Mi motivo de olvido (spanking parental)

Chequeo médico

Nos despertamos tarde, bueno un poco, teniendo en cuenta la hora a la que normalmente nos levantamos.

-Manasés, despierta cariño, tenemos que ir al médico a las 11.

-Pero apenas son las 8 ma.

-Ya lo se peque, pero tenemos que desayunar, alistarnos y llegar al menos 20 minutos antes.

-Pero yo no quiero ir al médico, yo estoy bien.

-Lo se cariño, hoy solo vamos a qué te hagan un chequeo y te abran historia clínica, no porque estes enfermo.

-¿No habrán inyecciones?

-Yo creo que no peque, pero todo dependerá de lo que diga el doctor.

-No quiero inyecciones, me asustan las agujas.

-Te confieso algo, a mi también me da pánico que me inyecten, pero si todo está bien como creemos no tendrán que ponerte nada.

-¿Me lo prometes?

-Bueno mi niño, como te digo, todo depende de lo que nos diga el doctor.

-Si no me lo prometes no pienso ir.

-Ay pero que haré yo con este pequeño.

-Dejarme aquí.

-Seguro eso deseas, pero no señor, ya tenemos cita y vamos a ir.

-No quiero.

-No pienso empezar a discutir, te espero abajo para desayunar. -Me tome el puente de la nariz para intentar calmarme y salí de la habitación, no quería castigarlo por tener miedo de ir, pero así me tocará cargarlo íbamos a ir a esa cita-

-Me asustan las agujas porque nunca tuve buenas experiencias con las inyecciones, y no quería ir a ver a un médico, pero si quería desayuno- Ya voy.

-¿Ay dios, cómo haré con este muchachito?

-¿Qué pasa hija?

-Manasés no quiere ir al médico, y lo entiendo, tiene miedo de que lo inyecten y yo no puedo prometerle que eso no va a pasar, pero mamá tiene razón en que debo llevarlo a qué le hagan un chequeo.

-Dejamelo a mi.

-Espero puedas convencerlo.

-Ya verás que si.

Desayunamos y reposamos, Manasés se puso a escuchar música mientras yo volvía a organizar la maleta que había traído y recogía la ropa que ya estaba seca para que Manasés se la pusiera.
Y mis papás estaban recogiendo los cuartos para dejar todo como estaba.

-Manasés ve a bañarte por favor.-No recibí respuesta, pero se lo atribuí a que tenía los audífonos-

-Yo veré que se bañe hija, ve y alístate tu en el otro.

-Gracias pa.

-Manasés, chiquito, mamá dijo que a bañarse.

-No quiero abu Rodri, si lo hago iremos a ver al médico.

-Puedo asegurarte que aún si no lo haces te va a llevar, es más primero va a hacer que te bañes y luego te llevará así sea arrastrado.

-No es justo, no quiero, no estoy enfermo.

-Y nosotros queremos que eso siga así, por eso es importante este chequeo.

-Pero que me prometa que no me van a inyectar.

-Dime algo, ella que te ha enseñado sobre las mentiras.

-Que son malas incluso si son pequeñas.

-Así es y por eso no puede prometertelo, porque te estaría mintiendo y ella no quiere hacer eso.

-Buaaa, pero no quiero ir.

-Manasés estamos siendo muy pacientes, pero tienes que hacer caso, es por tu bien. Ahora ven y te acompaño al baño, que tú mamá ya debe estar lista.

-Esta bien. -Fuimos al baño y ya estaba mi ropa lista para que me la pusiera, mi abuelo me dejó adentro y espero fuera hasta que golpee para avisarle que estaba listo-

-Eso es pequeño, ahora vamos con mamá.

-Si abu.

-Que lindo se ve mi peque, muchas gracias papá.

-Tu mami tiene razón, estás muy lindo.

-Gracias abu Kat.

-Ahora mi niño es momento de irnos, el hospital está a unos 20 minutos de aquí y ya van a ser las 10.

-Vamos a llegar muy temprano.

-Bueno, así si nos llaman antes podremos irnos pronto a casa.

-Pero sigo sin querer ir.

-Ya lo se peque, pero igual lo vamos a hacer.

-Abu Kat 🥺.

-Ay no mi niño, no me hagas esa carita, es por tu bien, ya verás como te va a ir de bien.

-Manasés ya no más, se que te asusta y no quieres que te inyecten, pero me estoy cansando de esto.

-No mami. -Me apresure a saltar y aferrarme a su cuello como si fuera un bebé koala para intentar calmarla-

-La acción de mi niño me sorprendió y tuve que actuar rápido para agarrarlo- Ay nene, no vuelvas a hacer eso, podríamos habernos caído.

-Seguía agarrado a su cuello mientras ella me sostenía con sus brazos bajo mi colita, y me aferré a ella entrecruzando mis piernas- Perdón, no quería eso, pero no quiero que te enojes.

-Mi niño, yo no quiero enfadarme, pero si sigues con esa actitud me lo pones muy difícil. Creeme que entiendo perfectamente tu miedo, pero no por eso puedo dejar que faltes a la cita, como tú mamá debo velar por tu bienestar.

-¿Vas a estar siempre conmigo?

-Claro que si peque, te voy a acompañar en cada momento.

-¿Me lo prometes?

-Te lo prometo.

-Esta bien, vamos.

-Ese es mi niño. ¿Nos abren por favor? -Todavia tenía a mi pequeño aferrado a mi cuello, por lo que no podía abrir la puerta-

-Claro que si.

Fuimos hasta el auto y mamá abrió la puerta trasera para poder dejar a Manasés en el, baje a mi niño en el asiento y le agradecí a mis padres por todo.

-Bueno ponte el cinturón y arrancamos.

-Si señora.

Con toda la discusión terminamos saliendo a las 10:10, por lo que teníamos tiempo pero no podíamos confiarnos, arranque el auto y Manasés volvió a escuchar música.

A las 10:35

-Ya llegamos Manasés, ahora vamos a entrar, te vas a quedar tranquilo y esperaremos a que el doctor nos llame.

-Esta bien mami.

-Muy bien peque.

Nos sirvió llegar antes ya que nos llamaron a las 10:50 y como ya habíamos avisado nuestra llegada nos dejaron pasar.

-Buen día doctor.

-Buen día, que los trae por aquí.

-Venimos a qué se le haga su chequeo a Manasés, lo adopte hace poco más de un mes, pero la verdad no había visto necesario traerlo.

-¿Y que cambio?

-Bueno, fue un comentario de mi mamá que me hizo saber que nunca estaba de más hacerlo.



#1385 en Otros

En el texto hay: madre, adolecentes, adopcion

Editado: 20.05.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.