-Miren, ahí viene el niño de mami, ¿por fin puedes volver a salir? ¿O sigues encerrado como una princesa?
-No molestes, ya te dije que estaba castigado, además, lo dices como si nunca te hubieran dejado sin salir.
-Sin salir si, pero que me mantuvieran vigilado cada instante, eso no.
-Solo fue porque la preocupe, además el como sea o no mi castigo no debería interesarte.
-Solo bromeaba, .... princesita.
-Ash, ya me cansé de esto, cállate de una vez.
-Pues, imagínate que no quiero.
-Estoy harto, o te callas o te calló.
-No Manasés, no caigas en su provocación.
-Pero es que ya me cansó.
-Y lo entiendo, pero no es una buena idea.
-Eso, escucha a tu guardaespaldas princesa, no sea que te lastimes y preocupes otra vez a mami.
-Grrrr.
-La princesa está enojada, jajajaja, ¿qué vas a hacer? ¿Acusarme?
-Manasés no.
-Dejame Cris, se lo merece.
-Puede que tengas razón, pero lo que piensas no es la forma, además como el mayor es mi deber aconsejarte, pero tú decides si me escuchas o no.
Ring riiing riiiing
-Te salvó la campana, pero ya verás en el almuerzo de lo que soy capaz.
-¡Manasés!
-¿Qué? Lo voy a hacer estés de acuerdo o no, ya me cansé de sus burlas.
La clase fue tensa, y las miradas fulminantes entre uno y otro no paraban, no entendía porque ahora le había dado por molestar, pero que me llamara princesa había colmado mi paciencia, y no se lo iba a dejar pasar.
En el almuerzo
Salí antes y fui rápido al comedor para alcanzar a comer un poco, me senté y solo alcancé a probar el primer bocado cuando dejó caer su postre sobre mi, manchando mi ropa.
-Ups, perdón princesa, no te vi.
-Tranquilo, lo entiendo, fue solo un accidente. -Hice como si fuera a tomar una servilleta para limpiarme y tumbe el vaso con jugo, lo que le empapó por completo sus zapatos- Ups, que descuidado soy.
-Ya basta ustedes dos, se van a meter en problemas.
-No te metas Cris, esto es entre nosotros.
-Manasés, si haces esto no te va a gustar nada lo que pasará cuando vayas a casa.
-Si claro, lo que tú digas.
-Después no te vayas a quejar.
-Solo cállate, está es mi pelea, a ti no es al que llamaron princesa.
Seguimos peleando con la comida hasta que se nos acabó, así que empezamos a pegarnos, y un poco de forma involuntaria también a los que intentaban separarnos, no creo que hayamos durado realmente mucho pero se sintió como si lo fuera, aún así todo paró cuando escuchamos la voz del director.
-¿Qué está pasando aquí? -Llegue al comedor esperando poder comer, cuando me encontré con un gran desastre, había comida por el suelo, una multitud agolpada mirando algo, pero no lograba ver exactamente lo que pasaba- ¿Qué es este desastre? -¿Dónde rayos están los profesores? A espera, cierto, estaban en junta conmigo, así que vienen detrás de mi-
-Dios, ¿no podemos dejarlos solos ni una vez?
Todos se dispersaron revelando a los que estaban peleando.
-Se acabo el almuerzo, todos a clase, excepto ustedes, se quedarán aquí a limpiar todo este desorden y luego a mi oficina. -Ay Manasés, en que lío te has metido-
-Todo esto es tu culpa.
-Mentiroso, tu fuiste el que empezó.
-Callados los dos, vayan al cuarto del conserje y traigan con que limpiar, ya nos explicaran lo que estaba pasando frente a sus padres.
-¿Qué? No por favor, eso no. -Ambos nos miramos aterrorizados, por la emoción del momento no pensamos en nada más, era obvio que al provocar una pelea iban a llamar a nuestros padres, y eso no era bueno-
-Por favor director, le prometemos que no volverá a pasar, pero no les diga.
-¿Y cómo piensan ustedes explicar esos golpes? No señores, aquí tenemos reglas y ustedes las incumplieron, ahora rápido, vayan a hacer lo que les mandé.
-Si señor. -No nos quedó de otra, fuimos por las cosas y aprovechamos para entrar al baño, teníamos marcas y rasguños, era cierto que no podríamos inventar algo para explicar eso, pero afortunadamente no había pasado nada más-
Limpiamos el comedor hasta que no quedo rastro de la guerra de comida que habíamos tenido, llevamos las cosas otra vez al cuarto y ahí si nos dirigimos a la oficina del director.
-Siéntense ahí, no se pueden parar hasta que vengan sus padres.
-Pero...
-Sin peros, si están sucios, avergonzados, lo que sea, fue su decisión, así que ahora se van a quedar ahí sentados a esperar. -Entre a mi oficina, llamé a los padres del otro chico, les conté lo que más o menos sabía que había pasado, y ya ahí empecé a mentalizarme y hacerme la idea de que tenía que llamar a Nat a decirle que su hijo había estado involucrado en una pelea-
En llamada
-Hola Alex, ¿pasó algo?
-Mmm, ¿por qué preguntas eso?
-Tal vez porque me estás llamando en horario escolar, y eres el director de la escuela donde estudia mi hijo, así que perdón si no creo que es solo una llamada de cortesía.
-Bueno, si, tienes razón, y por eso mismo necesito que vengas.
-¿Qué pasó Alex? ¿Manasés está bien?
-Si, no te preocupes por eso, pero es mejor que vengas.
-¿Qué me ocultas?
-Nat, sabes que te conozco, y si te digo que es mejor que vengas es porque es lo mejor, confía en mí, aunque de ser posible deberías traer tu peluche.
-Eso ya me dice mucho, ¿en qué problemas se metió?
-No te voy a decir nada más, aquí te esperamos.
-Ash, ok, ya voy, intentaré no demorarme.
Fin de la llamada
En que lío se habrá metido este niño.
-Director, ¿podemos comer? Tenemos hambre.
-Si, por favor.
-Ustedes prefirieron malgastar la comida, y debido a su comportamiento ni sus profesores ni yo hemos podido almorzar tampoco, además le quitaron tiempo de descanso a sus compañeros.