Mi odiado y amado jefe

Capítulo 4

<Cristopher>

Me encuentro en mi oficina trabajando en todo lo que se acumuló mientras estaba fuera, y con un suspiro miro la hora; 8:20 a.m.

—Denis llegara pronto.

No puede evitar sonreír al recordar a aquella chica.

—Alisha. — es la primera vez que escuchó ese nombre en toda mi vida.  

Me relaje y al seguir pensando en ella, trate de tocar mi mejilla.

—¡¡Auch!!

Es inútil, con tan solo un rozón mi mejilla duele como el infierno. Y lo peor de todo es que eso me hace reír.

—Aun no puedo creer que fui rechazado.

Esa mujer me hizo sentir patético, no solo me rechazo por completo, sino que también me lleve una paliza, es la primera vez que me encuentro con alguien así.

Siempre he sido envidiado y deseado por muchas, con solo tronar mis dedos podía tener a cualquier mujer y ella dejaría que hiciera lo que quiera con ella, pero esta vez es diferente, por primera vez en mi vida conozco el rechazo, pero hay algo que me molesta muchísimo y no pueden sacar de mi mente, y fue cuando ella me dijo "te odio", al escuchar sus palabras con una voz tan fría sentí como si mi corazón se encogiera, no importa cuánto piensa en eso, no puedo encontrar una respuesta.

—¡¡Que frustración!!

Deje las tonterías a un lado y me coloque en mi postura habitual cuando tocaron la puerta.

—Adelante. — la persona que entró fue Denis quien trae una taza de café en su mano.  

—Buenos días, Cris. — dejo el café en mi escritorio y cuando vio mi cara se quedó observando por un rato hasta que reaccionó. —¡¿Que te ha pasado?! ¿Te agarraste a golpes con alguien? Estoy segura de que te lo buscaste, te metiste con una mujer problemática, ¿verdad?

—Ja, calmante un poco Denis, esto no es nada para preocuparse… pero tienes razón.

Denis suspiro.

—Tu mejilla esta hinchada, iré por hielo.

—Estoy bi.... — se fue antes de que me dejara terminar, bueno ella siempre ha sido así, si hay algo en lo que ella pueda ayudar lo hace. —Escogiste una buena chica, Eduar.

—Por supuesto, después de todo tengo buen gusto.

Cuando mire hacia la puerta, Eduar me saludo con una carpeta en su mano, me levante y camine unos cuantos pasos y espera a que el caminara lo que faltaba, después chocamos nuestras manos y nos abrazamos.

—Bienvenido Cris. — estaba feliz porque quería contarle a Eduar todas las locuras que hice en Paris, pero me vi interrumpido por un fuerte dolor que sentí en el abdomen haciendo que tuviera que apoyarme con mis brazos en el escritorio para evitar caer, cuando mire a Eduar seguía en la misma posición, pero ahora su mano izquierda con el puño cerrado está levantado. —Este no es mi día. — dije, jadeando.   

—Te lo mereces. — al escuchar sus palabras volví a recordar a Alisha y a pesar del dolor que sentía, solté una pequeña risa. —¿Qué te parece tan gracioso?

Hmm, ¿lo sabrá? Bueno, como sea.

—Nada, solo que ese golpe me recordó a alguien.

—Hablas de Alisha, ¿verdad?

Mordí mi lengua y me lamenté por dentro. Estoy perdido, pero si le dice a Denis estoy más que muerto.

—Así que lo sabes…

Mire a la puerta y comencé a temer que Denis regresara, de algún modo comencé a sentirme nervioso, pero mi imagen exterior era serena y tranquila.

—¿Saber qué? Que fuiste amable con ella para después acorralarla y besarla por la fuerza sin saltar el hecho de que le diste un nombre falso, dime Cris, ¿Hay algo que falte de agregar?

¡OMG! ¡Le dijo todo! ¡Dios soy yo de nuevo…!

—Si, te falto algo. — Eduar me miro con una ceja levantada y yo apunté hacia mi mejilla rojiza. —¡Que fui golpeado fuertemente! — se supone que tendría que arrodillarme y pedir perdón, pero lamentablemente mi boca es más rápida que mi cerebro.

—¡Tu maldito Don Juan, a pesar de que te diste cuenta de que era la hermana de Denis no te de tuviste! ¡Eres un gran patán!

Fueron unos largos minutos lo que me estuvo regañando y cuando por fin termino, se sentó en el sofá de una esquina.

—Te conto todo….

—Maldita calenturiento.  

—Jaja, bueno dejando a un lado eso, ¿Cómo fue que ella se fue a quejar contigo?

Me miro con una expresión de asco, aun así, suspiro y comenzó a hablar. 

—Recuerdas que me quede sin secretaria después de que Elen se jubiló.

—Si, pero eso que tiene que ver co… No me digas que…

—Si, Alisha es mi nueva secretaria.

—…..

Bien, me pondré de rodillas y pediré perdón.

—Esto se pudo haber evitado si me lo hubieras comentado, pero que se le pude hacer, lo echo esta echo.

—Sin vergüenza, dudo mucho que, aunque lo supieras te hubieras quedado quieto. — aún sigue molesto, me acerqué y le di unas palmaditas en la espalda.

—Ya tranquilizante, me disculpo desde el fondo de mi corazón. 

—¿Acaso tienes corazón? — me aleje un poco y rasque mi nuca. —Con quien debes de disculparte, es con Alisha.  

—Tenía pensado buscarla cuando terminara mi trabajo, pero ahora que se dónde está iré ahora mismos.

—No espera, ella está trabajando, además te traje estos papeles para que los revises y firmes.

—Mi trabajo solo se acumula, si sigue así, no podre disculparme hoy.

Me quede pensando en una solución y segundos después tuve una idea genial, mire a Eduar con una sonrisa traviesa en mi rostro.

—¿Que? Cuando sonríes de esa forma significa que no harás algo bueno.

—No pasa nada, no haré nada de lo que debas preocuparte. — me senté en mi escritorio y seguí trabajando.

—Si claro, como sea, firma los papeles de una vez.

—Lo siento, pero tengo que terminar esto, vuelve en un rato.

—Eso es imposible, estaré ocupado hasta la tarde. — como lo pensé.

—Entonces manda a tu secretaria. — me estoy arriesgando a que me vuelvan a golpear, pero de verdad quiero volver a hablar a solas con Alisha y sobre todo ver su reacción cuando sepa a quien golpeo.  




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