Mi mundo.....eres tú

CAPÍTULO 9

Tenía que hacer algo y hacerlo ya. Le pedí a Mark y a Takako que se hicieran cargo del restaurante por unos días hasta que yo solucionara las cosas con Chary.

Sabía que estaba en Osaka junto a su hermana Grace, pero ni idea en qué lugar específicamente. Lo único que podía hacer, era revisar las pocas cosas que Chary dejó atrás y tratar de encontrar alguna pista de la dirección de su familia en aquella ciudad.

Me había prometido no buscar más entre sus pertenencias después de la última vez en que me sorprendió haciéndolo, pero la situación ahora era diferente. En ese momento estaba decidido a encontrar cualquier cosa que delatara a Chary y su supuesta relación con Musashi. Demás está decir que nunca encontré nada.

Revisé una caja que había en la parte superior del armario. No recordaba haberla visto antes. Quizás Chary la mantenía oculta de mi vista o bien que al sacar sus cosas había quedado expuesta. Cuando la abrí, dentro había un montón de recuerdos de su juventud. Dibujos, pulseras infantiles, recetas de cocina, y al final, una carta con la dirección de Grace en Osaka. Encontrarla me supo a gloria. Al fin podía ir por ella. Sin embargo, fue lo que encontré dentro lo que más me sorprendió. Había una carta de su hermana en donde le contaba cómo estaba ella y su familia, a los cuales mencionaba por nombre. Uno de ellos capturó mi atención Musashi. No quise sacar conclusiones apresuradas, no otra vez, así que miré lo que había dentro del sobre además de la carta y eran dos fotos. La primera aparecía Chary y para mi sorpresa, estaba junto a Musashi. El corazón se me aceleró de ira y de decepción de pensar que no me había equivocado. Llegué a creer que ahora estaba con él, disfrutando de su romance mientras yo me hundía en desesperación.

Pero miré una vez más la imagen y algo no me cuadraba. El rostro era el de Chary, pero no tenía su emblemático color de cabello azul. Luego miré la siguiente foto y eso me hizo reír y llorar al mismo tiempo. Era una fotografía de tres mujeres idénticas. Trillizas. Lo único que las diferenciaba era el cabello. No se distinguía muy bien el color de dos de ellas, pero el de mi Chary era inconfundible, tan azul como el mar. Sin duda alguna Chary no era la hechicera sino una de sus hermanas y la escritura detrás de ella lo confirmaba.

“Querida Charity, te envío la última foto que nos tomamos junto a Faith antes de su partida. ¿La recuerdas? Sé que extraviaste la tuya, por eso te envío una copia. Esta vez no la guardes en tu billetera, ¿ok? Espero verte pronto. No sabes cuánto las extraño. Si bien sé que a Faith no la veremos nunca más, siempre guardo la esperanza de que al menos nosotras dos volvamos a encontrarnos pronto. Con amor, Grace.

P.D.: Mis pequeños Sakura y Daiki te envían muchos besos y mi amado Musashi un gran abrazo”

 

 ¿Qué había hecho? ¿Cómo pude tratar a mi amada Azulita de esa manera tan desdeñosa y cruel? El odio que carcomía a mi corazón me hizo ciego ante las pruebas. Siendo la más importante, su profundo amor por mí. Dudé de ella y la acusé falsamente de confabular con Musashi cuando ni siquiera existía entre ellos relación alguna. No sabía si algún día me perdonaría, pero debía arriesgarme. Aunque eso me llevara a enfrentarme otra vez a Musashi, ahora en el presente. Quizás era tiempo de culminar de una vez por todas aquello que dejamos inconcluso ese día en la playa.

 

Partí hacia Osaka en tren. En menos de cuatro horas llegué a la ciudad. Tomé un taxi y le di al chofer la dirección para que me llevara rápidamente. Estaba ansioso por volver a ver a Chary, pero a la vez inquieto por la inminente confrontación con Musashi y la hechicera.

Llegué al atardecer a casa de la hermana de Chary. Toqué la puerta y al cabo de unos segundos, una pequeña figura me abrió. Era una hermosa bebé de unos dos o tres años que apenas hablaba de manera entendible. Sin saber por qué, la tomé en brazos. La pequeña se asustó y gritó de repente llamando a su mamá, la que apareció en el acto

_ ¡Tú! _ me dijo con enojo. _ ¡Suelta a mi hija de inmediato! _ le hice caso.

_ ¿Temes que le haga algo a la pequeña, hechicera? _ le dije con desdén.

_ ¿Hechicera? ¿De qué hablas? _ De repente Chary apareció por detrás de su hermana.

_ ¿Cómo te atreves hablarle así a mi hermana? ¿No te bastó con tratarme de la misma manera que ahora vienes hasta su propia casa a insultarla a ella también? _ me dijo con rabia y nada feliz de verme.

_ Chary, yo ……_.

Al oír las voces que se alzaban, apareció en escena también Musashi.

_ ¿Qué es lo que sucede aquí? _ Me miró y yo pensé que reaccionaría al verme y que trataría de matarme pero no sucedió así.

_ Pero miren nada más quien salió a defender a la hechicera y a todo su clan _ le dije con escarnio mientras seguía viéndome impasible al tiempo que se colocaba delante de todos en modo defensa. _ ¿Acaso ya te has olvidado de mí? _ Musashi miró a Charity y le dijo ……

_ Azulita, creo que tu marido se volvió loco _.

_ ¡¡No te burles de mí, Musashi!! No sé qué hiciste tú y tu mujer para arrastrarme hasta aquí. No te bastó con humillarme en la playa y dejarme medio muerto, sino que además usaste magia para escaparte hasta el futuro y de paso me trajiste a mí contigo. No sabes el infierno que pasé por culpa de ustedes _ le dije con reproche mientras desviaba la mirada en dirección a la hechicera.




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