Cap 5

En toda aquella última semana de clase no había visto a Brais, la actitud Einar era la misma y no me dejaba sola en ningún momento. Las veces que iba al baño él se quedaba afuera esperándome.

A su vez sentía que mi corazón empezaba a manifestarse sentimientos extraños en mi y todo lo debía al comportamiento que Einar tenia hacia mi y a la vez esa necesidad que tenia de volver a ver a Brais.

El final de clases se aproximaba al igual que el momento que tendría que ir a la otra realidad.

Salimos de la ultima clase y nos dirigimos hacia el parque, nos tumbamos sobre el césped y miramos hacia el cielo.

— En las vacaciones pasadas te extrañé —solté de repente— quería verte y hablar contigo.

— Yo también te extrañe mucho Dacie siempre estas presente en mi vida —él sonreía— hay algo que tengo que decirte…

Me levanté rápidamente y vi que el cielo estaba lleno de estrellas.

— Mis padres me dijeron que no debía volver tarde —seguimos el camino.

 Entre a casa y fui directo a mi habitación. El sentimiento era extraño con mi energía traje hacia mí el teléfono.

Los rayos de sol cruzaban por mi ventana las vacaciones habían empezado. Baje las escaleras y desayune el yogurt con las bolitas de chocolate.

— Brais me dijo que vendría por ti para llevarte a la parada de buses —la mire extrañada— tu campamento mi niña.

Aún seguía extrañada porque mi madre había hablado con Brais. Tome mi mochila y Sali de la casa.

— ¡Nos vemos mi niña ten cuidado! —ella deposito un beso en mi frente.

Mi madre…conmigo en sus brazos…

Sonreí de la misma forma al salir vi que Einar se encontraba de pie en la vereda.

— Supe que te irías de nuevo —dijo el poco animado.

— Volveré tu tampoco te pierdas —dije tomando sus manos.

Controlando la respiración y deseando no ver nada.

— Tengo que confesarte algo —hablo él.

— Einar… —el acerco su rostro lentamente hacia el mío.

Los labios bien definidos de Einar y mi corazón latiendo rápido. El sonido de las ruedas de un auto estacionándose a nuestro lado.

— ¿Qué hace el aquí? —pregunto con enojo.

— Me llevara a la parada de buses —dije mirando a Brais dentro del auto.

— ¿Por qué no me lo pediste a mí? —Einar estaba enojado.

— ¡Einar! —dije gritando.

No se dio vuelta y siguió su camino.

— Adiós Einar —hable en voz baja.