No lograba dormir, me preocupaba que mi niño tuviera otra pesadilla, yo se lo horrible que es cuando nisiquiera ahí puedes descansar y todas tus inseguridades atacan, así que me quede fuera de la puerta de su cuarto por si algo pasaba.
-Mmm, 5:40 la alarma de mamá debe estar por sonar, voy a ir a su cuarto para sorprenderla. -Pero el que quedó sorprendido fuí yo, al abrir la puerta ahí estaba ella sentada, dormida aunque a la vez un poco inquieta- Mami despierta, ¿qué haces ahí dormida?
-Mmm, buen día mi niño, ¿dormiste bien tesoro?
-Yo si, ¿pero y tú?
-También dormí bien, no te preocupes, ve alistandote y yo voy a mi cuarto a hacer lo mismo.
-Mamá.
-Si Manasés.
-Gracias. -Fue fácil intuir lo que hacía ahí, no había ninguna duda en que realmente se preocupaba por mi, y aunque fuera desde atrás de la puerta, que ella velara mi sueño yo creo que fue lo que me ayudó a descansar-
-No fue nada mi niño, ahora alístate y revisa que lleves todo para tu día con Alex.
-Si ma.
Hice lo que dijo y guardé unas cuantas cosas más en la maleta para llevar, cuando menos pensé ya estábamos desayunando y en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos en la clínica sacando a su primer paseo del día a los pacientes internados.
A las 7:30
-Como lo prometido es deuda, aquí estoy.
-¡Alex!, tu si que eres puntual, Manasés está en el salón, muchas gracias por pasar el día con el, es que hoy viene un inspector y voy a estar muy ocupada, además que se que quiere jugar con la consola y con tantos chicos acá es complicado.
-No te preocupes, tu sabes que yo feliz, pero me debes una, de preferencia una salida solo tu y yo.
-Jajajaj, ok está bien.
-Bueno con eso aclarado voy por él.
-Gracias, así yo puedo seguir organizando todo acá.
-No es nada, y te aseguro que todo estará bien, no te vayas a preocupar por nosotros.
-Está bien, confío en eso, pero por sí acaso sabes que tienes mi permiso para castigarlo si algo pasa, aunque tú sabes a que me refiero.
-Si tranquila, no tienes ni que decirlo, yo no le tocó ni un pelo a tu tesoro.
-Gracias por entender, y pues tú sabes a que situación aplica.
-Si, y ahora deja de preocuparte y enfócate en lo que tienes por hacer.
-Cierto, tienes razón, solo que nunca me he separado tanto tiempo de él desde que lo adopte.
-Lo se, pero todo va a estar bien.
En el salón
-¿Listo pequeño?
-Si Alex😁.
-¿Y que vamos a hacer hoy?
-¿Podemos jugar con la consola?
-Claro que si, aunque intentemos está vez no dañar los controles.
-Prometo intentarlo, pero no sé que tanto nos emocionemos con estos juegos nuevos.
-Jum, con que me vas a dar el privilegio de estrenar los juegos contigo.
-Sip.
-Fantástico, entonces vamos.
Ya en casa de Alex
-Bueno Manasés ve acomodando la consola, yo voy a hacer unas onces para que comamos.
-Está bien Alex.
-¿Quieres maní o galletas?
-Galletas.
Al poco tiempo llego con las galletas, jugo y otros dulces, elegí el primer juego, era uno de laberintos donde cada jugador debía encontrar una parte de la llave y llevarla al centro del laberinto para poder avanzar, estábamos muy entretenidos, jugamos como unos 30 niveles antes de que le llegara un mensaje a Alex de mamá preguntando como íbamos y si ya habíamos almorzado, fue cuando nos dimos cuenta que se nos había ido toda la mañana y que ya iban a ser las 2.
-Rayos si que pasa el tiempo, Manasés ayúdame a poner la mesa, haré unas tortillas rellenas para almorzar.
-¿Porque debo hacerlo?
-Porque te lo estoy pidiendo, es solo un favor para acelerar las cosas.
-Pues no pienso hacerlo.
-Entonces no te lo pido, te lo ordeno, es mi casa y estoy a cargo, así que pon la mesa mientras preparo lo que vamos a almorzar.
-Ya dije que no voy a hacerlo, pon tú la estúpida mesa.
-¡Manasés! -Por dios, ¿dónde quedó el chico al que le gustaba ayudar? Y ¿porque lo cambiaron por este tan respondon?- Así no se responde jovencito, ¿qué son esas malas palabras?
-Solo quiero empezar el otro juego, no poner la tonta mesa.
-Manasés no te demoras nada, solo es que pongas las servilletas y las bebidas, no necesitamos cubiertos porque la tortilla la podemos comer con la mano.
-Bueno, si es tan simple hazlo tu, yo no tengo porque hacerlo.
-Estoy ocupado salteando está carne y picando el resto de ingredientes, si adelantas lo que te pido menos tiempo nos tomará y más pronto podremos volver a jugar.
-¿Que parte de que no lo haré no entiendes? Ya déjame tranquilo Alex. -No lo estaba haciendo a propósito o tal vez si, ya ni yo lo sé, solo me da el impulso y de escuchar a los otros chicos hablar así ya se me pegó-
-Ok, está bien, pero debes dejar la consola un rato, llevamos mucho tiempo frente a esa pantalla y no es bueno, además imagino que Nat te tiene un límite de tiempo para todo eso.
-Nooo. -Mentí muy descaradamente, pero mamá me había dejado pasar el día con Alex pensando en que yo pudiera jugar, así que omitir la verdad en este momento no estaba mal-
-Entonces no te importara que le pregunte, sabes incluso lo voy a hacer ahora mismo.
-No, como se te ocurre eso idiota. -Wow, yo y mi bocota, nisiquiera llegué a imaginar que diría tantas cosas así en tan poco tiempo, y mucho menos a él, pero no sé, creo que por la misma confianza que le he ganado es que sentí que podía hacerlo-
-Manasés fue suficiente, esas no son palabras que debas usar, ahora sí vas a venir en este instante, pondrás la mesa y te irás a la esquina a quedarte en tiempo fuera hasta que termine de preparar el almuerzo.
-Pero...
-Pero nada, ahora obedece a no ser que quieras que Nat se entere.
-¿No le vas a decir?
-Si haces en este momento lo que ordene no, pero si sigues por el camino que vas le diré todo con lujo de detalles.