Mi mundo.....eres tú

CAPÍTULO 5

KOJIRO

Mi sangre hervía cada vez que los veía juntos. No recordaba haber sentido alguna vez aquel sentimiento que estaba carcomiéndome por dentro. ¿Acaso eran celos? Sí, definitivamente lo eran y yo estaba lleno de ellos hasta la médula.

Cada día tenía que ver cómo el gringo se pavoneaba delante de Chary y flirteaba abiertamente con ella. Le llevaba flores, la atendía con gentileza, la cuidaba, la mimaba, cosas que yo debería haber hecho por ella y no él. Y es que por seguir mi estúpida obsesión de ser yo el que debía tomar la iniciativa, rechacé sus intenciones esperando que se me iluminara la mente y supiera qué hacer a la hora de conquistarla. Ahora por mi propia culpa la estaba perdiendo porque otro hizo lo que yo no supe cómo hacer.

Estaba furioso conmigo mismo y deseaba tener el valor de abrir mi boca no solo para conquistarla con mis palabras sino también para besarla como deseaba hacerlo desde la primera vez que ella me hizo saber lo que sentía por mí. Cómo fui tan estúpido. Si tan solo supiera qué decir.

La gota que colmó el vaso y me hizo actuar de una maldita vez, fue ver a escondidas desde el balcón a Mark intentando conquistarla, hablándole en su propio idioma. No tenía idea de qué le decía, pero por Dios que podía imaginarlo.  Y es que esa mujer era capaz de enamorar a cualquiera. En el fondo no podía culpar a Mark por hacerlo. Chary es una mujer formidable. Es alegre, cariñosa, gentil, bondadosa, divertida, osada, con miles de habilidades, siendo la seducción la cualidad que más amo en ella. No sabe el efecto seductor que tiene con tan solo una mirada. Y ese cabello azul como el mar … me vuelve loco. Y es que por fin admito que la amo y no soporto la idea de que esté con nadie más que no sea yo. Por eso cuando vi a Mark besándola, sentí que me hundía en el infierno. Pero eso no iba a quedar así. No estaba dispuesto a renunciar a ella sin pelear. No sabía si me había enfrentado alguna vez a una batalla, pero esta sin duda la libraría con ansias y esperaba salir vencedor.

 

_ Hasta que te dignaste a subir _ ¡Imbécil! Partí mal de inmediato. La ira me hizo hablar sin medir mis palabras.

_ ¿Perdón? ¿Me estabas esperado o me estabas espiando? _ me dijo evidentemente molesta.

_ Las dos cosas, aunque eso de espiar no fue tan así. De casualidad te vi dando un espectáculo afuera con Mark_.

_ ¿Un espectáculo? ¿Un simple beso para ti es un espectáculo tan terrible? Pero claaaaaro …… me olvidaba que repudias los besos. O tal vez solo los míos _ me dijo ahora con sarcasmo.

_ No sabes lo que dices _.

_ Oh …... sí que lo sé. Como no toleras lo besos tampoco toleras que los demás se besen. Eres como el perro del hortelano, que no come ni deja comer. Si tanto te molesta el temita de los besos procuraré de ahora en adelante no besarme con Mark delante de ti ¿contento? _ .

_ ¡No, no lo estoy, porque no es eso lo que quiero! _ le grité ofuscado.

_ ¿Y se puede saber qué carajo es lo que quieres? _ se acercó a mi toda envalentonada, llena de furia, incapaz de ver el motivo de mi regaño hacia ella. Acorté distancias y me acerqué yo ahora, haciendo que retrocediera y arrinconándola contra la pared.

_ Lo que quiero es borrar para siempre ese maldito beso que Mark te dio y dejar solo los míos grabados a fuego sobre tus labios y tu piel. Quiero que seas mía para siempre y que vuelvas a sentir por mí lo que sentiste alguna vez _ y sin dejarla que respondiera nada, la tomé con fuerza por la cintura, enredé mi mano entre su cabello y sostuve su cabeza impidiendo que se alejara del profundo beso que deposité en sus labios. No recordaba jamás haber besado antes y no tenía idea si lo estaba haciendo bien o no, pero tenía claro que no quería soltarla por nada del mundo.

Cuando correspondió a mis caricias, me abrí paso entre sus labios y demandé la pasión que yo mismo había negado alguna vez de su boca. Podía sentirla ahora y era por mí, no por Mark. Respiré al sentir que no había enterrado sus sentimientos y que por fin podía expresarle los míos libremente.

_ Te amo, Azulita _ le dije sin separar mis labios de los suyos. _ Por favor, dime que tú también me amas, que el beso que Mark te dio no significó nada para ti, te lo ruego_ le pedí suplicante.

_ Kei …… _ me dijo separándose y apoyando su frente sobre la mía _ yo te amé desde que te conocí sin importarme siquiera tus limitaciones. Amé cada logro que tuviste y cada paso que diste. Amé tu perseverancia y tu fuerza de voluntad. Amé tu belleza interior y aún más la exterior, porque eres hermoso aunque nunca sonrías. Amé todo de ti en el pasado …… _ guardó silencio unos segundos y yo contuve el aire sin darme cuenta, solo por miedo de oír su rechazo _ ……y aún lo hago _ me dijo y al fin respiré.

_ ¡Qué alivio! _ Por primera vez en dos años, sonreí y no me importó mi cara.

_ ¡Kei, tu sonrisa ……. es hermosa! ¿Por qué nunca sonreíste antes? _.

_ Por mi parálisis _.

_ Podría haber jurado que era por el gusto de andar trayendo cara de póker, pero supongo que lo de la parálisis explica muchas cosas. Qué bueno que ahora ya no la tienes. Ni siquiera un poco _.

_ ¿Es en serio? ¿Sonrío normal? _ Chary asintió sonriendo también. Corrí a mirarme a un espejo y efectivamente la parálisis ya no estaba. Al fin estaba completamente curado. _ Todo es gracias a ti, mi Azulita _ me di la vuelta para abrazarla.




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