Mi muerte eres tú

CAPITULO IX - segunda parte

A la mañana siguiente, lo unico que queria era ver a mamá, despues de anoche creo que mi decisión fue la correcta.

Gaston habia llamado a papá y no me imaginaba que él ya lo supiera, lo peor de todo fue que no lo tomó de la mejor manera, según la secretaria de papá, él se encontraba encerrado en un cuarto del hotel PRINSTONG bebiendo, no habia recibido a nadie...estaba deprimido por lo de mi madre, siempre lo vi un hombre fuerte por lo que me parecio que su comportamiento no era de él, pero nadie sabe reaccionar cuando tu pareja esta en esas condiciones.

Despues de todo no me enoje con mi amigo por no hacerme caso, pero tampoco lo perdone. Para su suerte el abogado me llamo para darme una noticia...MAMÁ DESPERTO, pero no de la manera en que uno espera, en vez de alegrarme me senti furiosa...porque resultó que todas las llamadas del hospital pasarian primero por el abogado antes de mi, era su hija y tenia que ser la segunda en enterarme, pero desidi mantener la calma, por ello esta mañana hay guardias y más seguridad, sigue en pie todo lo que Gastón y el abogado desidan.

_Ire a visitar a mamá_no fue una petición de mi parte.

_Angy cuidate y ve con los guardias, no quiero que nada te pase, nos encontraremos en la recepción del hospital, ok?_me respondió el abogado.

_si, prometo obedecer a mis custodios_escuche una risa ahogada proveniente del abogado_te vere alli.

 

_adios, tengo trabajo.

 

_adios_la llamada se cortó.

 

Gaston contacto con mi abogado y él contrato la seguridad que se encuentra en estos momentos al pie de la entrada y en el patio, al igual que en cada esquina de mi hogar. Mi padre se encuentra en shock encerrado, sigo pensando que tal vez deberia llamarlo yo pero tampoco atiende el telefono, Gaston me pidio que le diera tiempo para aceptar el echo de que a madre solo le quedarán cinco meses de vida, tal vez más, pero ese echo no impedira que disfrute y demuestre ser su hija, ire a verlo si me obliga o no me atiende las llamadas...por ahora ire a ver a mamá.

 

Baje por las escaleras y salude a cada guardia que me crucé.

 

_me ordenaron llevarla al hospital central, señorita_un hombre de traje negro se paro frente a mi, me indico el auto en el que iríamos y sin más me subi en el mismo.

 

_disculpe, ¿podría decirme su nombre? No acostumbro llamar a mis allegados por señor, lo cr...

 

_Herrera es mi apellido, puede llamarme asi_su voz era rasposa y grave, parecia enojado y la manera en que me contesto no fue de la mejor manera, mientras conducia encuadriñaba su atuendo y pude notar un tatuaje con numero en su mano derecha y una frase o letras al rededor de sus dedos indice, pulgar y meñique, eso me resultó extraño, más aun cuando descubri una calavera sobresaliendo de su cuello; tengo entendido que los guardias no pueden tener tatuajes a la vista y el poseía más de uno.

 

Deje de observarlo y decidí ver los parques de la zona, pero en vez de ello solo se encontraban edificios.

 

_creo que se equivoco de camino_le dije con una sonrisa nerviosa, jamás habia tenido un desconocido como chofer y menos uno de fuerte musculatura.

 

_es un atajo_me respondio.

 

_el hospital solo tiene una ruta y no es esta, si se perdio puedo guiarlo no hace falt...

 

_no me perdí, llegara pronto a destino...lo prometo_la ultima frase lo dijo de manera...siniestra.

 

_detenga el auto, quiero aire fresco_le dije com escusa, debia salir de aqui rapido y ahora.

 

_no puedo detenerme en medio de la calle...

 

Tome mi celular rapidamente y busque el telefono del abogado, rapido.


_¡detente! ¡¡No hagas eso!!_fui estúpida, el hombre llamado Herrera tomo mi teléfono con su mano derecha libre, claramente forceje pero colocó el auto en automatico y se estiro para poder quitarme el telefono, por suerte la llamada ya habia sido efectuada asi que lo ultimo que pensé fue gritar_¡¡¡¡Ayuda!!!!_el hombre me quito el telefono y corto la llamada seguido de remover la bateria y tirarla encima del asiento del copiloto.

Fue una idiota al gastarmi unica oportunidad de esa manera, debí llamarlo sin que el conductor se diera cuanta...idiota, idiota.

_quédate en el asiento y no te pasará nada_la voz del hombre ahora parecía más calmada, obviamente no tiene que fingir ya que me di cuenta que esto es un secuestro.

Solo me queda una oportunidad y es abrir la puerta y tirarme a la calle, al menos y con un poco de suerte el no vuelva con el auto y trate de meterme en el o podría defenderme dentro del auto, provocando un muy posible accidente, además de que un ataque en un espacio tan reducido lo probable es que él me gane.

_al fin, los refuerzos_dijo el hombre mermando la velocidad, dos motos se posicionaron en nuestros costados-este es el momento de abrir la puerta, la caida no sería tan grave-

Me fije en el conductor del lado derrcho, donde me encontraba, pude reconocer a Kate, ella se saco el casco y golpeo con el la ventanilla del copiloto, los vidrios saltaron por todas partes, por suerte no me lastimo tanto ya que mis manos impidieron que llegaran a mi rostro, seguido de ella los vidrios de la ventanilla de Herrera se rompieron, esta vez el hombre no pudo cubrirse del todo, Kate abrio la puerta del lado derecho y entró, la moto cayo al suelo estrellándose entre el cruce de ambas calles.




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