Me levante con un fuerte dolor de cabeza y mire a mi alrededor. Estoy acostada en el piso de la sala y a mi costado esta Jenni, quien sigue dormida.
Con flojera estire y levante poco a poco mis brazos, después gire a todas partes y logre ver que en el sillón esta Ale junto con Sandra.
En una esquina de la pared esta tirada Krista y como cereza del pastel, todas están roncando.
—¿Pero qué mierda paso? — siento que la cabeza me va a explotar en cualquier momento, cierro mis ojos en un intento de recordar. —Ah... la despedida de soltera de saya. — lo último que recuerdo es que Krista me obligo a tomar unos cuantos vasos de cerveza y después todo se puso borroso.
—¡Oh! — di un pequeño salto al escuchar la voz. —Ya te has despertado, Ali.
—Saya. — bostece. — Buenos días. — me respondió de la misma manera y fue a la cocina y regreso con dos tazas de café en cada mano.
—Toma. — ambas nos sentamos en el sillón. —Tu cabeza debe querer estallar.
—Nada que una pastilla no pueda solucionar. — dije, para no preocuparla. —¿Tu estas bien?
—Si, después de todo no puedo tomar. — le doy un sorbo a mi café y hago una expresión de desagrado por lo amargo que esta.
Saya tapo su boca con la mano, evitando que la risa saliera de su boca. Lo del café sin duda lo hizo a propósito, ella y mis hermanos saben muy bien que sigo siendo la misma niña que solo toma café con leche.
—Y las demás, ¿dónde están? — le pregunte tapando mi cara con las manos.
—Denis y Gaby están en mi habitación. — suspiré, y volví a tomar otro sorbo de café.
—¿Como se la habrán pasado los chicos? — pregunte, y Saya sonrió sacando su celular.
—Ellos también se divirtieron. — me dio el celular y cuando lo mire, había fotos de ellos tomando, bailando y parece tenían un karaoke.
—Esperó que los vecinos no se hayan quejado. — sonrío y puse de nuevo mi atención en las fotos. — ¡Oye pero que es esto! — le mostré la foto donde Jean estaba sentado con su cara tapada y una chica bailándole. —No quieres cancelar la boda, ¿verdad? — pregunte por si acaso.
—Ali, nosotras. — se detuvo y miro unos segundos al techo. —Ustedes empezaron. — la mire confundida al no saber a lo que se refiere—¿Que no recuerdas? — niego de inmediato.
—Lo último que recuerdo es que Krista y yo tomamos unos cuantos vasos de cerveza ¿Acaso hice algo malo? — pregunte con mi cara espantada, pues nunca he sido muy buena bebiendo ya que llego al punto de olvidar la mayoría de cosas que hago.
—De verdad que no tienes remedio. — fue lo que contesto y con su celular me mostró otras fotos.
—¿Eh? Eso… ¿Soy yo…? — pase mis manos por mi cara y cabello. —¿Pero qué demonios es esto? — en las fotos ya estamos muy ebrias y lo peor es que hay 3 hombres los cuales no estaban cuanto empezó la fiesta.
Krista y Ale están bailando con un bombero, Sandra y Gaby están con un doctor y yo aparezco bailando sola con un policía, pero viéndolo mejor no está nada mal, es alto, moreno, ojos verdes, cuerpo bien formado y pelo negro desordenado.
Inconscientemente mordí mi labio, pero al instante sacudí la cabeza para alejar esos pensamientos lujuriosos.
—Dime que no hice nada malo. — miré a Saya, quien está sonriendo.
—Bueno. — hizo una pequeña pausa. —Ustedes chicas están locas. — ríe y de la vergüenza de escuchar, volví a tapar mi cara. —Poco después de que se embriagaron llegaron los chicos y los arrastraron a bailar, Denis y yo nos quedamos riendo y viéndolas desde el sillón ya que nosotras tenemos pareja, luego de un rato empezaron a tomar fotos y se las enviaron a los chicos como manera de burla.
—¡¿Que hicimos qué?! — la interrumpí.
—Todas las fotos que te enseñé se las enviaron a los chicos, claro ellos llamaron y se quejaron, yo solo les dije que no podíamos controlarlas y después me enviaron esas fotos como venganza, por supuesto me puse celosa, pero creo que era lo justo. Ya después de unas horas se quedaron dormidas y les tuve que pedir una disculpa a los bailarines por su comportamiento, pero ellos se fueron felices diciendo que hace mucho no tenían un trabajo tan divertido.
—No me lo creo. — la mire y esta asintió.
—Si no me crees, revisa tu celular. — me levante y busque mi celular por toda la sala.
Cuando lo encontré abrí la aplicación de mensajes y es verdad. Le envíe fotos a Jean, Richi, Eduar e incluso a Cris. Y lo peor de todo es que en las fotos estaba muy pegada al policía.
Me muero de la vergüenza, ¿con qué cara los veré en la boda? Un momento, hoy es sábado...Jean y Saya... boda ... hora... 10:00 a.m.
—¡Saya! — ella dio un pequeño salto al escuchar mi grito.
—¿Qué pasa?
—¿De verdad? — volví a donde estaba. —¿Sabes al menos que hora es? — miro la hora en su celular.
—Son las 10:00 a.m.
Me quede mirándole con los brazos cruzado.
—Te recuerdo que hoy te casas. — ella se quedó en blanco por algunos segundos.
—¡Es verdad!
—¿Como se te pudo olvidar?
—Estaba contándote… me distraje, tenía que levantarlas, hacer el desayuno, limpiar y la verdad anoche bebí un poco. — hablaba tan rápido que apenas le entendí.
—Tu vete a bañar, yo me encargó de lo demás. — se fue con paso acelerado al baño.
Levante a las chicas y al contarles lo que hicimos anoche también se sintieron avergonzadas como yo, luego nos pusimos a limpiar. Cuando Saya salió, nos dimos turnos para entrar al baño, así mientras una estaba en el baño, las demás arreglaban a Saya.
Cuando todas acabamos de peinarnos y maquillarnos pasaban de las 5 p.m. solo teníamos dos horas para cambiarnos e irnos a la iglesia.
¡¿Saben lo estresante que es?!
—Saya, vamos a tu habitación para ponerte el vestido. — le dije y subimos todas para ayudarla.
Pero tuve que salir al recibir una llamada de mi hermano.
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Editado: 26.12.2021