-Manasés, despierta tesoro, tenemos que ir a dejarte donde tus abuelos.
-Un ratito más mami.
-Eso dijiste hace 10 minutos hijo, parece que tendré que suponer que no quieres ir.
-Nooo, si quiero ir, ya me levanto.
-Ese es mi niño.
El se fue a alistar muy rápido, se ducho, cambio y bajo a desayunar, estaba muy contento de la idea de pasar el día en casa de sus abuelos, y más después de las 3 semanas de castigo en las cuales casi no me le había despegado, y a decir verdad estaba pensandome muy seriamente el perdonarle esta última semana que le quedaba, además que hoy se acababa su otro castigo por lo que volvería a entregarle el celular, pero iba a esperar a que llegáramos donde sus abuelos para dárselo.
-Ya termine ma, ¿nos vamos?
-Si tesoro, Alex también ya esta listo.
-¿Entonces que estamos esperando?
-Que vayas al baño.
-¡Ma!
-Cariño sabes que es un camino largo, es mejor prevenir.
-Pero no tengo ganas.
-Bueno, entonces no vayas, pero tu sabes que por el camino no hay donde parar.
-Ya, esta bien, iré.
-Te esperamos en el auto cariño.
-Bueno ma.
Me apresure a hacer lo que mamá me había dicho, y al bajar note a Alex subiendo el regalo que habíamos comprado para mis abuelos al auto, poco después emprendimos el viaje y yo me quedé dormido hasta que escuche a mamá llamándome.
-Ya llegamos Manasés.
-Mm, siiii.
-Yo voy a ir llevando esto hasta la puerta.
-Gracias Alex.
Toc toc
-Ya vamos.
-Buen día señor Rodrigo.
-Hola Alex, tiempo sin verte, me alegro que hayan podido reconciliarse.
-Si, bueno, ahí vamos poco a poco, sobretodo con lo de recuperar su confianza.
-Claro, eso siempre es lo mas complicado, pero tranquilo, estoy seguro que lo lograrás.
-Eso espero, pero por ahora disfruto cada día como va viniendo.
-¿Qué tanto hablan ustedes dos?
-Hola hija, solo estábamos poniéndonos un poco al día.
-¡Abu Rodri!
-Hola peque, ¿emocionado?
-Siiii.
-Eso veo, ve entrando, tu abuela te esta esperando en la cocina con unas galletas.
-Mire a mamá como preguntando si podía y ella me entendió-
-Ve entrando tesoro, ya te alcanzo.
-Si mami.
-¿Y esa mirada?
-El sabe que sigue castigado papá, solo quería asegurarse que estuviera bien que se alejara.
-Tu si que has sabido impartir disciplina hija, cualquier otro hubiera entrado así no más.
-Lo se, solo intento hacer lo mejor, aunque a veces es difícil.
-Aún así lo estás haciendo muy bien, pero cambiando de tema, ¿qué traen ahí?
-Es su regalo de navidad.
-Pero hija se ve gigante, no tenías porque comprarnos nada.
-Lo se, pero quería hacerlo.
-Déjenme yo lo voy entrando y de paso hablan más cómodos.
-Si, gracias Alex. -El entro hacia la sala mientras yo me fuí con papá hacia la cocina-
-¿Y cómo van las cosas?
-Bien papá, ya pude perdonarlo, se me dificulta confiar del todo en el con cosas de Manasés aún, pero cuando le he dado la oportunidad me ha demostrado que no volverá a pasar, vamos de a poco.
-Me alegra mucho hija.
-Mami mira, la abuela hizo galletas como nosotros ayer.
-Eso veo tesoro, apenas para hacer un intercambio, ¿quieres tu entregárselas?
-Si mami. -Mamá me entregó las galletas que habíamos guardado y fuí a dárselas a la abuela- Mira abu Kat, para ustedes.
-Aww, gracias peque, se ven muy ricas.
-Hola mamá.
-Hola cielo, que bueno tenerlos acá.
-Si, gracias por aceptar cuidar a Manasés mientras voy con Alex a la feria.
-No es nada cielo, nosotros los más felices de ayudar y pasar tiempo con nuestro nieto.
-Nat, ¿nos vamos?
-Si Alex, ya voy, dame un minuto.
-Esta bien, te espero en el auto.
-Ve cielo, ya nosotros nos encargamos de todo.
-Si hija, ve y pasen un buen rato.
-Gracias mamá y gracias papá, pero necesito primero un minuto para hablar con mi niño.
-¿Qué pasa mami?
-Ten tesoro, hoy termina este castigo, pero no quiero saber que vuelves a estar botandolo Manasés, el celular es una gran herramienta y también fuente de diversión, pero también es costoso y debes cuidarlo.
-Ya lo aprendí mami, tendré cuidado y no me volveré a desquitar con el si me frustro.
-Ese es mi niño, que bueno que lo entendieras tesoro, y sobre el otro castigo lo hablaremos más tarde en casa, ¿ok?
-Si ma.
-Bueno tesoro, portate bien, nos vemos más tarde, Alex esta esperandome.
-Si señora, que la pasen bien.
-Tu igual.
Salí con la tranquilidad de dejar a mi hijo en un lugar donde se que lo adoran y lo van a cuidar, y mientras no les de por invitar a nadie externo se que estará bien, pero también estaba angustiada, no había vuelto a salir sola con Alex desde que fuimos a ver la película en el cine y sabemos como salió eso.
-Nat, ¿estas bien?
-Mmm, ah si, yo solo...
-Lo se, solo te sumiste en tus pensamientos pero tranquila Nat, todo estará bien.
-¿Seguro que quieres hacer esto? Es probable que empiece a mirar muchas cosas para el trabajo y..
-Nat, Nat, ¡Natasha escuchame!
-Mmm.
-Yo ya se todo eso, y no me molesta, solo quiero pasar el rato contigo, quiero que entiendas esto, no me importa el lugar, lo que hagamos, o que sea solo un minuto, me gusta que pasemos el rato, todo lo que quiero es que pasemos un buen día juntos.
-Lo siento Alex, es solo que se me dificulta todo esto y además sabemos como termino nuestra última salida solos.
-Lo se, pero esta vez no hay confesiones sorpresa, solo piensa que es una salida de amigos y ya, al fin de cuentas es justamente eso.
-Tienes razón, vámonos.
Subimos al auto y emprendimos camino a la feria, una parte de mi estaba emocionada y expectante, pero la otra seguía un poco asustada y nerviosa, pero distraje esos pensamientos al imaginarme todo lo que podría encontrar y tal vez comprar durante nuestra salida.