Mi odiado y amado jefe

Capítulo 10

<Cristopher>

Aún estoy en la oficina terminado los últimos pendientes del día, el reloj marca las 8:30 p.m. cuando decido tomar un pequeño descanso. Me relaje, me estire y pase mis manos por el pelo, trato de pensar en algo, pero es inútil, siempre que no tengo nada que hacer la cara de Alisha me viene a la mente.

El mismo día que la conocía fui a un antro cuando acabé todos mis deberes, pensaba en ligar con alguna chica y así fue. Después de bailar fuimos a un motel donde la bese por el cuello y toque todo su cuerpo mientras la desnudaba, pero cuando vi que la chica quería besarme, recordé lo que había pasado esa mañana con Alisha, rápidamente la aparte poniendo distancia, me vestí y le dije que había olvidado que tenía que levantarme temprano y me fui a mi departamento. Claro que, ante una excusa tan pobre, se sentiría ofendida y me gritaría un montón de cosas, pero igual ignore mientras salía de la habitación.

Desde ese día siempre que alguien intenta besarme, recuerdo cómo se sentían los pequeños, suaves y rosados labios de Alisha y evito a toda costa que alguien me quite esa sensación de los labios.

Parece una broma lo sé, pero no sé qué me pasa, quiero hablar con Eduar de esto, pero dudo que me crea, me conoce desde niños y sabe cómo soy, no me veo llegando a su oficina pidiéndole que me aconseje porque desde hace un mes no he tenido sexo y cuando lo intento el rostro de su hermosa secretaria y pequeña cuñada se cruza en mi mente. Sí le llego a decir eso, él se burlaría de mi hasta que se canse o me ganaría de nuevo una paliza de su parte.

Deje de pensar y volví a trabajar, cuando termine ya eran las 9:00 p.m. guarde las cosas que utilice, apague la computadora, me puse el saco, tome mis cosas y salí de la oficina. Llama a mi elevador privado pasando una tarjeta y apreté el ultimo botón que es del estacionamiento.

Cuando se abrieron las puertas para salir, aleje mi mirada del celular y a poca distancia estaba una mujer parada. Una mujer con los mismos rasgos de Alisha, pero debido a que está de espaldas no podía comprobar si era ella y me acerque lentamente.

Estando muy cerca, me di cuenta de que, si se trataba de Alisha, mi corazón palpitaba y me sentía feliz. Hace un mes que no la veo debido a que me encuentro ocupado y cuando tenía tiempo, ella ya se había ido a la universidad. Pero ahora mismo, ella está a unos pasos de distancia de mí.

—Señorita Johnson. — la llame, pero no recibí respuesta. —Señorita Johnson. — ella seguía en el mismo lugar sin moverse, camine y pude ver que tenía la mirada en su celular, le toque el hombro y ella se sobresaltó. —Señorita Johnson. — la volví llamar y ella poco a poco levanto la cabeza, pero antes de que siquiera me mirara a los ojos, me di cuanta de su expresión llena de pánico.

—Señor Thompson. — dijo mi nombre con tono tembloroso y apenas audible.

—¿Qué pasa? Parece que acabas de ver a un fantasma. — pregunte. Ella parecía alivia, su rostro comenzaba de nuevo a tener color e inhalo hondo.

—No ha sido nada, así que no se preocupe. — contesto, pero su tono aun es tembloroso.

Estaba por dar un paso más adelante, pero cuando moví uno de mis pies, sentí que pisé algo. Mire hacia abajo y en el piso estaba la bolsa de Alisha con algunas de sus cosas tiradas, pero lo que tomo por completo mi atención fue que había demasiadas fotos esparcidas en el suelo de ella, en algunas estaba comiendo, en otras estaba en la universidad, en otras en la empresa y en todas ella parecía no darse cuenta que se las han tomado.

—¿Qué es eso? — pregunte con mi mirada aun en el suelo, cuando Alisha vio a lo que me refería rápidamente se hinco y como si se tratara de un gran secreto, recogía las fotos. Yo también me hinque y la ayude a juntar las fotos.

—No es necesario señor, yo puedo hacerlo sola. — dijo mucho más nerviosa que antes, pero yo la ignore y cuando termine le di las fotos junto con su bolsa.

—¿Son muchas fotos no lo crees?

—Estoy pensado en hacer un álbum.

—Un álbum…. ya veo. — es más que claro que me está mintiendo, pero no le pregunte nada más, no quiero hacerla sentir más nerviosa.

De repente un celular comenzó a vibrar y al ver que no era el mío, mire a Alisha que solo ignoraba el tono.

—¿No atenderás? Podría ser importante.

—Si.

Yo me quede mirando mientras ella atendía su celular, cuando de la nada su rostro volvió a expresar terror, sus piernas empezaron a temblar, su respiración volvió a acelerarse y como loca comenzó a mirar por todo el aparcamiento como si estuviera buscando algo o a alguien. Mire su celular el cual se movía por el temblor de sus manos.

—Alisha, ¿Qué pasa? —inconscientemente la llame por su nombre, ella tranquilizo su respiración y me miro.

—De verdad no es nada Señor Thompson, y si me disculpa tengo que ir por unos papeles. — comenzó a caminar con dirección al elevador y yo solo la miraba fijamente tratando de entender que es lo que estaba pasando, pero es razonable que no me quiera contar nada.

Ella debe de odiarme.

Cuando Alisha desapareció en el ascensor, yo me dirigí a mi auto, di unos cuantos pasos y volví a sentir que pisaba algo, quité mi pie y había una tarjeta blanca. Me hinque y la tome, pero por alguna razón sentía que estaba siendo observado, así que guarde la tarjeta en mi bolsillo y me subí a mi auto.

Treinta minutos después ya estaba en mi departamento, lancé las llaves en una mesa, me quite la corbata y el saco, desabroche algunos botones de mi camisa y me relaje en el sofá. Después busque en mi pantalón la tarjeta, cuando la encontré la mire y la gire para leer lo que está escrito.

"No importa si es en las fotos o cuando te veo de lejos, eres hermosa y me alegra saber que dentro de poco serás mía"

Mi sangre se helo por unos segundos, busqué por todas partes una firma o inicial, pero nada, solo había ese mensaje. Recordé que ella había dicho que las fotos eran para un álbum y este mensaje comprobaba que estaba mintiendo, era imposible hacer un solo álbum con todas las fotos que tenía y como lo pensé, en todas las fotos ella parecía no darse cuenta, además su reacción al ver el mensaje del celular, ella no parecía la chica con carácter fuerte que conocí hace un mes. Ella estaba aterrada, tenía miedo.




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