El agua cayendo sobre mi mezclándose con las lágrimas que salían de mis ojos. Las pesadillas, el pasado todo estaba allí como un vivo recuerdo. Me vestí con la típica ropa que usaban en ese lugar. Los pantalones cómodos, los tenis y una cómoda remera.
Me dirigí hacia el salón del profesor Seth, entre y mis compañeros estaban allí.
Mire fijamente al profesor y extendiendo mis manos lo levante, estrellándolo contra la pared.
— ¡Dacia cálmate! —Eider se dirigió hacia mi— Brais dile algo.
— Ella es libre de hacer lo que quiera… sabe las consecuencias —dijo sonriendo.
El profesor cayó al suelo y en mi interior maldije a Brais.
— Dacia acompáñame por favor —dijo Tavia apareciendo en el salón.
Caminamos acercándonos a uno de los balcones, en frente nuestro estaba el bosque y sus grandes árboles.
— ¿Sabes por qué pusimos ese mural? —pregunto ella señalando hacia el campo que dividía al bosque— porque personas que perdieron el control de sí mismo decidieron utilizar para el mal sus habilidades.
Solo hice silencio al recordar lo de la noche anterior.
<< ¿Ella sabía esas cosas de su pasado?>>
— Solo tuve un desacuerdo con el profesor —respondí tratando de minimizar lo que había hecho.
— ¡No puedes atacar así a un profesor! ¡Ayer fue con tu compañero Dacia! —ella miro sus manos— no me obligues a que te mande a casa.
Al escuchar las últimas palabras una puntada se hizo presente en mi pecho. Ella se dio la vuelta y se alejó dejándome allí.
Era injusto todo lo que estaba ocurriendo mi corazón se hacía más pequeño.
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Editado: 16.08.2022