Llegó el viernes y no teníamos casi pacientes agendados, por lo que todos acabamos turno antes del medio día y nos fuimos con nuestras familias, yo por mi parte iba a aprovechar para decorar la casa con Manasés.
-¿Listo cariño?
-Si mami.
-Muy bien tesoro, vamos a casa.
-¿Qué planes hay para hoy mami?
-Hoy vamos a decorar la casa cariño.
-¿Con el árbol y el pesebre?
-Y luces, adornos, todo lo que desees.
-Siiiiii. -Siempre deseé ser parte de eso, todas mis navidades y año nuevo los había pasado en los orfanatos y solo fue hasta el año pasado que tuve un regalo de algo que quería, esa manilla con el dije que mamá me había comprado es algo que cuido con todo mi corazón, era nuestra promesa y en su momento también fue un faro de esperanza en que mi vida podría llegar a cambiar-
-Tengo la mayoría de cosas guardadas en el garaje, voy a escribirle a Alex que las vaya sacando para ahorrarnos un poco de tiempo. -Habíamos determinado que ya que Alex llevaba tanto tiempo quedándose no valía la pena que se devolviera a su casa, y más en estos días de fiestas donde obviamente en vez de estar solo lo que iba a querer sería pasarlo con nosotros-
-Ok mami.
Mamá le escribió a Alex y arrancó el auto, le pregunté si podíamos preparar galletas de jengibre lo cual acepto por lo que pasamos primero a comprar los ingredientes antes de ir a casa, pero eso hizo que nos demoraramos en llegar encontrando a Alex fuera decorando.
-Mamá, ¿qué hace Alex?
-Parece que esta poniendo las luces en la fachada.
-No es justo yo quería hacerlo.
-Cariño hay muchas cosas con las que puedes ayudar, Alex solo quizo adelantar un poco.
-Pero quería hacerlo yo. -Me cruce de brazos y me enfurruñe en mi puesto-
-Ay no cariño, no me hagas un berrinche jovencito, aún hay muchas cosas por hacer, no tienes porque enfurruñarte así, cuando entremos a la casa podrás ayudarme con todo, e igual corazón el colocar las luces como lo está haciendo Alex no te lo hubiera dejado hacer, al menos no solo, esta muy alto y podrías caerte.
-Pero yo quería participar en todo sniff.., es la primera vez que tengo la posibilidad y en serio quería ayudar en cada parte.
-Aww corazón, entiendo que te haga ilusión, y aún vas a ayudar Manasés, incluso, si te bajas ya aún puedes ir y ayudarle a colgar algunas, no hay razón para enojarte y hacer berrinche chiquitín.
-Lo siento.
-No pasa nada cariño, ahora ve y preguntale si puedes ayudar mientras yo entro las compras.
-Si mami. -Fuí hasta donde Alex y el al verme bajo la escalera que estaba usando para darme un beso en la frente-
-Hola Manasés, ¿me quieres ayudar?
-Siiii.
-¿Y tu mami te dejó?
-Si señor, mientras ella entró a guardar los ingredientes que trajimos para preparar galletas.
-Uy que rico, y si tu mamá te dejó entonces esta bien, pero mucho cuidado porque esta alto.
-Si papi.
-Ay chiquito, no sabes lo feliz que me haces cuando me dices así.
-Se que legalmente no lo eres, y que como tu relación con mamá es complicada por todos sus miedos tal vez nunca lo seas, pero he llegado a quererte y verte como uno, y es algo que me gusta en verdad, aunque aún aveces se me hace difícil.
-Y yo te amo como a un hijo Manasés, y te tendré toda la paciencia del mundo para que tu me veas como más te sientas cómodo.
-Gracias.
-Ahora pongamos esas luces, ¿te parece?
-Siiii.
Terminamos de poner las luces y entramos a casa donde estaba mamá, ella estaba sacando todas las cosas y organizandolas por montones para hacer las cosas más fácil.
-MAMI.
-Mi peque, ¿que quieres hacer primero?
-El pesebre.
-Esta bien corazón, pero lo primero es escoger el lugar donde lo vamos a poner.
-En la sala.
-¿Y el árbol?
-También.
-Bueno, te doy libertad para que lo coloques como gustes corazón, pero debe ser en un solo lado, no quiero diferentes piezas regadas por toda la sala.
-¿Enserio estoy a cargo?
-Si mi vida, tienes la potestad de dirigirnos para ayudarte a que quede como tu corazón desee.
-Gracias, gracias, gracias mami, eres la mejor, te amo muchísimo, no se que sería de mi si no me hubieras adoptado.
-Aww mi vida, ya no tienes que preocuparte por eso, de sangre o no ahora eres mi hijo y es todo lo que importa.
Nos dimos un abrazo largo al que se unió Alex, admito que aún me es un poco difícil tenerle la misma confianza, pasó por encima de ella y se dejó llevar por el impulso lo que hizo que dañara de algún modo a mi niño, pero Manasés ya lo perdono por completo y ha vuelto a verlo como esa figura paterna que tanto necesitaba para sanar lo que todos esos hombres malos anteriores le habían dejado, eso es algo que me llena de mucha alegría y convicción para volver a confiar en Alex con cosas de Manasés, además he de admitir que tenerlo en casa con nosotros se siente muy bien, y por mas que siga pensando que no puedo verlo como una pareja, si aprecio mucho su amistad incondicional y la forma en que me entiende sin juzgar y estar dispuesto a quedarse sin importar la etiqueta que le pongamos a esto que poco a poco se está formando, lo que me recuerda que debo escribirle a mis padres para que se queden con Manasés mientras yo voy con Alex a la feria de mascotas como regalo.
Ya al soltarnos Manasés empezó a dirigirnos, armamos el árbol en una esquina y el pesebre en la otra, mientras que el se encargaba de colocar las luces y los adornos, todo estaba quedando muy hermoso y yo me maravillaba con cada sonrisa que se dibujaba en su rostro y el brillo que emanaba de sus ojitos.
-¿Te gusta como quedó corazón?
-Me encanta.
-¿Y con que seguimos ahora?
-Mm, no se papi.
-¿Que les parece si empezamos a preparar las galletas?
-Siiii.
-Esta bien, vamos entonces.
-Mientras nos dirigimos a la cocina vi una caja con algunos adornos más- Mami, ¿y lo de esa caja?