Mi motivo de olvido (spanking parental)

Conociendo a los abuelos

Estaba nerviosa, no sabía como iban a reaccionar, ni mis padres, ni Manasés, es más no sabía como iba a actuar yo. Nuestra relación se puede clasificar como buena, pero también habían muchos malentendidos y dolores internos por situaciones pasadas.

-Manasés, cariño, despierta mi nene.

-Mmm, 5 minutos más mami.

-Esta bien, pero solo 5 minutos.

-Ok.

5 minutos después

-Levantate peque.

-Otro poquito más, por favor.

-No mi niño, ya es hora de levantarse, además vamos a ir a ver a tus abuelos.

-Esta bien.

-Ese es mi niño, ahora alístate mientras hago el desayuno.

-Bueno ma. -Me levanté, me bañé y me puse mi ropa para bajar a desayunar, admito que estaba nervioso y emocionado por conocer a mis abuelos-

-Mira peque, aquí tienes tus sandwiches y jugo de naranja.

-Gracias mami.

-No es nada mi niño, que lo disfrutes.

-Esta muy rico.

-¿Vas a llevar tus aparatos?

-Si ma.

-Bueno voy a traertelos. -Subí y baje su celular y el MP3 para que los llevara, tome una maleta y guarde algunas cosas, nunca había sido mucho de llevar bolsos o alistar muchas cosas, pero desde que tengo a este pequeño las cosas han cambiado un poco-

-Ya acabe ma.

-Listo peque vamos entonces.

Subimos al auto y espere a que se pusiera el cinturón antes de arrancar, era un trayecto de al menos 1 hora, y se podía decir que su casa estaba cerca del colegio de Manasés.

-Mami, ¿cómo se llaman mis abuelos?

-Bueno, mi mamá se llama Katherine y mi papá, Rodrigo.

-Son lindos nombres, y ¿cómo son ellos?

-Estoy segura de que te agradarán, son muy buenas personas, y también muy gentiles.

-¿Y si no les agrado?

-En ese caso no necesitamos que se queden en nuestras vidas, tu eres mi niño y tendrán que entenderlo.

-¿No te importaría alejarlos, por mi?

-Son mis padres y eso no va a cambiar, como tampoco lo hará el hecho de que tú eres mi hijo, y como con las otras cosas luego lo resolveríamos, así que no peque, desde que llegaste a mi vida tu estás primero.

-Gracias mami, te amo. -Ya teniendo algunas respuestas decidí que era buen momento para escuchar música, así que prendí mi MP3 y me puse los audífonos, todavía nos faltaba como la mitad del camino-

No hubo tráfico, vivimos en una parte más bien rural por lo que las carreteras no eran muy concurridas.

-Manasés ya llegamos. -Detuve el auto, me estacione frente a la casa de mis papás y me dispuse a bajar, pero note que mi pequeño estaba nervioso-

-¿Puedo observar primero desde acá?

-¿Qué tienes peque?, ¿porque quieres quedarte dentro del auto?

-No se, solo estoy nervioso, nunca había avanzado tanto en una familia y me da algo de miedo.

-Me baje del auto para poder pasar al asiento trasero- Ven aquí mi niño, todo saldrá bien, ya eres parte de esta familia y estoy segura que ellos lo aceptarán, y por supuesto te aceptarán a ti.

-¿Pero y si no lo hacen?

-Nos iremos y volveremos en otra ocasión cuando ellos ya hayan interiorizado la idea.

-¿Puedo ir de tu mano?

-Claro que si peque. -Deje que tomara mi mano y salimos del auto hacia la puerta de la casa-

Ni siquiera alcanzamos a tocar cuando mamá abrió la puerta.

-Hola, así que tú eres Manasés, ven, pasa.

-Hola para ti también ma.

-Ay perdóname hija, es que estamos tan emocionados y nerviosos de por fin conocer a nuestro nieto, pero eso sí, hoy tienes que contarnos todo.

-Esta bien mamá, y ¿dónde está papá?

-Esta en el patio trasero preparandole una sorpresa a Manasés.

-¿Una sorpresa para mí? -Desde que la había escuchado decir nieto había empezado a calmarme y sentir que encajaba, y además ahora me enteraba que mi abuelo me estaba preparando una sorpresa-

-Mamá, por favor dime qué papá no está usando herramientas.

-No puedo decirte eso.

-Ay dios con este hombre, ¿quieres ir a ver lo que hace tu abuelo Manasés?

-Si mami. -Ya empezaba a tener más confianza pero preferí seguir cogido de la mano de mamá-

-Hola papá, ¿que estás haciendo?

-Hola hija, y hola pequeño, intente tener esto listo pero no alcance.

No podía creerlo, papá se había puesto a construirle un patio de juegos a Manasés, con columpios, tobogan, pasamanos, túneles, parecía esos juegos tipo laberinto de los centros comerciales.

-Esto es fantástico.

-Que bueno que te guste, porque es todo tuyo. -Lo había hecho versátil, así conforme fuera creciendo se podía adaptar o desmantelar para hacer lo que más le gustara-

-¿Qué es lo que te falta por hacer?

-Necesito poner está pieza allá arriba pero ya no alcanzo, ¿crees que puedas ayudarme Manasés?

-Siii. -Me solté de mamá y fui por lo que me pasaba mi abuelo, era una especie de bandera e iba en la punta de todo-

-Buena jugada papá. -Le susurré al oído-

-Lo se, ahora si quieres entra, yo me quedo aquí con mi nieto.

-Esta bien. -Entre y me encontré con mamá sentada en la sala-

-Ahora si mi cielo cuéntamelo todo.

Le conté sobre como tome la decisión de adoptar, como nos conocimos, la conexión que sentimos y los pasos que hemos seguido desde entonces, y mamá no se perdía ni una sola palabra del relato.

-¿Y no lo has llevado a hacerse un chequeo médico?

-No, la verdad es que no, pero es que parece tan sano que no lo ví necesario.

-Lo entiendo hija, pero nunca está de más.

-Tienes razón mamá, voy a pedir una cita ahora mismo. -Llame y agende una cita para el siguiente día-

-Creo que hemos sufrido un pequeño accidente.

-¡Papá!, ¿que paso?, ¿a qué te refieres con pequeño?

-Ya, tranquilízate hija, tal vez elegí las palabras equivocadas, no es nada grave, solo que olvide que la pintura seguía fresca y bueno, ya entenderás lo que pasó.

-Fiu, no vuelvas a darme un susto así papá. Ma, ¿nos prestas tu lavadora y tu baño por favor?



#1356 en Otros

En el texto hay: madre, adolecentes, adopcion

Editado: 20.05.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.