Maraton Capítulo 3/?
Capítulo 29.
{Amigos y no enemigos.}
William.
Mientras Keity les explicaba a sus padres el porqué de su suspensión de tres días. Yo busca a Yull con la mirada, no la encontré por ningún lado.
— No entiendo Jorge ¿Por qué nuestra hija tiene más días que la chiquita esa?
La pregunta de María, la señora Alvares, me tomo por sorpresa. Volví mi vista hacia ellos.
— Porque nuestra hija comenzó.
María y Jorge miran a Keity ambos en busca de una explicación. Ella sostiene aun un pañuelo lleno de sangre contra su nariz.
Yull sí que golpea muy fuerte. Siendo sincero estoy en contra de que ellas fueran a los golpes. Pero algo me inquieto la forma en la que Yull no reaccionaba a los golpes, como si los arañazos y manotazos de Keity fueran caricias.
— Ella empezó, diles Will — Al escuchar mi nombre de la boca la rubia hizo que volteara a verla.
Frunzo el entrecejo. No podía creer que me pidiera que mintiera.
— ¿Qué ella empezó? — cuestione. Miro a los padres de Keity. — Eso es mentira, Keity ataco primero. Todos la vimos, siendo sinceros empezaste vos. La verdad lo que hiciste me decepciono — esta vez la miro a los ojos. —Yo nunca creí que hicieras algo así a mí. Mucho menos a otra chica ¿Te gustaría que te insultaran así?
—Ella me insulto también a mí.
— Si cuando la llamaste de esa forma tan ofensiva.
Ella rueda los ojos, su ara se pone roja. Empezó a pisar fuerte el piso como si fuera una niña pequeña. Tantos sus padres como yo, la miramos sorprendidos. Ante su actitud infantil y sonsa.
— ¿Cariño? — pregunta su padre.
— ¡No es justo! — exclamo. — Will era mi novio, ella llego y me lo quito. No es justo, no es nada justo. Yo si te quiero, ella solo quiere molestarme.
Abrí mis ojos con sorpresa. Me sentía avergonzado de su actitud y de que sus padres estuvieran allí presentes.
— Lo siento mucho si te hice daño Keity — digo, pongo mis manos en sus hombros. — Pero no puedo ser tu novio, porque sería egoísta de mi parte atarte a alguien que no te quiere de la misma forma.
Intente sonar dulce, no quería lastimarla.
Sus ojos verdes me miraron llenos de lágrimas. Me dolió el corazón verla triste, pero no puedo hacer nada.
— Hija vamos— ordena su mama tomándola de los brazos y llevándosela.
Su padre me mira.
—No estoy enojado William, eres un buen chico. La verdad no entiendo porque Keity actuó así. Pero quiero pedirte disculpas a ti y tu novia.
—Está bien — digo. —Nunca quise lastimarla.
—Eso lo sé— dice con media sonrisa. —Se necesita ser valiente para aceptar cuando uno deja de amar. Por más que haya prometido estar juntos siempre. Cuando el corazón dice que se acabó, lamentablemente se acaba.
Asiento con la cabeza, ante sus palabras.
—Gracias señor Alvares.
El asiente en forma de saludo y se marcha.
Suena la campana del recreo. Rayos me perdí la clase de química.
<<No seas tan nerd, busca a tu chica. >>
Busco a Zack, ya que estaba con ella. Lo localizo con un grupo de chicos.
— ¡Oye! Zack — hable.
Él estaba de espaladas a mí. Cuando escucha mi voz, veo su espalda tensarse.
Se da vuelta y me mira con una sonrisa arrogante y petulante.
— ¿Qué quieres nerd?
Busco fuerzas de donde no tengo para no rodar los ojos.
— ¿Sabes en donde esta Yull?
Me observo escéptico. Por un momento pensé que no me iba a decir nada. Siento algo vibrar en mi bolsillo.
Es un mensaje de Yull. Leo atentamente lo que me dice.
¿Por qué su padre no la dejaría buscar a Azucena?
¿Qué me tiene que explicar?
¿Por cuánto tiempo no estará?
Yo: Claro que la buscare, no te preocupes. ¿Estás bien? Estoy preocupado.
¿Por qué no te llegan los mensajes? Yull….
No quiero desesperarme. No quiero pensar estupideces, esta con su padre. No creo que haga nada que no sea una regañada.
Yo: Con mi mama cuidaremos a Zu. Descuida, te esperemos y cuando vuelvas te daremos helado y lasaña. Para que estés mejor. Te quiero.
Guardo mi celular en mi bolsillo. Miro a Zack quien tiene el ceño fruncido.
— ¿Era ella? —pregunto.
—Sí.
Me di media vuelta para irme. Pero Zack me tomo del hombro haciendo me dar vuelta.
— ¿Te pidió que cuidaras a la niña?
Su pregunta me tomo de sorpresa. Es obvio que la conoce, ella me dijo que antes eran amigos. Solo que él es un idiota y es entendible porque no son más amigos.
—Si ¿Conoces a Azucena? —pregunte.
El junto sus cejas en señal de confusión.
— ¿Ella te conoce a ti?
—Sí, ha estado con Yull desde hace una semana. Y han ido varias veces a mi casa, claro que conozco a Zu.
Me dedica una mirada que no puedo descifrar. Suelta el agarre de mí brazo.
—Cuídala, no la lastimes.
Sus palabras me dejaron pensando. ¿Por qué habría de lastimarla?
Pero tenía otra duda rondando por mi cabeza. Pero necesitaba que alguien cercano a Yull me respondiera.
— ¿Por qué el padre de Yull no la deja ir a buscarla? — le pregunte.
Sus ojos se abrieron con sorpresa, luego negó con la cabeza.
— Yo no soy quien para decirte. Ya arruine todo con ella, no voy a hacer la única cosa que sé que no me perdonaría.
— ¿Y eso es?
— Contarte la verdad.
¿De qué verdad habla? ¿A qué se refiere?
— ¿De qué hablas?
—Ella te lo dirá, pero lo único que puedo decirte. Que lo mejor es que ese bastardo, no sepa que la niña existe. Solo has lo que ella te ha pedido.
Asiento pensativo. No estoy entendiendo nada, mi cabeza está dando miles de vuelta.
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Editado: 26.01.2022