Hoy había sido un buen día, bueno eso hasta que a Cris y a mi se nos ocurrió que en vez de hacer la tarea era buena idea ponernos a jugar a tirarnos cosas mientras los demás si estaban en lo que debían hacer, ahora estábamos en la banca de castigo esperando a que mamá se desocupara y nos llamara a su oficina, pero había algo raro, Cris se veía totalmente nervioso, más de lo que nunca lo había visto, y han habido veces en las que en verdad se ha metido en líos más grandes, pero ahora lo veía sudar y jugar con sus manos nervioso, igual que su cuerpo tembloroso que hasta se sentía la banca moverse.
-Cris, todo va a estar bien, no te preocupes.
-¿Bien? Natasha va a castigarnos Manasés, ¿acaso no ves la gravedad de esto? Debimos habernos sentado a estudiar y terminar nuestros deberes, no a jugar, y menos a tirarnos cosas, que no eran cualquier cosa, no solo los distrajimos sino que si lo tirabamos mal tal vez le hubieramos pegado a alguien.
-Pero no pasó, no le pegamos a nadie, todos están bien, y si aunque los distrajimos no es algo tan grave, y si puede que mamá nos vaya a castigar un poco, pero será más como una advertencia.
-Advertencia, castigo, lo que sea, estamos en problemas y es como si no te importara.
-Claro que me importa Cris, pero conozco a mamá, y esto no fue tan grave, y si tienes razón en que no debimos hacerlo, pero acabará antes de lo que imaginas, todo estará bien.
-Hoy estaba siendo un día muy largo, había tenido una operación larga en la mañana, varios de los niños habían llegado con notas de advertencia e incluso sanciones, por lo que había tenido que castigarlos, y en el momento que me disponía ir a descansar un poco y tomarme un café me encuentro con Manasés y Cris tirándose desde borradores hasta lápices, así que mientras lograba despertarme un poco los mande a la banca de castigo, pero ya era hora de acabar con esto, por lo que me levante del suelo donde estaba sentada tomándome mi café y los llamé- Manasés, Cris, a la oficina chicos.
-Si mami.
-Si Nat. -Nos levantamos y caminamos detrás de ella, pero cada paso se sentía como si tuviera una bola de metal encadenada a mis pies, a la vez era como si me hundiera en arenas movedizas y avanzar se volvía cada vez más difícil-
-Llegamos a la oficina y me senté en la silla del escritorio señalandoles a ellos el sofá para que se sienten en el, lo cual obedecieron de inmediato- Bien, ¿cuál de los dos quiere explicarme a que estaban pensando para jugar así teniendo en cuenta que podrían lastimar a alguien si lo que lanzaban caía mal?
-Mami esa no era nuestra intención, no lo pensamos, perdón, solo queríamos divertirnos un poco, ¿cierto Cris?
-Solo jugaba con mis manos nervioso, había visto el cinturón apenas entramos y me había invadido el miedo, a duras penas había escuchado lo que decían, y no fue hasta que Manasés dijo mi nombre que medio reaccione- Mmm, pe..pe..perdón, ¿qué decías?
-Que no queríamos herir a nadie sino solo divertirnos.
-Aa, si eso, es cierto, solo queríamos jugar un momentito.
-Aja, te prometo que estábamos siendo cuidadosos.
-Igual fue peligroso y estuvo mal chicos, además debían haberse puesto a estudiar como los demás o jugar donde no los distrajeran.
-Perdón, lo sabemos, solo no lo pensamos.
-Y lo entiendo, pero igual estaban haciendo algo que no debían y saben perfectamente que hay consecuencias por ello. -Apenas dije esa palabra vi a Cris tensarse y ríos de lágrimas caer por sus mejillas silenciosamente mientras el intentaba bajar la cabeza y ocultarlo-
-Cuando la escuche hablar de consecuencias no pude evitar ponerme a llorar, una parte de mi sabía que lo merecía, pero la otra estaba llena de miedo y angustia- Lo si..sien..siento, pe..pe..pero, no con eso por fa..favor.
-Al escucharlo decir eso tuve que pensar a que se refería, y al notar hacia donde estaba su mirada pude notar de que hablaba, como no planeaba castigar a nadie más después de acabar los anteriores castigos no había guardado los implementos, por lo que aun estaba el cinturón por fuera del armario y sobre el escritorio- No los voy a castigar con eso Cris, solo me olvide de guardarlo, tranquilo.
-La actitud de Cris me sorprendia, definitivamente jamás lo había visto así antes, más que nervioso parecía asustado, y nisiquiera estaba escuchando lo que mamá le decía- Todo está bien Cris, mamá ya dijo que no va a usar eso.
-La verdad es que lo que hicieron no había pasado a mayores, solo quería darles un pequeño recordatorio de las reglas que hay y lo que deben hacer, pero serían solo unas pocas palmadas como mucho- Si peque, mira, voy a guardarlo. -Me levante, tome el cinturón y lo guarde en el armario nuevamente, pero el seguía cubriendo su cabeza con sus brazos y temblando-
-Perdón, lo siento, lo lamento, yo no quise, solo no lo pensé.
-Lo se, intenta calmarte un poco, te aseguro que todo está bien. -Era como si mis palabras salieran sin sonido, y el parecía totalmente atrapado en un torbellino de angustia, seguía repitiendo las mismas disculpas una y otra vez como si estuviera en un bucle interminable-
-Cris, ¿me escuchas? ¿Qué te esta pasando?
-Manasés vuelve al salón y quedate en la banca de castigo haciendo tu tarea hasta que vaya nuevamente a buscarte.
-Pero mami.
-No Manasés, sin peros, necesito que me hagas ese favor peque, te aseguro que todo estará bien, confía en mi.
-Mmm, -Me quería quedar, Cris estaba realmente mal, incluso parecía estar en un tipo de trance, pero confío en mamá, por lo que todo lo que pude decir fue...- esta bien mami.
-Gracias tesoro, ahora ve a hacer la tarea juicioso, y ya sabes.
-Si, lo se, no levantarme de la banca de castigo hasta que tu vayas.
-Muy bien corazón, te aseguro que todo saldrá bien. -Lo vi levantarse y salir sin estar muy seguro, y podía entender por que, pero necesitaba estar en privado para que Cris no sintiera una presión más- Cris, mira peque ya estamos solos, ¿ok? No tienes de que preocuparte.