Dios, es sinceramente y eternamente el Dios de los Milagros, quien cree en él nunca estará solo, y eso nuestra familia lo tienes más que comprobado, dos mil veintidós un año que inició con otro milagro, tía Johany venció el cáncer de mama, demostrando una vez más que las mujeres de mi familia son Guerreras de Vida, que tienen formada y arraigada esa escudería de fe, amor, esperanza y perdón, el perdonarse ellas mismas cuando no creen que son capaces o cuando piden perdón por creer que no han cumplido con el rol de madre al dar todo por sus hijos.
Cuando han dado más de ellas mismas, que el ser humano es capaz de brindar, somos la creación más bella y hermosa que Dios ha creado.
Somos esencia y materia, en simples y poderosas palabras somos Vida.
Cumplimos dieciocho años de vida, los gemelos de mamá, celebramos un año más de vida, estoy feliz por Lucas, ya es todo un universitario, Keffrén ya es todo un profesional.
Mi abuelita Dorita, desde la vez que le detectaron su cáncer, siempre nos dice por Sergio, me quedó y sigo luchando porque él es Mi motor de fe, ejemplo de cuan grande es el amor de Dios, que ha escrito tantas enseñanzas para que quien conviva alrededor de él, crea, crea en fe que para Dios no hay nada imposible.
Ahora a ella, le detectaron que el cáncer ha avanzado a los huesos, su cuerpo cada vez que viene de las sesiones de quimioterapia duelen, las náuseas y problemas estomacales se presentan, no se deja vencer, sigue en pie de lucha, lucha por su vida y la de su familia.
Llegamos al mes de diciembre, donde solo puedo decirles que recuerdo la navidad en donde estuvimos todos el año antepasado, esta navidad es un poco más alegre en cuanto se refiere a adornos festivos, pero el mayor secreto de la Navidad y el deseo que deben de pedir cada ser humano, es
Vivir y perdonar, que seas humilde de corazón y que este posea bondad son cuatro ingredientes principales, qué complementados, es decir, unidos, formarán una vida en amor, en donde este será la bendición más bonita que el ser humano pueda recibir y dar.
De esos ingredientes, es de donde se reproducen los milagros y se esconde los secretos de una larga vida.
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Diecinueve años en donde la voluntad de Dios se ha cumplido, se ha manifestado y glorificado para qué la honra y gloria sea para él.
En dónde cada día fue presenciar un milagro de vida, de familia y de seres queridos que se convirtieron en este camino, en tíos, tías, ángeles de amor para mí y mi familia.
Hoy, veintisiete de Julio del 2023, es mi momento de despedirme, el deseo de mamá se va a cumplir, sé que ha llegado mi hora, no he estado enfermo, mamá se fue a trabajar, mi abuelita anda haciendo mandados, y estoy con mi compañero de viaje, Lucas está cuidando de mí, como cuando todo inicio, nosotros dos juntos, él se ha convertido en mi enfermero personal, Keffren por trabajo y diferencia de edad tiene otras responsabilidades que cumplir, pero agradezco que siempre estuvo ahí cargándome en sus brazos, ese es mi mejor recuerdo, son las once de la mañana, estoy algo cansado, Lucas está llamando a mamá para decirle que me colocará el oxígeno, mi saturación está bajando, mamá dice que no tardará, pedirá permiso y así lo hizo, vino a las 12:30 pm venía hablando con el doctor por teléfono, según los síntomas que le informo Lucas y que ella pudo constatar al estar aquí en casa, es seguir las indicaciones que ya sabemos realizar, el pastor vendrá dentro de poco, madre es madre y quiere que el cómo médico certifique lo que ellos miran.
Mi abuelita está callada, creo que ella presiente lo que pasará. El doctor ya está aquí y le dice a mami que compré un medicamento, que me puede tratar en lo que siempre se toma como observación dos horas en que si no mejoro, me trasladen al hospital porque se amerita, cuando es neumonía, mami se fue a comprar el medicamento, Lucas se ofreció a ir él, pero abuelita le dijo a mi mami que si no encontraban ella como adulta podría hablar con palabras más técnicas pedir otra indicación al doctor.
La saturación baja, los latidos de mi corazón ya casi no perciben, mamá aún no regresa, solo la estoy esperando para perderme por última vez en su mirada, quiero que sea como la primera vez que la conocí, estar entre sus brazos y escuchar su vocecita tierna, escuchar que me llame mi bebecito, mi muchachito lindo.
Quiero que esas sean las palabras que escuche antes de partir hacia la morada del Padre.
Mami llega corriendo y su corazón de madre le reafirma lo que su mente no quiere comprender, me estoy marchando, me abraza y me dice que gracias por hacerla mamá de un ángel de amor, mis lágrimas salen junto a las de ella, sus dulces palabras que me vaya tranquilo que su deseo se cumplió, que estoy al lado de mi familia. Que gané la batalla, porque esta es la voluntad de Dios
Estar en sus brazos, está haciendo que me vaya durmiendo, escuchar te amo mi bebecito, son las últimas palabras que escucho antes de cerrar mis ojos, y dejar a mi familia con la que fui bendecido.
Los amaré eternamente,
Sergio Gabriel Rodríguez Hernández.
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Editado: 01.01.2024