Mi muerte eres tú

CAPITULO II - segunda parte

Esperé toda la noche, sin embargo él no volvió, pensé que fue un sueño pero los retratos rotos y la lampara echa trizas me demostraron todo lo contrario, fue real. Tan real como mis heridas.

 

A la mañana, cuando me levante tuve que soportar el interrogatorio de Gulpi y los consejos de Maximo acerca de que no es bueno tener novio a esta edad, ellos creían que mi etapa de rebeldia, implicaba traer un chico a casa en medio de la noche-gracias por confiar-despues de algunos concejos útiles de parte de Maximo y el ultimo regaño de Gulpi del dia, mi nuevo profesor llegó.

 

Era sabado a la tarde y era un bonito día para entrenar, lástima que mi profesor no duró más de una hora, en cuanto Gulpi sospecho que mi profesor nuevo de taekwondo estaba muy pegado a mi cuerpo o como ella dijo"Estaba todo menos enseñando", lo echo de la casa y llamó a mi madre, que para mi sorpresa volvía a casa o mejor dicho estaba en camino.

 

El profesor era joven, muy lindo para no gustarme-cabello ondulado de un color negro, ojos cafe, piel bronceada y una sonrisa con oyuelos-lastima que tuviera veinticiete años, apenas y le pregunte su nombre: Damian y Gulpi lo alejó rapidamente, no la culpó si ella no lo echaba yo tendria muchos problemas, igual creo que taekwondo no es para mi, en las peliculas parece más facil.

 

El día paso rapido, mamá llamo recordando que estaba volviendo y posiblemete papá también, creo que todo volvia a la normalidad.

 

_espero que estés pensando en algo para decirle a tu madre sobre lo sucedido en estas semanas en el colegio_dijo Gulpi mientras sacudia las cortinas de la sala, muy pronto llegaria mi profesora de defensa personal.

 

_creo que le dire la verdad a mamá_le respondí confiada, mamá me ama más que a sus gladiolos.

 

_¿y a tu padre, Angélica?_la voz de Gulpi era amenazante, buscaba que madurara pero yo me enfrascaba en mi y no queria salir de mi perfecto mundo.

 

_tal vez solo baste con decirle a  Mamá_respondi rapido huyendo de su proxima pregunta.

 

La profesora y yo nos llevábamos bien, era estricta y yo una buena alumna-una alumna que caía en todas sus trampas y aprendia luego de ellas-pero nos llevábamos bien, uno diria que estas clases son aburridas pero no lo son cuando el ejercicio forma tu cuerpo y te sientes sana, además es divertido entrenar con alguien que sólo.

 

...

 

Llego la noche y aún que mi mente estuvo todo el dia ocupado pensando en mi mochila que posiblemente este en manos de cualquiera y que si no tengo los libros tendre que volver a comprarlos y que mi etapa de rebeldia no duro más que cinco miseras semanas, ademas de que mi mejor amigo estuvo en mi cuarto a punto de matarme-cosa que no cuadraba en nada de nada-seguia preguntándome ¿que hacia alli? ¿Acaso, no sabía que era yo? ¿Porque tenía un arma?¿pensaba robarme y por ello hiba a matarnos a todos? Queria imaginar que él no volvería y que todo pasaria como un sueño, las heridas en mis brazos aun estaban alli y un moreton en mis costillas se estaba formando, era obvio que él estuvo conmigo anoche, me apunto con un arma y pensaba en matarme, pero se detuvo porque me reconocio-fue una suerte que me reconociera- pero eso no lo exime de lo que me hiso o intento hacer, por lo que tenia dos opciones:

 

1. Era dejarlo pasar, no buscar una respuesta y contárselo a mi madre, la persona en quien más confiaba en todo el mundo.

 

2. Buscarlo, encontralo y exigirle una explicación-aunque eso seria peligroso, quien sabe en que se convirtio-o buscar alguien que me diera informacion, como un detective privado, y luego contarselo a mi madre por consejo.

 

Debia seguir pensando o dejarlo pasar, por suerte una llamada dejo a mi cerebro en paz.

 

_hola.

 

_¡¡¡Angelica Slim, escaparse del colegio es algo malo y genial!!!pero demostraste que tu tienes solo dos neuronas funcionando en ese cerebro olvidándote la mochila en clase_la voz de Gaston sonaba muy graciosa por el altavoz de mi celular.

 

_¿dime que la tienes?_le dije con lamento.

 

_tuve que pelear con cinco de tus pretendientes...pero al final logre ganarles_dijo con sorna.

 

_¡¡haha!!te quiero, estuve muy preocupada por los libros de español_dije quitandome un peso de encima.

 

_en la mochila no habia libros_respondió, mi corazon se paro, esos libros valian un dineral y odiaba gastar_era broma...ven a buscarlos cuando puedas y de paso haremos la tarea.

 

_claro mañana ire, adivina...¡¡mi madre volverá!!!_le dije alegre, el sabia que odiaba que mamá viajará y por eso a veces me deprimia.

 

_que bueno, debo irme, hay una cena de abogados en casa y debo estar presentable, avisame si vienes mañana o si quieres te llevo la mochila a tu casa_dijo apurado.

 

_ok...yo te aviso, adios_no espere a su adios, le corte.

 

Gaston Avila, era mi amigo y un buen compañero, juntó a Karina Torres.
Gaston pertenecía a una familia de abogados exitosos, su padre era abogado y su madre tambien al igual que su abuelos y el resto de su familia, por lo que a él tambien se le implicaba la norma.




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