Mamá fue por sus cosas a la oficina y dejo el resto de cosas organizadas, nos despedimos de todos, incluso de los chicos quienes habían terminado eligiendo una película de ciencia ficción, dejó a alguien a cargo y nos fuimos al carro para emprender nuestro camino.
-Mami, ¿podemos ir primero por el helado?
-Claro que si cariño.
-Y ma.
-Si, dime tesoro.
-¿Pasa algo si no elijo nada de premio?, es que no tengo ideas de que pedir.
-No pasa nada tesoro, si ese es el caso podemos volver luego cuando ya se te ocurra algo, pero por ahora vamos por ese helado.
-Siii, gracias ma.
-No es nada mi niño.
Llegamos al centro comercial y como siempre le advertí que no se alejara demasiado y todo lo de siempre, se que a él le parece tedioso y le fastidia pero más vale prevenir en vez de que luego me salga con que yo no le dije nada y por eso lo hizo.
-¿Tengo permitido entrar a una tienda y mirar o ni siquiera eso?
-Ey, no respondas así, sabes que las reglas son por tu seguridad.
-Pero es que me las repites todo el tiempo, no es como si no tuviera memoria para recordar que debo ir cerca o avisar hacia donde voy si me quiero alejar, me tratas como si tuviera 6.
-No cariño, te trato como lo que eres, un jovencito impulsivo al cual por la emoción se le puede olvidar ese tipo de reglas básicas, por eso prefiero repetirtelas antes de bajar del auto y evitarnos un mal rato.
-Ish, pero eso no va a pasar.
-Bueno cariño, prometo una próxima vez no hacerlo, pero te advierto desde ahora que si en esa ocasión incumples alguna de las reglas, no solo volveremos a hacer esto sino que te llevarás un castigo ahí mismo en el lugar sin importar cual sea, ¿soy clara?
-Si ma.
-Muy bien, ahora vamos.
Entramos y fuimos directamente hacia la heladería, pero igual parabamos frente algunas tiendas a ver si le gustaba algo que fuera su premio.
-De chocolate, ¿cierto tesoro?
-Si mami.
-Dos conos sencillos de chocolate por favor.
-Sin problema.
Nos entregaron los helados y en vez de sentarnos a comer decidimos seguir dando vueltas, al final terminamos en una de las tiendas favoritas de Manasés, obviamente la de arte, ay mi pequeño artista, es increíble como se le iluminan los ojos y la alegría que se le ve cuando se trata de algo así.
-Mami, mami ya se que quiero, ¿lo llevamos?
-Tesoro tranquilo, primero explícame bien, ¿a qué te refieres?
-A esto, -le enseñé un block con muchas hojas de colores y un manual para hacer origami, me llamaba la atención y nunca lo había intentado, pero la cara que puso me desconcertó- ¿si podemos?
-Mmm, claro que si tesoro, sabes que si, pero se supone que es un premio cariño, esto te lo puedo comprar en cualquier ocasión, ¿seguro que no quieres otra cosa?
-Es que.. es muy caro.
-Manasés eso lo decido yo, dime que es.
-Tome uno de los folletos con actividades que tenía la tienda y se lo enseñe, había un taller sobre el Kintsugi (es una técnica japonesa en la cual se pega la cerámica con barniz mezclado con oro en polvo) que se veía interesante, pero me parecía algo muy costoso para lo que sería solo un dia, bueno en realidad unas horas- Es esto.
-¿Te gustaría tomar este taller?
-Si, pero es mucho.
-A ver, ya te dije que eso lo decido yo, además podemos agradecer que tenemos una buena estabilidad y de por si también había estado ahorrando durante el año para cuando llegara este momento poder darte lo que quisieras, así que tesoro, si esto es lo que quieres, lo tendrás.
-¿En serio?
-Claro que si peque, te lo ganaste, además no está tan caro, me sale mucho más barato que comprarte otra consola.
-Eres la mejor mami, te amo.
-Y yo a ti mi niño, ahora vamos y paguemos esto.
-¿Igual lo compraremos?
-Pero claro, es algo que quieres y otra cosa más con la cual podrás entretenerte estás vacaciones.
Fuimos y pagamos el block y el manual, ya en navidad si veía que le gustaba podía comprarle otros cuantos con figuras más complejas, también deje pagado el taller el cual lo darían el lunes así que debía tenerlo presente para organizar todo, esa ilusión y su mirada iluminada lo son todo para mí, el hecho de verlo feliz es simplemente genial.
Fuimos a casa y recibí una llamada de Alex, mañana era nuestro día de encuentro y todavía no habíamos planeado nada, pero apenas le contesté dijo que mañana estaría la feria abierta y podíamos ir, en realidad me pareció un buen plan y de paso podia poner a prueba lo que hablamos con Manasés, solo espero no arrepentirme luego.
-Cariño mañana nos vamos a levantar un poco más tarde, iremos con Alex a una feria que viene de vez en cuando a la ciudad, y ya que empezaron tus vacaciones tu hora de ir a la cama la vamos a correr hasta las 10:30, ¿ok?
-Siii, genial.
-Pero la regla sobre los aparatos sigue igual cariño, a las 9 no más celular, computador ni MP3, si quieres que veamos una película, televisión en general, o jugar con la consola está bien, pero si es jugar a las 10 se apaga, lo otro si si nos da hasta la hora exacta no hay problema pero solo porque sabes las condiciones que hay.
-Pero ma, ¿porque no corremos también ese horario? Por favor.
-Porque sin ir a clases igual tus 4 horas permitidas por aparato ya se habrán acabado para ese momento, igual cariño no te estoy quitando la posibilidad de todo.
-Mmm, está bien.
-Ese es mi niño, ahora sí ve y deja eso en el estudio mientras preparo la cena, ¿quieres mazorcada?
-Siii, que rico.
-Mazorcada será.
El fue al estudio de arte y de una empezó a intentar una de las figuras del libro, yo mientras prepare la cena y me puse a pensar que de seguro sería difícil que cumpliera esa regla durante las vacaciones, pero bueno ya veremos como se va dando todo.
Cenamos y el decidió ponerse a jugar en la consola, yo aproveché para ir a mi oficina y organizar todo para poder acompañarlo el lunes a su taller, afortunadamente no tenía hasta el momento ningún paciente agendado para ese día, lo cual fue un verdadero milagro, llene los reportes correspondientes y revise la contabilidad, todo está marchando como es debido y eso es un gran alivio para todos.