Entro a casa de su padre sin permiso, espero al bajar de las escaleras del segundo piso; a que mis hombres la traigan. En ese momento aparece desde la derecha (donde se supone que esta el salón principal) el señor Gannan, preguntando qué estaba pasando pero al verme cambia su actitud y se porta muy respetuosamente.
-Hola joven señor Ryan, es un honor poder verlo. – Me saluda - ¿Qué lo trae por aquí el día de hoy? – pregunta con una sonrisa.
-¿Dónde está la señorita Isabela? – pregunto con la voz más profunda de lo que esperaba. Estoy preocupado de lo que le pudo pasar.
-Se encuentra en su habitación. – responde muy nervioso. – Esa chica lo molesto en algún momento. – sus palabras salen con mucho desprecio y odio hacia su hija.
Le estaba apunto de contestar cuando nos hombros bajan a toda prisa con Isabela inconsciente y sangrado en sus brazos. Al mirarla en ese estado me lleno de furia y preocupación, quiero que la persona que le hizo eso lo pague muy caro. La tomo en mis brazos temblorosos y la monto en mi regazo. Su padre trata de hablar pero no sé lo permito.
-Llévenos a hospital. – les ordeno a mis hombres y rápidamente estamos allí.
-Pudimos estabilizarla, ahora se encuentra fuera de peligro, solo necesita que se complete la transferencia de sangre y estar en revisión unos cuantos días. – dice Fabián el médico familiar, después de varias horas de espera. – su condición era grabe, presentaba derramé cerebral, perdida de sangre, moretones, varios vidrio incrustados en la piel y también estaba un poco hinchada en su rostro. – me informar. Mientras Fabián me dice el diagnóstico de enfurecía cada vez más y me sentía impotente por no haberla protegido.
Después de recibir el diagnóstico completo y haberme tranquilizado, fui al cuarto donde estaba mi Isa. La tomo de la mano con delicadeza, le acaricio el pelo mientras observó su hermoso rostro y poco pálido.
(Es hermosa a pesar del estado en qué esta) pienso y en ese momento la escucho quejándose y se movió.
-Señor…señor Tomas… Tomas ayúdame.. ayúdame por favor. – dice aún inconsciente, me sorprende escucharla decir mi nombre, pero también me sentí muy feliz. – tranquila, estoy aquí contigo, yo te protegeré. – le digo varias veces hasta que se tranquiliza. (Ella me considera su protector) ese simple pensamiento me saca una sonrisa.
Dos días después de cuidarla, ya está completamente recuperada pero todavía se siente triste por lo que le pasó. Me conto todo lo que a vivido y que quiere tener una vida tranquila. Le prometí que así seria.
ISABELA.
Ya ha pasado una semana desde que no voy a la facultad de artes escénicas. Tampoco e sabido de mi padre en estos últimos tres días, después de lo que pasó, me siento triste por el comportamiento de mi padres hacia mi, pero eso dolor se aliviana con el trato que me dan todos en la mansión de Tomas y en especial el siempre me trata muy lindo.
Mientras pienso todo lo que a sucedido voy bajando las escaleras para el primer piso donde Tomas me espera para que vayamos a su casa en la ciudad ya que estamos muy retirados de la cuidad S.
Nuestra relación se ha vuelto mas cercana. Nos tomamos de la mano y me inclino para besarle en los labios; todavía me siento un poco rara pero me gusta esta sensación.
-¿Vamos?. – me pregunta después de nuestro beso. Asiento con la cabeza, estoy un poco apenada, el me sonríe y salimos de la mansión rumbo a la cuidad S.
Cuando llegamos a la casa me quedo un poco asombrada porque sigue siendo como una mansión. Me presenta al personal, no hay nada comparados los de la mansión, solo hay jardinero y está la nana Julia que se encarga de la casa y la comida. Es una señora de 42 años de edad que a estado al lado de Tomás desde que nació.
Tomas debe ir a la empresa entonces me deja al cargo de Julia, antes de que se fuera le dije que me gustaría ir a la facultad mañana pero ya no tengo nada de ropa y me dijo que al medio día podíamos ir al centro comercial, le dije que si porque no quiero ir a casa de mi padre por mis cosas.
La Nana Julia me trata muy bien, me cuenta historias de Tomas y me dice que aunque parece frío es muy tierno por dentro y que yo era la primera chica que llevaba a casa. Eso me sorprendió porque el es muy guapo y me imagino que a muchas chicas le ha gustado, pero hay recuerdos lo que me dijo el día en que estuve en la mansión por primera vez. Me dijo que ya nos conocíamos y que siempre ha estado enamorado de mí.
Me siento muy feliz de que yo sea la única chica en su vida, es un sentimiento nuevo, pero quiero que solo se fije en mi.
Mientras hablaba con Nana Julia llega una señora muy joven y apenas que me ve se le ilumina el rostro, no sé quién es pero de la nada me abraza, me trata muy bien y me dice mi pequeña bebé. Estoy desconcertada, no entiendo quien es y porque me trata así.
Poco después entra al salón un hombre alto con una presencia igual de fría que la de Tomas, también se parece mucho pero este hombre es mas mayor que Tomas.
-Amor deja a la chica tranquila. – dice a la mujer que todavía me abraza. – Amor pero si por fin mi bebé trae a una novia. – responde ella. (Deben ser los padres de Tomas) pienso y la Nana Julia lo confirma.
-Buenos días señor y señora Ryan. – dice Nana Julia.