— Tu no entiendes, verdad — me decía el Chico Fantasma ensangrentado que encontré una vez enfrente de mi casillero donde dejo mis cosas.
Tenía los brazos cruzados con cara de desaprobación recargado en el árbol Carballo que estaba en mi patio trasero.
— No sabía, que podías hablar — dije a cambio.
Aunque debería estar acostumbrada ya ,con el único Fantasma con el que hablado es Joaquín.
Antes de el,no lo había hecho con otros.
— Oh,claro que puedo hablar,pero no cambies de tema — dice.
Me encontraba en el patio de mi casa,dibujando cuando este aparecio.
Estaba recostada en el césped en una pequeña manta vioteta y mis pantorrillas dobladas a mi espalda.
Me lleve mi lapiz a los labios pensando que otra cosa agregar.
Hacia un dia soleado,las copas de los árboles se tambaleaban por la brisa ligera del viento.
— ¿Que quieres? — dije.
— Solo he venido a advertirte,no sigas investigando — dijo con los brazos cruzados.
— Advertirme sobre ¿Que cosa? — digo sin entender, — ¿Y además quien rayos,eres? Recuerdo que el otro dia te vi en la escuela observandonos.
— Oh, no me digas que el amo,no te visito hace poco — contesto ignorando mi pregunta.
Mire a mi alrededor preguntandome, porque Joaquín no aparecía en los momentos que necesitaba la protección de un Fantasma contra otro Fantasma.
Este levanto una ceja de forma divertida.
— Tu perteneces a nuestro mundo,no a este — dice de forma malévola, extendiendo los brazos abarcando todo su alrededor.
algo en la manera en que lo dijo provoco que mi garganta se secara.
— ¿Q-que quieres decir? — pregunto asustada.
Este mira al cielo con ironía.
Era un Sábado tranquilo con roddick durmiendo a mi lado,había aprovechado la ocasión y lo había dibujado,tenia buen tiempo sin hacerlo.
— No dire mas,he dicho lo suficiente, te estaremos vigilando — y asi sin mas desaparecio dejándome sola.
Y con mas preguntas que antes.
****
Me levanto del Césped Sacudiendo mis pantalones y doblo la manta.
necesito respuestas y se quien me las puede dar.
El Fantasma dijo que me estaban vigilando.
No me dijo quien es asi que supongo es un mensajero,y talvez hay mas como el,debo ser cuidadosa.
¿Pero como? Es el kit de la cuestión.
****
Espere a que a oscureciera.
A lo lejos se escuchaba el ulular de las aves acomodandose para dormir en las copas de árboles cercanos.
Mire alrededor de mi cuarto acomode un par de almohadas en mi cama por si las dudas.
Abrí la puerta de mi cuarto bajando las escaleras pero antes tomo mi suéter gris favorito con capucha,me llevo las manos a la parte de atrás del cuello liberando mi cabello suelto.
Mi madre iba trabajar hasta tarde en el buffet de abogados.
Tomo las llaves de la casa que abre la puerta trasera de ésta ,no quiero que la señora Martínez me vea salir.
Si lo hace llamara a mamá esta se preocupara y adiós plan.
Suelto un soplo de aire.
Abro con cuidado el garaje,sin hacer el menor ruido posible.
Tomo mi bicicleta,monto en ella calle abajo alejandome de la casa lo mas posible.
Paso por la avenida norte al cruce para ir a la casa de Sarah esta da al Sur, pero me dirijo al Oeste.
****
Varios minutos después.
Llegó a un almacén abandonado.
Y un letrero antiguo con neon que dice « Quiromancia y Esotérico», con letras mas pequeñas dice tiene dudas, Madame Salome le adivina su futuro.
Me bajo de la bici escondiendola en un rincón.
Aqui esta muy solo no valla hacer que pase un malandro y me deje sin mi medió de transporte favorito.
Abro la puerta del lugar y esta chirría.
— Sabia que algún dia vendrías — dice alguien a mi espalda cuando,pase por en medio de la estantería para dirigirme al mostrador. — Pero no crei que fuera tan pronto.
Doy un pequeño brinco del susto.
Volteo mi cabeza para el Lugar proveniente de la voz.
Salio una mujer como de unos 50 años,iba vestida con una túnica negra, cubriendo parte de su cabeza.
Sus ojos eran de un verde esmeralda.
Observe sus uñas,cuando me hizo una seña de acercarme,eran negras,largas y puntiagudas.
Trague
— ¿Quién eres?¿Y porque dice que sabia vendría?— pregunte
Esta suelta una carcajada
— No se,tu dime — dice — eres tu la que ha venido a mi.
Iba a replicar pero tenia razon.
No se porque pero una parte de mi decia que ella podia ayudarnos a Joaquín y a mi.
—-Sigueme — dijo dirigiendose a una pequeña puerta derecha por donde había salido.
La segui adentrandome a la pequeña habitación.
En medio de la habitación había una mesita con dos sillas a cada extremo.
Una estanteria con velas negras y violetas y otras cosas raras.
Me recordaba a la que hace poco vi en uno de los recuerdos.
— Toma asiento — dijo como si me leyera,la mente — no te voy a secuetrar.
Una mirada divertida cruza su semblante.
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Editado: 20.12.2019