Mi motivo de olvido (spanking parental)

Suspensión y castigo

-Mmmm, son las 8, ¿por qué mamá no me despertó? O cierto, estoy suspendido así que no puedo ir a clase.

-Veo que ya despertaste, ven, baja, ya está el desayuno.

-Ya voy.

-Te serví cereal y te pique fruta, cuando termines de comer te espero en la oficina.

-Trague saliva, sabía lo que eso significaba- Si señora.

-Muy bien, te espero entonces, ve y come que se te va a ablandar el cereal.

En la mente de Natasha

-Entonces, estamos de acuerdo en como vamos a hacer esto, ¿verdad?

-Si, aunque sigo considerando en que deberíamos darle más.

-Y yo insisto que al acuerdo que llegamos está perfecto.

-Mmmm, ok.

-¿Y lo que vamos a decir?

-Ya está bien planeado.

-Muy bien, es bueno saber que si podemos llegar a un acuerdo.

Fuera de la mente de Natasha

-Mami, ya terminé.

-Eso es Manasés, ahora ven aquí por favor.

-Esta bien.

-Tenemos que hablar muy seriamente sobre lo que pasó ayer, ¿qué hemos hablado sobre el control de impulsos?

-Que debo pensar las cosas bien antes de actuar.

-Y dime, ¿ayer pensaste?

-No, pero... -La mire a los ojos y tenía esa mirada penetrante que me hacía entender que no había pero que valiera-

-Yo se que no es bonito que te traten por apodos, que el lo hiciera estuvo muy mal, pero tú tenías más formas para conseguir que parará, en cambio ambos decidieron seguir con lo mismo y terminaron en pelea.

-Perdón.

-Un perdón no es suficiente, sabes que la regla de no pelear está claramente en el manual de convivencia y las reglas de la casa, aún así jovencito te hiciste el loco e ignoraste a quien te aconsejo e intentó hacer que entrarás en razón, pudieron haberse lastimado, un mal golpe, caída, estuvieron de suerte que solo se hicieron esos rasguños.

-Bajé mi cabeza y las lágrimas empezaron a salir, sabía que tenía razón en lo que decía, y en su tono escuchaba la decepción- BUAA, lo siento.

-Ven aquí. -Lo puse sobre mi regazo y seque sus lágrimas- Peque no puedes ponerte en riesgo de esa forma otra vez, hay más maneras para actuar frente a una provocación que no son golpes, además pudiste haberlo herido aunque esa no fuera tu intención.

-Lo siento, se que no debí, pero después que me llamara así no me pude controlar.

-Y por eso, ¿de qué estamos hablando?

-El control de impulsos.

-Correcto, tienes que aprender chiquito a como actuar en esas ocasiones, no puedes simplemente explotar cada vez que te provoquen.

-Aprenderé, lo prometo.

-Yo se que si, pero mientras tanto tendré que poner consecuencias a lo que hiciste, y no serán pocas, además no pienses que por estar suspendido vas a poder hacer lo que quieras, pero ahora ve y báñate antes de que hablemos de eso.

-Si señora. -Fuí, me bañé y me vestí, pero cuando iba a bajar los nervios me traicionaron y empecé a llorar otra vez, sabía que lo que hice fue grave y eso significaba que me iba a pegar con el cinturón, y si la regla de madera no me gustaba ese si que menos-

-Ey tranquilo chiquito, -subí y lo encontré llorando, así que me agache a su estatura y abrí mis brazos para que se acercara y darle un abrazo- ven aquí.

-Se que hice mal, pero por favor no muchos, en serio ya entendí. -Me metí entre sus brazos y dejé que me apapachara-

-Ven, vamos a la oficina y lo hablamos.

En la oficina

-Sientate Manasés.

-Sniff.... Sniff... Si señora.

-Ahorita vas a organizar tu maleta con lo que tenías de clase, iremos a la clínica y mientras ellos llegan me vas a acompañar o a alguien del personal a hacer su trabajo, los próximos días si nos levantaremos a la misma hora de siempre, lo de hoy fue solo porque teníamos que hablar primero, en la tarde te adelantaras y harás las tareas que dejen, y de no alcanzar a hacerlo todo tienes la mañana siguiente para hacerlo, ¿hasta ahora todo claro?

-Si ma.

-Ahora la parte que no nos gusta.

-🥺 por favor.

-No me hagas esa carita peque, sabes muy bien lo que pasa cuando incumples las reglas.

-Pero duele.

-Lo se chiquito, pero ese recordatorio evitará un poco que lo vuelvas a hacer mientras aprendes a controlar tus impulsos.

-¿Traigo el cinturón?

-Aún no chiquito, pero tienes razón de que es parte de las faltas graves, y serán 50 azotes con el cinturón sobre esa colita.

-BUAAAA, son muchos, no podré soportar tantos.

-Espera, no me dejaste terminar.

-¿Hay más? -Pregunte asustado-

-¿Me dejas hablar?

-Si.

-No te los voy a dar todos de una vez, serán 10 por noche de cada día que estás suspendido, así recordarás que en vez de estar recibiendo ese castigo y deber no solo hacer la tarea sino también adelantarte en la tarde, deberías haber estado estudiando en el colegio, y luego recibirás tu tiempo fuera.

-Sniff... Sniff... Me va a quedar ardiendo.

-Debiste pensar en eso antes de involucrarte en una pelea, y si tengo que dejarte esa colita caliente para que se te quede el mensaje lo haré. Ahora ve y alista tu maleta que vamos a la clínica.

-Sniff... Si mami.

El día transcurrió tal y como lo dijo, primero la ayude en la clínica, almorzamos y cuando llegaron todos me ayudaron a adelantarme, y para mí mala suerte hoy a todos los profesores se les había ocurrido dejar tarea.

-Y, ¿cómo te fue?

-No salgo de una para meterme en otra Cris, no sé porque no te escuché, es como si me gustará ser terco.

-Yo intenté advertirte, pero no querías escuchar.

-Y me arrepiento, ahora mi colita va a quedar muy adolorida.

-Bueno, estoy seguro que no te quedarán ganas de involucrarte en una pelea por un tiempo.

-Ni que lo digas.

-¿Ya terminaste Manasés?

-No señora, ya continuo.

-Ok, pero empieza a alistar la maleta que ya casi nos vamos.

-Si señora.

De vuelta en casa



#1358 en Otros

En el texto hay: madre, adolecentes, adopcion

Editado: 20.05.2024

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