Mi motivo de olvido (spanking parental)

Parque de diversiones

Alistamos todo lo necesario para el día, bloqueador solar, mucha agua y un pequeño botiquín, por sí acaso.

-¿Estas listo Manasés?

-Si mami.

-Muy bien peque, ve a ver cómo están tus abuelos, yo haré una llamada.

-Bueno ma.

En llamada

-Hola Alex, ¿listo para la diversión?

-Hola Nat, ya tengo todo.

-Nosotros estamos apunto de salir, ¿nos vemos allá?

-Si, me parece perfecto, nos encontramos en la entrada.

-Alla nos vemos.

-Hasta luego Nat.

-Hasta luego Alex.

Fin de la llamada

-Mami, los abuelos ya están listos.

-Excelente peque, entonces estamos listos para partir.

Mi papá se sentó a mi lado como copiloto mientras que mamá se sentó atrás con Manasés, desde su casa el parque de diversiones estaba cerca, como a unos 20 minutos, llegamos y Alex nos estaba esperando ya con las entradas de todos.

-Alex porque te pusiste a pagar, yo iba a hacerlo.

-Es lo mínimo que puedo hacer después de que me invitaste a ser parte de esto.

-Hola Alex, no sabía que vendrías.

-Hola Manasés, fue idea de tu mamá, espero que no te moleste.

-No, claro que no.

-Bueno, dejen les pongo las manillas para entrar.

Ya dentro del parque

-¿A dónde quieres ir primero peque?

-A las montañas rusas.

-Buena elección, pero hay varias, ¿a cual quieres ir primero?

-La azul.

-Entonces allá vamos.

Nos montamos en todas las que habían, y yo no podía estar más embobada con su carita de sorpresa y disfrute en cada atracción que íbamos, me alegraba mucho poder darle esa alegría a mi pequeño, sabía que el no había tenido muchas o casi ninguna experiencia así.

-Mami, quiero ir al baño.

-Ya te llevo mi niño.

-Si quieres yo lo llevo Nat.

-No Alex, yo me encargo, vamos peque.

-Si mami.

-¿Que intentas hacer Alex?

-¿Eh? Señora Katherine, no es nada enserio.

-Pues no te creo mucho.

-Ok, está bien, no lo voy a negar, ustedes lo saben, estoy seguro de ello, ella me gusta y quiero agradarle a él, eso es todo.

-Tu la conoces, ella es difícil, ha pasado por mucho, no será así de simple.

-Ya lo se, pero aún así.

-Solo puedo desearte suerte, ya veremos si lo logras.

-Pues gracias, supongo.

-Ya volvimos, vamos a comer.

-¿Podemos pedir hamburguesas?

-Claro que si peque, lo que tú quieras.

-Siii.

Fuimos a la zona de comidas y pedimos hamburguesas con gaseosa, reposamos un poco y luego estuvimos listos para seguir con la diversión.

-Vamos a los autos chocones.

-Esta bien.

Está experiencia era magnifica, fantástica, y poder compartirla con mis abuelos, Alex y sobretodo con mamá, era lo mejor que me había pasado en la vida, bueno lo segundo mejor, porque lo primero era haber sido adoptado por ella, era la mejor mamá que cualquiera podría pedir, y yo no sé lo decía lo suficiente, pero cuidaba de la llave que me había dado el primer día como el tesoro más preciado, y ella era muy buena cumpliendo su promesa, y si bien me quedaba doliendo mucho mi colita cuando cumplía con su parte de educarme, se que lo hace porque me ama, y agradezco que está vez allá dejado esa parte para después, porque seria muy difícil disfrutar de este día con mi colita adolorida, aunque era consiente de que al llegar a casa recibiría mi castigo por irrespetuoso.

-¿En que piensas tanto peque?

-Mami gracias.

-Mmm, ¿por qué?

-Por adoptarme, por ser la mejor mamá que existe, por dejarme disfrutar de esto, por educarme aunque duela, y por dejar mi castigo para esta noche en vez de dármelo ayer.

-Peque, te amo tanto, y yo también estoy totalmente agradecida de tenerte en mi vida, pero ahora, ¿qué te parece si seguimos disfrutando del lugar?

-Si mami.

Fuimos a las demás atracciones y terminamos en la rueda de la fortuna, eran las 5 de la tarde y estaba totalmente agotado.

-Mami, cansado.

-Awww, mi nene está cansadito.

-Shi mami.

-¿Alex me podrías ayudar?, este nene es muy pesado y no estoy segura de alcanzar a llevarlo hasta el auto.

-Claro que si Nat, no hay problema. Ven pequeño, yo te cargo.

-¡Noooo!, mami tú.

-Este pequeñin está mimoso y quiere que yo lo cargue, así que ven aquí mi niño.

-Me acerque y me enganche a ella como un bebé Koala, estaba muy bien agarrado y no pensaba soltarme-

-Vamos a casa mi bebé.

-Cielo, puedes dejarnos aquí, ya buscaremos como volver.

-De eso nada, yo los dejo en casa y luego me llevo a este dormilón.

-Nat déjame ayudar, yo los llevo y así tú puedes llevar a Manasés.

-¿Ustedes están de acuerdo?

-Si hija, no te preocupes por nosotros, Alex nos lleva y así tú no tienes que parar a dejarnos, además desde acá te queda más cerca tu casa.

-Esta bien, pero me escriben apenas lleguen.

-Si cielo, ahora ve que no me imagino el peso que te está haciendo ese pequeñin.

-Muchas gracias por acompañarnos, nos vemos pronto, aunque antes, ¿me ayudan a abrir la puerta por favor?

-Claro que si, aunque primero lleguemos al auto para eso.

-Tienes toda la razón.

Luego de unos minutos

-Nat, ¿te ayudo?

-No gracias, ya estamos por llegar, además no creo poder soltarme a este chiquitín.

-Esta bien.

-Mira cielo, ahí está el auto, ya llegamos.

-Por fin, no recordaba haberlo dejado tan lejos.

-Ven, te abro la puerta hija.

-Muchas gracias papá.

-Subí a la parte trasera del auto e intenté dejar a mi pequeño, pero no quería soltarme- Bebé, mami tiene que manejar. Chiquito necesito que te sueltes.

-Mmm mami, tengo sueño.

-Lo se mi niño, ya vamos a casa, pero necesito que te sueltes para que pueda manejar.

-Está bien. -Me solté y pude sentir como mi cuerpo tocaba el asiento-



#1372 en Otros

En el texto hay: madre, adolecentes, adopcion

Editado: 20.05.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.