven aquí hijo.

-Si señora. -Me dirigí a dónde me indico y me quedé ahí parado con la cabeza gacha-

-Manasés mírame a los ojos.

-No puedo, no soy capaz.

-Hijo mírame, tendrás que afrontar las consecuencias de tus actos mirándome a los ojos.

-Levante mi cabeza muy lentamente y pude ver en sus ojos esa decepción profunda y la tristeza que le había causado- No, no puedo hacerlo. -Decía mientras agachaba mi cabeza nuevamente-

-Lo vas a hacer Manasés, ya eres un jovencito y como tal vas a afrontar esto con valor.

-No mami, por favor no me hagas hacerlo, no puedo soportarlo.

-No tienes opción, lo harás. -Le dije mientras con mi mano levantaba su cabeza tomándole la barbilla-

-Mami no por favor.

-Ayer querías que te mirara y hoy eres tu el que no quiere hacerlo.

-Pero es diferente.

-Te probaré que no lo es, ¿porque no quieres mirarme a los ojos?

-Porque veo esa decepción profunda y la tristeza en tu mirada y no soy capaz de soportarlo.

-Bueno, yo no podía mirarte porque solo veía a mi pequeño mentiroso y desobediente que había intentado engañarme durante todo el día, y no era capaz de soportar esa realidad.

Ves ahora como no es diferente, el sentimiento es el mismo, el soportar el dolor que le causas a otra persona o soportar mirar a alguien cuando eso te lastima, la diferencia aquí es que tú no tienes opción, estas son las consecuencias de lo que hiciste y tienes que afrontarlas.

-Aún me estaba agarrando de la barbilla, pero cuando deje de hacer fuerza para bajarla me soltó- Ahora lo entiendo y realmente lo siento, llegué a pensar que no querías verme ni hablarme porque ya no me querías, y que estabas buscando como devolverme, no me pare a pensar que el mirarme solo te traía más dolor.

-Manasés eres mi hijo, y como ya te lo he dicho nada de lo que hagas podrá hacer que te devuelva, ni siquiera cuando entres en tu etapa más rebelde y me hagas exasperar.

-Ahora lo se, y lo recordaré siempre.

-Eso es mi niño, y ahora pasemos a la otra parte de este día que no vas a olvidar.

-¿El castigo?

-Así es, las acciones y decisiones que tomaste ayer Manasés Levy no solo estuvieron totalmente equivocadas sino que fueron imprudentes e inmaduras, tienes que aprender que lo que haces repercute en las personas a tu alrededor ya sea de forma directa o indirecta.

No pensaste en como tus actos podían afectar a los demás, hiciste las cosas de forma impulsiva con tal de ocultar lo que habías hecho y no afrontar las consecuencias que bien sabías que te las habías ganado.