Manasés no pasó una buena noche, le había dado fiebre, dolor de cabeza, de garganta y le seguían los estornudos, lo cual me ponía en un gran dilema, ya que no podía faltar al turno en el trabajo, ni pedirle a alguien que me cubriera porque todos estaban ocupados, pero por otro lado tenía a mi niño resfriado, totalmente mimoso y me estrujaba el corazón no poder quedarme cuidándolo todo el tiempo, lo bueno es que no era nada tan grave como para necesitar ir al médico, pero del sofá de mi oficina no se iba a mover.
-Buaaa mami, me duele mucho.
-Shh, lo se corazón, quedate tranquilo tesoro, te voy a traer una bebida caliente que a mi me suele aliviar y una pastilla, pero no llores más cariño que solo te aumentará el dolor.
-Traje el termómetro y unos paños de agua tibia para ayudar a que ceda la temperatura.
-Muchas gracias Alex, ¿puedo pedirte un favor?
-No tienes ni que preguntarlo, sabes que si.
-¿Te puedes quedar con Manasés en mi oficina en la clínica?, es que tengo muchos pacientes que atender y tu sabes que estos días no he ido a cubrir turno ni encargarme de las cosas administrativas, y la verdad me quedaría más tranquila si se que tu estas a su lado.
-Claro que si, ahí estaré, yo se que es difícil pero tu enfócate en sacar tu trabajo adelante, con eso más pronto de lo que te imagines estarás dándole a tu pequeño todos los mimos posibles.
-Eso espero, muchas gracias Alex. Y en cuanto a ti jovencito, levanta ese bracito para poder tomarte la temperatura.
-No quiero.
-Manasés no es algo de si quieres o no, necesito tomarte la temperatura para asegurarme de que no sea demasiado elevada y pase algo grave.
-Eso es muy frío mami, buaaaa.
-Lo se peque, pero no serán más de 5 minutos, ahora levanta el bracito para ponerlo y ahora sostén el termómetro ahí hasta que pite, mientras yo voy a buscar la pastilla y preparar la bebida.
-Nooo, buaaaa, no te vayas.
-Yo voy Nat, tu quedate con tu niño.
-Gracias Alex. -Me quede con mi niño y le hice mimos en su cabeza mientras esperábamos, ya que si le colocaba los paños ahora solo afectaría el resultado del termómetro y necesito saber la temperatura exacta- 38° exactos, no está tan elevada, pero tampoco está bien, tenemos que bajarla.
-Ya volví, mira Manasés, tomate esto, te ayudará a sentirte mejor.
-Mm, gracias papi.
-No es nada pequeño, ahora tomatelo todo para que te ayude.
-Esta bien. -Ciertamente la bebida estaba rica, sabía a naranja, aunque estaba un poco más caliente de lo que suelo tomarme las cosas, pero si me alivia eso será lo de menos, la verdadera pelea estuvo fue con la pastilla, que aunque era diminuta, para mi parecía imposible la tarea de pasármela-
-Manasés solo debes tomar un sorbo grande de agua y pasar cariño, es super pequeña y no la vas a sentir.
-Nooo.
-Tesoro es para que te sientas mejor, ya verás como con el tiempo te quita el dolor.
-Pero es que no puedo, achú.
-Si puedes tesoro, yo sé que si, haz un intento más.
-Mmmm, ok. -Hice otro intento y logré pasarla, aunque para ello me tomé casi un vaso completo de agua-
-Yo sabía que podías tesoro muy bien, ahora es momento de tomar una ducha para irnos.
-Buaaa, papi dile que no, solo quiero estar en cama.
-Manasés, pequeño, sabes que si fuera otra la situación tu mamá te complacería, pero lleva días sin ir a trabajar y tiene cosas de las cuales encargarse, y no se sentirá bien si estás tan lejos de ella, además el baño te ayudará a que baje la temperatura.
-Pero.. pero.. buaaa.
-Tranquilo peque, si quieres quedarte aquí con Alex lo entiendo, atenderé los pacientes y vendré apenas me desocupe.
-Nooo, buaaaaa, muy lejos, achú.
-Entonces vamos a ducharte, alistarte, comes algo ligero, que aunque agradezco que no te esté molestando el estómago prefiero prevenir y nos vamos.
-Si mami.
-Ese es mi niño.
Fuí y me aliste yo también, le prepare una aromática y le serví unas galletas saladas, prefiero darle algo suave a tener que agregarle un dolor de estómago a sus síntomas. Él bajo poco después ya bañado y con un pijama delgado, lo cual de por sí le sirve para mantener su temperatura como es por lo que no le dije nada, se comió todo y estuvimos listos para irnos.
-Listo corazón, vámonos.
-¿Me cargas?
-Esta bien. -Previendo lo que pasaría luego le di las llaves del carro a Alex para que el manejara y yo me subí en la parte de atrás con Manasés para ir haciéndole muchos mimos- Pronto te sentirás bien tesoro.
-Mmm, yo quiero sentirme bien ya.
-Lo se cariño, estar enfermo es de lo peor, pero confiemos en que los medicamentos te hagan efecto. -Si para mañana no muestra mejoría o si le sube mucho la temperatura tendré que llevarlo a que lo inyecten para que el medicamento sea más efectivo y actúe más rápido, pero espero no llegar a eso-
-Si Manasés, por hoy solo debes preocuparte por descansar y dejar que te cuide mientras tu mamá está trabajando y puede venir a hacerlo ella.
-Esta bien, achú.
-Te amo mi niño. -Deje un besito en su frente y afortunadamente parecía tener menos temperatura-
Como siempre llegamos a la clínica antes que todos, por lo que deje acomodados a Alex y Manasés en mi oficina antes de empezar a organizar todo para recibir a mi equipo y comenzar con el turno.
A las 8
-Buenos días equipo, un placer estar aquí con ustedes de nuevo, espero tengamos un buen turno.
-Muchas gracias jefa, que así sea.
-Perdón jefa, una pregunta, ¿dónde está Manasés?
-Eso es otra cosa que quería comentarles, Manasés está en mi oficina junto con Alex ya que está resfriado y con un poco de fiebre.
-Ojalá se recupere pronto.
-Que así sea, pero bueno todos a sus puestos, los primeros clientes no demoran en llegar.
Y como si los hubiera invocado apenas todos se dispersaron empezaron a llegar los clientes como en estampida, era un día muy ocupado y ajetreado el que se venía.