Ya había llegado el 24 de diciembre y como Nat prometió hoy y mañana íbamos a pasar el día donde sus papás, así que era el momento adecuado para vengarme de la pequeña broma que me hicieron, así que los despertaría no solo un poco más temprano sino con un ataque de cosquillas que claramente no se esperan para nada.
Así que fuí primero a despertar a Nat que es muy cosquillosa, se despertó super rápido y un poco más alterada de lo que esperé, pero se calmó y me ayudo a hacerle las cosquillas a Manasés el cual no entiendo como no se había despertado con el alboroto.
-Jajajajajaja, paren por favor.
-A todas estas Alex, ¿porqué nos despertaste?
-Es que durmieron mucho y se nos hizo tarde.
-¿Qué? Ay no, y con lo puntual que le gusta ser a mi papá, que pena, rápido Manasés ve a alistarte.
-Mmm, ciertamente esa no es la reacción que yo esperaba- Nat, calmate.
-Mamá, la alarma aun no suena.
-Mmm, espera tienes razón, ¡Alex!
-Solo fue mi venganza por la broma que me hicieron, y la sacaron barata les digo, pero igual no falta mucho para que suene.
-Esta bien, ya que estamos levantados aprovechemos el tiempo, ve a tu cuarto Manasés te dejé una nueva muda de ropa para que estrenes.
-Gracias mami, pero espera, en que momento la compraste si estos días hemos estado juntos casi todo el tiempo.
-Tu no te preocupes por eso, tengo mis métodos, ahora ve a alistarte.
-Si mami. -Me fuí a mi cuarto a hacerle caso mientras ellos se quedaron en el de mamá-
-Fue cuando fuimos a comprar los regalos, ¿verdad?
-Tu no digas nada, se que debía ir a descansar, pero vi la tienda y tuve que comprarle algo.
-Ay Nat tu no tienes remedio.
Ring riing
-Bueno ahí esta la alarma, voy a alistarme.
-Si, yo igual, y no te preocupes por el desayuno, yo lo hago.
-Gracias Alex.
-No es nada.
La dejé para que se alistara y decidí bajar para hacer el desayuno y ayudarle a adelantar algo, se que todas estas salidas y situaciones la agobian así que aunque sea con esto le aligero un poco la carga.
Puse a hacer el desayuno y subí los regalos al auto para llevarlos a la casa de los padres de Nat, poco después bajó Manasés con una sonrisa radiante que demostraba lo mucho que le había gustado la ropa y lo feliz que se sentía, y aunque a decir verdad yo no hubiera elegido esa ropa, al menos no para esta ocasión, el ver la sonrisa del pequeño solo reafirmaba lo mucho que Nat lo conoce y como en gestos tan simples le demuestras el amor que le tiene.
-Papi, papi mira.
-Te queda muy bien pequeño, ¿te gustó?
-Siiii, me encantó y es muy cómoda.
-Que bueno que te guste peque, y seguro la que te aliste para mañana te gusta más.
-Gracias, gracias mami.
-No es nada mi niño, pero ahora a comer que lo que preparó Alex huele delicioso.
-Si mami.
-Espero que les guste, es algo simple.
-Es perfecto Alex, gracias.
Desayunamos y Alex fue a alistarse mientras Manasés y yo terminábamos de organizar lo que íbamos a llevar, entre los regalos, la maleta con ropa y demás cosas, hice una última revisión y estuvimos listos.
Manasés estaba muy emocionado y ansioso, tanto que esta vez ni siquiera se durmió aunque sea 10 minutos como suele hacerlo, se que quiere ir al mirador como le prometí y el pasar estas fechas todos juntos es algo que le hace mucha ilusión, además que seguro estará lleno de regalos, tanto por parte de sus abuelos como los que le compramos nosotros para seguir potenciando su talento artístico, y aunque ver su emoción me hace feliz también me dice que se avecina una noche difícil.
-Siiii, llegamos.
-Si peque, pero espera un momento.
-Mm, ok. -Estoy demasiado feliz, es la primera vez que voy a pasar una navidad fuera del orfanato y con una familia, no quiero perderme de nada, y pienso quedarme despierto hasta la media noche-
-¿Qué te tiene tan ansioso Manasés?
-Es la primera vez que voy a pasar estas fechas fuera de un orfanato, y que tengo una familia, sentir ese cariño, que ya no estoy solo, es una combinación de muchas cosas.
-Awww, -escuchar al pequeño decir eso me lleno de sentimiento, si soy sincero nunca imagine a Nat en un papel de madre, pero ahora lo era, y no solo eso sino que es excelente en eso, le ha dado al niño todo el amor, seguridad y de por si cada cosa que necesita, y eso se nota en cada pequeño gesto y la alegría de Manasés, ella había cambiado y ese papel la llenaba de un brillo que antes no le había visto- nunca te volverá a faltar esto pequeño.
-Si Manasés, Alex tiene razón, ahora eres mi hijo, y vas a tenernos a tu lado siempre, nunca más te faltará nada de eso, y haré todo lo que este en mi poder para que no te sientas solo.
-Escuchar a mamá decir eso me lleno de una alegría desbordante, una seguridad y una paz que solo descubrí que la podía tener al conocerla, así que me bajé del auto y corrí a abrir su puerta y abrazarla, solo llevo casi un año con ella pero ha sido el mejor que he tenido, y aunque tal vez mi vida no había sido la mejor antes ahora no la cambiaría por nada del mundo, ya que cada cosa que pase me llevó a encontrarme con ella y construir ahora esta familia que me quiere y esta a mi lado siempre- Te amo mami.
-Yo también te amo tesoro, pero ahora si ve a golpear que tus abuelos ya deben estar esperándonos.
-Si mami.
Toc toc
-Ya llegaron amor.
-Si, ya voy a abrir.
Al abrir la puerta me encontré con Manasés quien daba pequeños saltitos de emoción y tenía una sonrisa gigante en su rostro, mientras que Alex le ayudaba a mi hija a sacar todo lo que había traído.
-¡Abu Rodri!
-Hola peque, ¿estas estrenando?
-Si abu, mami me la regaló.
-Te quedo muy bonita, ahora ¿qué te parece si entras a saludar a la abuela mientras yo los ayudo?
-Mmm no, yo también ayudo.
-Esta bien, vamos.