Vagos recuerdos

-Me había quedado en el cuarto que me indicó Nat intentando descansar un poco, pero podía escucharla a ella y a Manasés riendo mientras estaban en la sala, al parecer miraban una película, no alcanzaba a escuchar cual, pero algo tenía claro, quería ser parte de eso, pero para poder hacerlo primero tenía que organizar el cuarto, así que baje viéndolos en la sala abrazados, eso hizo que muchos recuerdos volvieran a mi memoria, pero no tenía tiempo para eso ahora, tenía que subir y guardar todo- Ay no, esto es mucho, no acabare hoy.

-Había escuchado a Cris bajar y lo que acababa de decir, pero estaba con mi niño y la consecuencia de hacerlo solo se la ganó a pulso, aunque si tiene razón en que es bastante para una semana, Raul exagero un poco con todo lo que trajo, pero tampoco es como para que no pueda terminarlo- Tesoro, ¿quieres un chocolate?

-¿Puedo mami?

-Si tesoro.

-Siii, si quiero.

-Esta bien corazón, ya te traigo uno.

-¿Pauso la película?

-No es necesario mi vida, pero si quieres puedes hacerlo.

-Bueno mami. - Pause la película y espere a mamá, la verdad es que es una película que había visto mucho, solo que al principio pensé que sería el niño al que nunca adoptaron, pero en cambio ahora era el niño con una familia amorosa y al que simplemente dejan ser y crear cosas nuevas-

-Mientras pasaba cargando algunas de las cosas vi que Nat estaba en la cocina y no pude evitar preguntar- Nat, ¿en serio debo organizar primero?

-Si Cris, cuando acabes te puedes unir a nosotros, ya te lo había dicho.

-No es justo, es mucho, no voy a terminar.

-Tal vez si es más de lo que necesitas, pero no es como si fuera un trasteo entero, si dejas de quejarte y empiezas a actuar más, terminaras más rápido, aunque si prefieres seguir subiendo de a dos cosas por vez, y más si te pones a sacar lo que esta en las maletas en vez de solo cargarla y subirla completa, pues, obviamente te demoraras más.

-¿Porqué tienes que sonar y decir exactamente lo que diría mamá?- Susurre un poco desesperado y a la vez melancólico, era como tener a mamá de nuevo, pero no era ella, mamá estaba muerta, se había ido, nos había dejado y nunca regresaría, y con todos esos sentimientos y recuerdos rondando mi cabeza subí corriendo, tire las cosas que tenia en las manos y cerré la puerta de golpe sentandome detrás de ella y empezando a llorar, era la primera vez desde que ella se fue que sentía que podía desplomarme, que no tenía fuerza para fingir y seguir como si no pasara nada, era la primera vez que me permitía llorar su muerte y aceptar que no hay nada que pueda hacer que ella vuelva y me permita estar a su lado otra vez-

-Aunque lo susurro pude escuchar lo que dijo, y aunque no era mi intención ser ella, si quería que el se permitiera sanar, soltar y empezar a ver la vida con nuevos ojos, sin olvidar el pasado, pero sin frenar su presente y futuro, lo cual por ahora parecía estar logrando, aun si eso implicaba unos cuantos golpes de puerta- Cris, no debes correr por las escaleras porque te puedes lastimar, y no cerramos las puertas de golpe. -Dije de forma calmada saliendo de la cocina y llevando los chocolates y unas bebidas a la sala-

-Mami, ¿qué pasó?

-Solo fueron los recuerdos de Cris invadiendolo un poco tesoro, necesita unos minutos para calmarse y asimilar las cosas, estará bien, por ahora sigamos viendo la película, ¿te parece?

-Esta bien mami. -Aunque me haya sentido un poco celoso e incluso molesto con Cris, seguía siendo mi amigo y quería que estuviera bien, iría a hablar con el después de que acabará la película, así que le puse play y empezamos a comer lo que había traído mamá, pero no podía evitar oír los llantos ahogados de Cris y su intento por apagar los gritos-

En el cuarto de Cris

Nat no se escuchaba molesta, no me había regañado, apenas parecía una advertencia sutil pero clara a la vez, y cada uno de esos detalles me recordaban más a mamá, era casi como si Nat fuera una copia de ella, bueno, aunque ella es mucho más estricta, pero su cariño, su forma lógica de pensar, de actuar, de hablar, todo me recordaba a ella.

Nuestras tardes de películas mientras esperábamos que llegara papá, nuestros bocadillos favoritos, su manera de decir las cosas al conocerme sabiendo que terminaría haciendo todo del modo más lento y complicado, por el simple hecho de que quería que me ayudarán y no hacerlo solo.

Sus abrazos, caricias, incluso cada regaño, castigo y reconciliación, esos actos de amor que a veces no comprendemos y cuando ya no están, cuando no los tienes es que los extrañas.

Y con todo eso pasando por mi cabeza solo podía llorar y gritar aunque intentando que no me escucharán, lo cual parece que no logre.

-Cris, ¿estas bien? -Al final no pude resistirme, tuve que pausar la película y subir-

-De maravilla Manasés, ¿no es evidente que es el mejor día de mi vida?

-Ush, no necesitas el sarcasmo, perdón por preocuparme🙄.

-Preocuparte claro, deja de mentir, a nadie le importo, desde que mi mamá se fue siempre he estado solo, no tengo a nadie.

-Eso trajo recuerdos a mi cabeza, recuerdos no muy gratos que digamos- ¿Quieres hablar de soledad? ¿De no tener a nadie? Tu compartiste con tus dos padres hasta que tuviste 11, yo pase ese mismo tiempo sin tener un lugar al cual pertenecer, ¿sabes lo que es tener 3, 4 años, y escuchar a tu al rededor sobre el pobre niño que perdió a sus padres en un accidente de tránsito mientras iban a recogerlo de la guardería, porque no tenían más familia que pudiera hacerlo? ¿Sabes lo que es no entender que estaban hablando de ti sino hasta muchos años después? ¿Acaso conoces el sentimiento de rechazo, miedo, confusión, angustia, entre otros tantos que te deja que te abandonen de un lugar a otro? Tu tuviste estabilidad, amor, aún cuando tu mamá se fue tu papá seguía estando ahí, tal vez no como lo recordabas, tal vez no afrontando las cosas de la mejor manera, pero no te atrevas a decir que no has tenido a nadie cuando durante toda tu vida has tenido personas rodeandote, personas como mi mamá que estoy seguro siempre ha estado presente de algún modo, ¿crees que si no le importaras te dejaría quedarte aquí? Así que si quieres lamentarte sobre tu vida Cristian hazlo, cada quien vive la fantasía que quiere, pero no vengas a decirme que te miento cuando digo que me preocupo o que no le importas a nadie, porque creeme, tu no sabes lo que es eso. -Cuando decidí pausar la película y subí mamá dijo que iría al cuarto de arte a ver que cosas se estaban terminando y el estado de los instrumentos, por lo que es probable que no hubiera escuchado nada de lo que dije, pero esto sí que me había dejado sensible, por lo que con lágrimas en los ojos baje corriendo para ir a donde estaba-