Volví una vez me calmé, esperé no ser tan obvia y por suerte no lo fui porque al momento de sentarme en mi lugar un Chad molesto se puso de pie y fue por algo de pedir ya que al parecer nadie quiso acercarse por la discusión tonta que había en la mesa.
Seguí tomando tranquila mi bebida mientras escuchaba los comentarios venenosos que nuevamente iban hacia él. Es gracioso, parecen odiarse pero igual conviven juntos porque de verdad no les queda de otra, no quiero presumir ya que solo hace unas horas atrás nada más ellos empezaron a estar conmigo así de la nada, pero al parecer lo hacen por mí... quiero pensar.
—Dejando atrás a ese... aunque volvió —soltó un suspiro frustrado cuando volvió con su licuado de frutilla al parecer y sentarse en el medio de ambas—, hay tarea de historia que hacer y es muy larga, ¿nos juntamos para hacerla? Así es más rápida.
—Me parece mejor —asiento con la cabeza animada. Es verdad nos dieron mucho que hacer y creo que más mi profesor particular que tuve—, yo tengo tiempo de sobra, podemos hacerla en un rato más.
—No estaremos juntos hoy con mi grupo así que me sumo —encogiendose de hombros nos responde él—. Podemos ir a la biblioteca central.
Los tres quedamos de acuerdo y mientras tanto terminamos con nuestras bebidas. Con el ambiente más tranquilo, hablamos sobre cosas triviales como por ejemplo me enteré que Lucy aún la persigue los fantasmas de su antigua relación, Tony es el nombre de su ex pareja que por suerte ya no está en la escuela pero cada cosa que pasaron lo recuerda a donde vaya en el establecimiento. En parte la entiendo, lo peor es que el mío me tiene bajo la mira y no puedo despegarme fácilmente.
Chad no mucho habla, solo que la líder de las porristas intenta camuflar el tener una relación con él cuando en realidad sólo quiere meterse en su cama para unas noches y luego el que sigue. Realmente es una pena que hayan personas así pero cada quien con su gusto.
Y yo solamente conté que no hay nadie especial para mí porque tampoco creo que lo haya. Mentí que yo prefiero estar sola y disfrutar mi vida —cosa que no es mentira cabe aclarar— pero si se llegara haber una oportunidad tal vez experimentaría un poco antes de irme y se terminó. En parte quiero saber lo que se siente y lo que no podré tener.
Al terminar los tres nos fuimos a la biblioteca central, no habían tantas personas en este. El edificio era enorme y con un aire victoriano en su estructura, pero por dentro era impresionante de grande, es el doble de grande que el salón de reuniones del castillo, con la diferencia que está lleno de estanterías con libros y mesas rectangulares distribuidas ordenadamente en filas con pequeñas lámparas. Nosotros buscamos una hacia el final para estar más tranquilos y así también no nos llamaran la atención por si hablábamos un poco. En la mesa que elegimos, tenemos suficiente luz natural y artificial ya que una gran lámpara tenemos arriba y dos ventanales hay arriba en la pared que parece especialmente iluminarnos.
—Mejor lugar, imposible —murmura bajo sentándose a mi lado izquierdo, yo me quedé en el medio de ambos y así era mejor para entender cuando necesitáramos alguna ayuda o buscar algo.
—Concuerdo —sonrío de lado sentándome mientras abro mi mochila y saco mi cuaderno y lapiceras que iba a ocupar.
—Menos charla y más acción así podemos ir a comer luego antes que se nos haga muy tarde —a mi derecha Chad saca sus útiles y el libro de historia que debía conseguir.
Entre opiniones y charlas amenas comenzamos hacer las actividades que nos dejaron sobre las guerras civiles. Era curioso saber esto de otra parte, llamó mi atención y sin darme cuenta me vi haciendo las actividades con mucha energía.
Para lo menos inesperado habíamos terminado pero tardamos un poco más porque Lucy quería copiar lo que se atrasó ya que algunos profesores le habían pedido que se quedara al día obligatoriamente. Así que aproveché y di una vuelta por la biblioteca, me alejé de las mesas y fui a los espacios reducidos y silenciosos, muchos libros habían, de todo tipo. Pude visualizar novelas clásicas como también manuales enormes, uno llamó mi atención y fue sobre política internacional que si mal no lo recuerdo también vi uno en la oficina de mi padre, varias veces estuve tentada en leer pero solo por ser curiosa porque no creo que me sirva.
Dejé de lado eso y seguí mi camino hasta llegar a una parte que estaba más oculta, la luz era tenue y el silencio casi ensordecedor, pero me detuve en seco al escuchar sonidos... extraños.
—Más... —una voz susurrante femenina llegaba desde alguna parte, caminé en silencio con sigilo como estaba acostumbrada y pude ver entre unos libros que me hacían espacio. Justo lo que creí.
Desvié mi mirada rápidamente al toparme en un momento íntimo que desafortunadamente me llevó de camino a un recuerdo en una situación así...
—¿Qué puede suceder aquí? —en un tono divertido lo atraje tirando de su polera negra—. Anda.
—Chica traviesa sabes que... —intentó que cambiara de opinión pero lo corté con un beso desesperado, uno que sabía que lo dejaría con ganas de hacerlo real.
—¿Quién puede venir aquí? Nadie, recuerda que estos pasillos no existen si no están a la vista —acerqué sus manos a mi cintura, ese día llevaba un vestido violeta casi pegado al cuerpo, era largo hasta cubrir mis pies pero luego de la cintura baja eran unas dos capas de tela que en el costado podía abrirse.
—Ava —soltó un suspiro, no podía negar lo que creó en mí, ese deseo que no se apaga así no más.
—Bien, iré a mi habitación entonces —lo empujé un poco para pasar por su lado pero él rápidamente volvió a dejarme en el rincón que estaba—. Que bien, te arrepentiste.
—Tú lo quisiste —y antes de que pudiera replicar, un beso hambriento me sorprendió que sin dudar lo respondí.
Y como presentía, encontró la abertura he hizo a un lado ambas capas topándose con mis muslos descubiertos. Las caricias pasaron a ser urgentes, manos necesitadas de contacto de piel con piel del otro. Suspiros y pequeños gemidos escapaban cuando los roces fueron tentando las partes correctas. Así es como terminé entregándome, sujetada a sus hombros con una pierna rodeando su cintura, sabía que él al ver mis medias largas iban a tentarlo más ya que sus movimientos fueron más fuertes y más placenteros.
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Editado: 05.11.2024