Ya iban dos semanas desde que le di su regalo a Manasés y seguía sin hacerme caso de dejar el lugar organizado, y tal vez estaba siendo muy permisiva porque quiero que lo disfrute, pero me estoy cansando de todas las noches tener que pasar a limpiar su desastre, las pinturas y demás tienen componentes tóxicos, los trozos de arcilla en el suelo o incluso, la pintura, agua con que limpia los pinceles que se haya regado puede hacer que se resbale y se caiga, y no quiero eso.
-Manasés es la última vez que te lo digo, debes organizar y limpiar cuando dejes de usar el cuarto, ¿está claro?
-Si, ya lo se.
-Pues no parece jovencito, todas estas noches he tenido que limpiar el desorden y ya me cansé, donde vuelva a pasar tendremos una charla muy seria y no te va a gustar.
-Ok, ya entendí. -Ash que molesto, solo son unas cuantas manchas de pintura y arcilla, y los potes de pintura, pinceles, demás instrumentos, igual que tiene de malo que estén en el suelo, no soy tonto como para olvidarme que lo deje ahí y resbalarme con eso, y hablando de resbalar se me acaba de ocurrir una idea traviesa-
Una hora más tarde
-¿Tienes todo listo para que puedas descansar la semana de receso?
-Si ma, ya hice todas las tareas.
-Ok, ¿quieres ver una película antes de ir a dormir?
-Sii.
-Está bien, pero recuerda dejar todo limpio y ordenado.
-Si señora. -Hora de poner en marcha el plan-
-¿Cuál película quieres ver?
-La del prisionero de Azkaban de Harry Potter.
-Está bien voy a ir buscándola y organizando todo para verla.
-Bueno ma.
Unos minutos después
-Ya está ma.
-¿Seguro? No quiero ir, revisar y encontrar lo mismo.
-Te prometo que todo está muy limpio. -Más de lo que te imaginas-
-Pasa a la sala, termino de organizar la cocina y voy.
-Esta bien mami.
-Ese es mi niño, no me demoro.
Termine de organizar y ví que Manasés ya estaba en la sala, y aunque confiaba en él, algo en su mirada me indicaba que no todo era lo que parecía, por lo que decidí ir a mirar como había dejado todo.
-Mmm, ciertamente huele limpio. Sssss...BAM.
-Jijijiji.
-¡Manasés!
-Señora.
-Vete a tu habitación ahora.
-Pero... Solo fue una broma.
-Dije a tu habitación, a no ser que quieras esperarme de una vez en mi oficina en tu rincón, tu decides.
-Ya subo.
-Eso espero. -Había dejado jabón en el piso haciendo que me resbalara y me pegará en la espalda, me arrepentía de haber comprado ese jabón transparente y ahora solo estaba adolorida y molesta-
Aproveche que estaba ahí y entre a la cabina para poder gritar, descubriendo también que solo había arrumado todo ahí dentro en vez de realmente organizar, lo que hizo que me enfadara más.
-AAAAAAAAA. -Ahora si va a ver ese jovencito, le advertí muchas veces sobre el orden, además de ya haber hablado sobre lo que era una travesura aceptable y la que no, y está obviamente atentaba contra la integridad de los demás-
Tome unos minutos para calmarme, concilie con esa vocecita interna y aún un poco molesta, me tomé una pastilla para el dolor y ya en ese momento si subí, pero me encontré con que se había encerrado.
-Manasés abre la puerta.
-Noooo, tu estás molesta y vas a castigarme.
-Ya estoy calmada cariño, y si, si voy a castigarte porque lo que hiciste estuvo mal, ahora abre, porque si tengo que bajar por las llaves para abrir será peor para ti.
-Fue solo una bromita.
-Claro, tal parece que olvidaste todo lo que hablamos la última vez de cuales eran las aceptables y las que no, y lo que iba a pasar si hacías una de las que no están permitidas, ahora es la última vez que lo voy a decir, abre esa puerta de una vez si no quieres que tu castigo aumente.
-¿Sigues molesta?
-Más que molesta estoy triste de que hayas decidido hacer así las cosas, fue peligroso lo que hiciste cariño, y si te pido que organices las cosas es por algo, no solo por capricho sino porque sus componentes o el objeto en si puede hacerte daño.
-Note por su tono que era sincera, además de un suspiro de que se estaba cansando de todo esto, así que abrí la puerta y salí- En verdad lo siento. -La abracé e hizo una mueca de dolor, por lo que me arrepentí aún más-
-Vamos a la oficina peque. -Ese abrazo había dolido, de seguro me había quedado un hematoma o algo que ya se pasaría-
-Ok.
En la oficina
-Seré sincera chiquito, lo de no ordenar esta entre las faltas leves, y vamos a dejar lo de la broma también en ese nivel, te advertí lo que pasaría si no hacías caso y descubrí que solo arrumaste todo dentro de la cabina así que vamos a tener una charla muy larga.
-Trague saliva, sabía que haber dejado las cosas ahí era intentar engañarla, lo cual equivalía a mentir y eso solo significaba una cosa, esa temida regla que tanto odiaba- ¿La traigo?
-¿Qué cosa?
-¿En serio me hará decirlo? Parece que si- La regla.
-No peque, tienes razón que intentaste engañarme y eso es mentir, pero te voy a dar suficientes palmadas para saldar eso también.
-Mmm, ¿serán muchas?
-Ya lo veremos, ahora ven aquí.
-Que dijera eso me angustio, normalmente me decía exactamente cuantas iban a ser, pero no estaba en posición para discutir así que simplemente obedecí-
Plas Plas Plas Plas Plas Plas Plas Plas -Había empezado suave y lento, está vez se había pasado por lo que estaríamos aquí un rato largo- Plas Plas Plas Plas
-Lo siento.
Plas Plas Plas Plas Plas Plas Plas Plas -Me cansé de repetirlo Manasés, te lo deje pasar dos semanas, pero ya no más, te lo advertí muchas veces, quería que disfrutarás el lugar y fui muy permisiva, pero eso se acabó, cuando terminemos con esto vas a ir y dejaras el lugar organizado, pero durante esta semana de receso no tendrás permitido usarlo, voy a cerrarlo con llave y después de ese tiempo ya veremos si te comprometes para volverlo a usar. Plas Plas Plas Plas