Ya había llegado el lunes, día en el que Manasés tomaría el taller que pidió como premio, lo tenía dormido a mi lado ya que parte de su castigo era estar bajo mi supervisión a cada instante, eso incluía dormir en mi cama, y si, puede que como con muchas cosas este exagerando con esto, pero después de ese susto todo lo que quiero es tenerlo a mi lado y asegurarme que el haberlo encontrado no fue solo un sueño.
-Tesoro despierta, debes alistarte para ir a tu taller.
-Mmm, ¿si puedo ir?
-Pero claro tesoro, ahora levantate y te alistas.
-Si ma.
La verdad llegue a pensar que iba a cancelar eso como parte de mi castigo, pero mamá no era así, ella separaba las cosas y pues esto no tenía que ver con lo que pasó en la feria.
-Estoy listo mami.
-Excelente tesoro, aquí esta tu desayuno, come y nos vamos. -Desde el día que pague por el taller había organizado todo para tener el día libre y acompañarlo, incluso ya había dejado a alguien a cargo, pero no dejaban de llamarme e ignorar las llamadas no funcionaba-
Por llamada
-Aló, ¿qué pasa?
-Perdón jefa, se que ya había organizado todo para tomarse el día libre, pero la necesitamos, llegó un caso que necesita de su experiencia y es un poco, muy urgente.
-Grrr, preciso hoy, ya salgo para allá, soluciono algo primero y voy.
-Esta bien jefa, y de nuevo lo siento.
-No te disculpes, no es tu culpa, las emergencias así ocurren.
-Bueno, nos vemos pronto jefa, y por favor dese prisa.
-Lo haré, pero ustedes confíen en su trabajo, se que sea lo que sea pueden mantenerlo estable mientras llego.
-Lo haremos.
Fin de la llamada
-Manasés cambio de planes, tenemos que ir a la clínica y ahí alguien te va a recoger, ¿prefieres que sea uno de tus abuelos o Alex?
-Mm, Alex, ¿pero que pasa ma?
-La verdad, ni yo estoy segura, lo descubrire al llegar allá.
Le pase mi celular a Manasés para que le escribiera a Alex, el le contesto y dijo que no tenía problema, lo cual fue un gran alivio, no quería que se perdiera de su premio, pero tampoco iba a enviarlo solo.
Llegando a la clínica
-Ahora Manasés, vas a ir al salón de mayores y esperaras a Alex, lo obedeces en lo que te diga y ni se te ocurra alejarte de nuevo, le dices que por favor me escriba apenas lleguen allá, y disfruta de tu taller cariño.
-Esta bien ma, te amo.
-Y yo a ti cariño.
Entramos a la clínica y me asegure de que Manasés entrara al salón, pero apenas llegamos ya me estaban bombardeando con información.
-Oigan esperen, más despacio que así no entiendo nada.
-Perdón jefa, es que llego esta emergencia y usted es la experta.
-Ok, cuéntame que pasó.
-Llegaron estos dos jaguares, son madre e hijo, están presentando problemas cardíacos y respiratorios, el cachorro incluso presentó convulsiones.
-¿Ya hicieron los estudios necesarios?
-Estamos esperando por los resultados.
-Ok, vayan preparando el quirofano por si necesitamos intervenir quirúrgicamente, vamos a monitorear sus signos vitales sin falta, cualquier anomalía intervenimos inmediatamente.
-Si jefa, enseguida.
Minutos después
-Hola pequeño, ¿nos vamos?
-Alex, siiii.
-Bueno, coge tus cosas y te llevo.
-Mamá dijo que le escribas cuando lleguemos.
-Eso haré entonces, ahora vámonos para que no lleguemos tarde.
-Si señor.
-No tengo que preocuparme por que te me vayas esta vez, ¿cierto?
-Esa pregunta me hizo sentir incómodo, si bien el picor y la sensación de castigo en mi colita ya había pasado, el recordar lo que había pasado me hizo sentir culpable otra vez por haberlos preocupado- No señor, no me alejare.
-Ya peque, solo bromeaba, no te pongas mal.
-Es que los asuste, y los decepcione, perdón.
-Tranquilo, lo importante es que ya entendiste que estuvo mal y no lo repetiras.
-Lo prometo, al menos no en un buen tiempo.
-Eso es perfecto, ahora andando.
Salimos de la clínica y fuimos en el auto hasta el centro comercial, íbamos hablando amenamente, pero cuando le pregunté por lo que iba a hacer en las vacaciones volvió a tensarse, ahí me di cuenta que no es que no tuviera un plan de que hacer, sino que seguro Nat lo había castigado con algo que tiene que ver con eso.
-Adivinare, no puedes salir con nadie.
-Ujum.
-¿Cuánto tiempo?
-Un mes, igual que la vez pasada.
-Asi que el que te haya dejado ir conmigo es un milagro.
-No, bueno si, o no se, ella no combina las cosas y de por sí desde antes ya había cuadrado todo para acompañarme, no iba a dejar que me perdiera esto.
-¿Sabes? Son vacaciones, estoy seguro de que puedo convencer a tu mamá de que nos veamos más seguido y así de paso puedes salir a hacer más cosas.
-¿En serio? Eso sería genial, gracias papi.
-No es nada, pero será nuestro secreto, que ella no se entere, aunque con como es seguro se dará cuenta pronto, pero que por nuestra boca no sea que se entere.
-Jajajaj, está bien.
-Ahora cuéntame, ¿porque te llamó la atención ese taller?
-Es que por lo que leí en el folleto es una forma en la que expresan la resiliencia, y ya que es la capacidad de superar adversidades me pareció algo muy bonito, como todos, hemos vivido muchas cosas difíciles, pero se que mamá y yo aún tenemos algunas heridas que se nos dificulta sanar, pero aún así seguimos aquí intentando seguir adelante juntos sin importar cuanto duela.
-Sabes peque a veces logras ser muy profundo, que hayas elegido esto por esta razón demuestra un gran entendimiento de tu entorno y realidad, seguro lo que hagas te va a quedar muy bello, y mira ya llegamos.
-Siiiii.
-Pero primero...
-¿En serio lo vamos a hacer?