Mi muerte eres tú

Capitulo XXV-segunda parte

 

Habian pasado horas desde que escuche el ligero sonido de un motor acercandose, Alan se asomo por la ventana y una media sonrisa aparecio en su rostro.

Senti mi corazón latir más rapido y las ansias de vomitar inundaban mi mente, ya habia llorado y aunque deseaba huir algo en mi sentia la incomoda curiosidad de saber quien era el que habia pagado por mi.

Los pasos se oyeron subiendo la escalera, estaban cerca. Mi fin estaba cerca.

Levante la vista y me encontré con la de Bill y de la persona de la cual jamás hubiera pensado.

_...¿Gab-briel?_susurre, como puede ser tan ruin.

_¡¡Angelica!!_grito él saltando sobre mi a abrazarme.

_¡¡alejate!!_lo quite de encima y me puse de pie, retrocedi hasta sentir la fria pared contra mi espalda._¡¡me traicionaste!! ¡¡Tú!! ¡¡Tú!!_caí al suelo, desplomadome en esa habitación, sin importarme lo que ocurriera después...lo peor e injusto era que ni siquiera sabia porque me estaba pasando esto.

 

Unos minutos atrás, narra Bill.

Baje del coche, habia leido el mensaje de Alan. Al parecer, mi amigo, habia sido más rapido que yo y ya tenia a la chica atrapada. Este juego no resultó tan divertido como lo supuse.

Camine hacia la entrada y quite los plasticos que impedian mi vision, entonces fue cuando le vi... frente a mi se encontraba mi hermano, mi único hermano.

_hola, Samuel_me saludó, tenia vendas en su brazo enseyado y varios cortes en su cara, habia un parche en su cuello.

No pude evitar soltar una risa.

_¿te metes en problemas, hermano? Crei que tu usabas tu inteligencia y no los puños_me burle, fruncio sus cejas y se levanto del asiento en el que estaba.

_¿que tienes que ver, tú, con la familia Slim?_me exigió, lo mire con detenimiento, la última vez que supe de él fue cuando me enteré de que habia logrado terminar la facultad de abogacia, le habia visto en la calle festejando con unos amigos y ese fue el dia en que salude a mi sobrino.

_¿mi sobrino, se encuentra bien? ¿Sano? ¿Estudia?...

_él ya no es nada tuyo_me cortó, asenti en silencio.

_la familia Slim tampoco es nada tuyo¿o si?

Gabriel parecio morderse la lengua mientras se relajaba o mejor dicho controlaba para no golpearme, mi hermano siempre tratando de ser el chico correcto.

_Tu sobrino...se encuentra bien_dijo calmadamente, levante una ceja para que siguiera y con la voz muy baja siguio_...vive conmigo, está sano, casi nunca enferma, va a un colegio donde le darán la mejor formación para que su futuro no sea como...el tuyo_siempre tenía que arrojarme al suelo pero con él tiempo esos insultos de mi hermano carecían de importancia, se quien era él y se quien era yo.

_la chica esta arriba_le respondí.

Gabriel salio corriendo hacia el lugar pero en menos de diez pasos sus energias se agotaron, le mire divertido. Su rostro lleno de dolor por lo que sea que tuviera me hacia feliz, nunca le habia lanzado un buen puñetazo por respeto a mi padre y ahora menos. Verlo me hacía feliz de algún modo.

Subi detrás de él por las escaleras y al abrir la puerta la vimos alli, sentada con el mismo vestido que la noche anterior.

(...)

La chica habia empujado a mi hermano y no me interpuse cuando comenzo a gritar.

_¡¿traicionarte?!_exclamo mi hermano, mientras se acercaba a la chica para levantarla.

_¡¡¡mi madre confio en ti y todo este tiempo solo deseabas verme muerta!!!_mi hermano nego con la cabeza y cuando la chica colmo con mi paciencia decidí hablar.

_descuida preciosa, quien pago por ti llegará dentro de unos minutos_la rubia me miro atonita, seguramente no comprendia que diablos ocurria.

_déjala ir Sam, te pagare lo que quieras...

_un trato es un trató es un trató_respondí dando por finalidaza la conversación.

_siempre te gusto el dinero, te daré lo que me pidas...lo juro_volvio a suplicar mi hermano.

_¿Sam?_la rubia por fin habia dejado de llorar y mostraba interes en otra cosa que generar lastima.

_si, mi verdadero nombre es Samuel.

_¿de donde le conoces?_le pregunto a mi hermano, quien se encontraba a su lado tratando de calmarla.

_es mi hermano_contestó.

Alan me observó intrigado, ya le habia dicho que tenia familia pero jamás le conté la historia. Alan era mi amigo fiel no sólo porque nos llevabamos bien sino porque él me debia su vida.

_es verdad_acepté, sonreí ante las caras de asombro de la rubia y Alan_...es verdad que me gusta el dinero pero no quiero nada de ti, sino de..._justo cuando hiba a decir su nombre se escucho el motor de un auto llegando y más tarde un coche se aparco al lado del mio.

_vamonos Angelica_mi hermano la levanto del suelo y caminaron hacia la puerta, Alan bloqueo la salida y entonces mi hermano se abalanzó para golpearlo pero quien salio más herido fue él.

La rubia grito y fue a socorrer a Gabriel, seguramente estaria bien pero aún asi le mire con malos ojos a Alan.

El picaporte de la puerta giro y Alan se quito de en medio para que quien estuviera atrás de la puerta pasará.

Jamás he negociado con desconocidos y él era un cliente conocido pero cuando me pidio que le llamara Marshall me parecio extraño, claro...nadie querría que fuera tan obvio.




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