Mi nombre es...

Capítulo único.

CAPÍTULO ÚNICO. 

 

Se lo que esperaban otra típica historia de amor de dos personas, pero quiero mostrarles o más bien enseñarles otro tipo de amor, lo que es el amor de verdad de una persona, la que nunca que te fallara en tus peores momentos, la que es verdaderamente tu mejor amiga, la que nunca te defraudara por más que pelees con ella, hablo del amor de una madre, ese amor que nunca te falta ni te olvida, de esto se trata esta historia, de mi romance con mi madre la mujer que más admiro y amo en el universo. 

 

Yo nací el 10 de octubre de 1992 para mi desgracia en una familia que su amor era las adicciones, mi padre fue un verdadero monstruo conmigo y yo solo era un ser indefenso, arruinado por seres egoístas que pagaban sus frustraciones con una bebé, no me alimentaban ni siquiera conocía lo que era el jabón, los piojos caminaban hasta por mi cara, ¿que probabilidades de supervivencia tenía al lado de esas personas?, ¿no se supone que los padres están para protegernos?, pero a mi me toco todo lo contrario, fue en una junta familiar que ella me conoció, me había visto lo extraña que yo era ya que yo no era una bebé imperativa, pasaron los meses y yo no salía de su cabeza pensaba en mi en todo momento, decidió hacer investigaciones fue solo a verme y sin permiso de nadie me llevó a un médico, donde descubrió la cruel verdad detrás de mí, ella fue mi salvación, la misericordia que otros no me dieron, Cecilia Durán Aros es su nombre. 

 

Esa mujer es mi verdadera madre, ha pesar de que ella no me tuvo en su vientre pero me cuido con mucho amor, mis hermanos mayores también me recibieron con los brazos abiertos, yo siempre supe de la horrible historia de mi origen, mi madre supo hacer que yo no sufriera por culpa de mis padres biológicos, la vida siempre fue dura desde que tengo uso de razón mi madre vivía trabajando para el sustento, yo siempre me culpe de la pobreza que vivimos en alguna ocasión, debido a que el dinero se iba en arriendo de piezas, que a veces ni siquiera había para comer una migaja de pan, sufrimos mucho, a tan corta edad yo sabía el valor del dinero y del esfuerzo de la gente por ganarselo, cuando iniciaba los años escolares me daba vergüenza pedir cosas para mi escuela, como comprar materiales que siempre pedían mis maestros mi madre me dio todo para mis estudios, siempre estare agradecida de su empuje porque estuve muchas veces de tirar todo y trabajar para aportar en mi casa, siempre fuimos las dos ya que mis hermanos ya se habian ido de casa cuando yo apenas tenia 7 años, nos quedamos las dos solas y siempre fue así,¿un hombre? yo era culpable de que mi madre no consiguiera un buen hombre que la amara, ¿quien la iba a amar con una niña de otro hombre?, siempre tuvo oportunidades pero yo siempre fui la discordia en sus relaciones, pero su amor por mi fue mas grande no le importo quedarse sola y solo dedicarse a mi crianza, siempre dude del amor de otras personas pero jamás el de mi mamá, su amor por mi me ayudo a superar momentos duros y muy crueles que me sucedieron, como cuando la persona que te gusta te rompe el corazón, cuando peleas con tu mejor amiga, las cosas típicas de una niña. 

 

En los años que cursaba la media pasó algo que cambió por completo a mi madre y a la familia en general, ya que esa tragedia la quebró por completo, perdimos a un integrante de la familia, a mi hermano mayor Patrick que para mi fue una figura paterna, mi hermano sufrio un accidente automovilístico muriendo en el acto con su mejor amigo, la vida nos dio una lucha interminable sufrimos mucho su pérdida, nos tuvimos que consolar mutuamente, con el paso del tiempo el dolor sigue mi madre tuvo que seguir tratamiento psiquiátrico por su depresión, Patrick era el pegamento de toda la familia algunos les pego fuerte su pérdida ejemplo de ello mi abuelito, estaba anciano y muy enfermo pero al perder a su nieto se agravó más y se fue de este mundo el año siguiente de fallecer mi hermano y coincidencias un día después de la fecha de mi hermano, Patrick 24 de abril y mi abuelito 25 pero en septiembre, la familia se distanció en esos momentos.

 

Mi madre como pudo siguió trabajando cuando mi hermano fallecio yo apenas tenía 16 años, en ese año yo me caí y me vine abajo, mis notas bajaron demasiado pero tuve que decidir si dejarme derrotar o seguir adelante por el bien de mi mamá, que ella no necesitaba más preocupaciones de la que ella tenía, salí adelante con mis estudios y ella en su trabajo porque pensaba en mi futuro y no se dejó derrotar, algunas veces flaqueaba cuando de la nada se ponía a llorar, no me imagino la pérdida de un hijo, pero duele ver como cambia la vida de tu ser querido, de cómo con el pasar de los años dejó de brillar, de sonreír y hacer cosas triviales como bailar y cantar, las fiestas era lo que más se esperaban de los años pero el 24 de diciembre comenzó a ser una llaga y ver a la persona que faltaba en la mesa dolía mucho, y a pesar de tener que cargar con ese dolor tuvo que darse las ganas de vivir porque estaba yo de por medio, otra vez yo era la discordia en la vida de mi mamá tenia que luchar con todo por que yo aún no era una adulta que terminaba sus estudios, yo sabia perfectamente lo que pasaba en su cabeza, su deseo de dejar este mundo pero yo era la obstruccion de eso, me lo dijo una vez que si yo no estuviera ella habria muerto desde hace mucho tiempo, incluso desde antes de lo de mi hermano.

 

En mi época de universidad fue cuando más solíamos discutir, hasta por tonterías que no iban al caso, que yo ni siquiera se porque peleabamos tanto, yo había sufrido un periodo de mi vida donde oculte todo, la gente comenzó a decepcionarme pues porque nadie me ayudó a enfrentar esa situación, y era un secreto a voces dentro de mi familia, lo sabían pero no actuaban para que terminara, fue cuando por fin tuve la fuerza de contarle ese secreto a mi madre que una persona de su suma confianza que era de la familia abusó de mí a los 12 años de edad, yo me callé por miedo, ese suceso me hizo vivir agonías durante toda mi adolescencia, le tenía pavor a los hombres que me vestía holgada, pues no quería que me mirasen siquiera un poco, tan solo me miraba en el espejo y decía que asco de ser soy, por ser capaz siendo una niña de seducir a un hombre, viví con años con esa culpa que ni siquiera tenía que sentir, cuando por fin le pude decir a mi mamá ella cambio todo lo que dije anteriormente, me ayudo con su amor a superar y quitar esa barrera que me impuse ante los hombre, y encontre lo que tanto me hacia falta, mi amor propio porque ya no soy como esa chiquilla, ahora me encanta deslumbrar con mi belleza a cualquiera que se ponga en mi camino, deje todo ese dolor que me carcomió por años, todo gracias a ella que supo que decirme y como guiarme en mi corazón. 




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