Cap 22

El sol había caído y en la tarde mi pequeño resguardo había sido la biblioteca.

Debía hablar con Brais no quería que los dos estuviéramos así enojados el uno con el otro. Camine hasta su cuarto y el pasillo estaba lleno de estudiantes.

Mi corazón latía demasiado rápido y mis ojos se llenaron con lágrimas, al ver que un chico estaba desplomado en el piso.

<< Brais no… el no >>

Aparte a los estudiantes tratando de cruzar entre los chicos.

— ¡Brais! ¡Brais! —exclame mire a mi alrededor y Brais se encontraba parado al lado de la puerta de la habitación.

Sin pensarlo demasiado me abalance sobre el envolviendo mis brazos en su cuello. El me abrazo de la misma forma.

— ¿Estas bien? —dije tomando su rostro.

Pero su mirada estaba perdida y el cuerpo del chico inconsciente seguía en el suelo.

— Brais todo está bien —sus ojos estaban algo llorosos.

En mi pecho apareció esa puntada junto con el nudo en la garganta, era la primera vez que veía de esa manera a Brais.

La necesidad de protegerlo apareció, tenia que acabar con todo aquello y yo misma lo haría.

Se llevaron al joven de ahí y la orden de que todos volvieran a sus habitaciones.

Mire hacia el frente y el sol había caído debía encontrarme con Ezio y sacar la piedra de allí.

Me levante de la cama y acomode mis cosas, Eider y Cloe dormían pero solo faltaba Uxia. Era extraño porque nunca se sentía la usencia.

— ¿A dónde vas Dacia? —pregunto Eider entre dormida.

— Regresare pronto —dije acercándome a ella sonriendo.

Ella me sonrió y volvió a recostar su cabeza en la almohada.

Me dirigí rápidamente y con cuidado hacia la habitación de Brais.

— ¿Dacia? —Brais se sentó en su cama.

Su cabello todo alborotado y su rostro que expresaba confusión. Un extraño presentimiento se hizo presente en mi pecho. Me acerque hasta Brais y tomando su rostro entre mis manos deposite un beso sobre sus labios.

El poso sus manos sobre las mías.

— ¿Y eso? —pregunto confuso.

— Eres importante para mí… —sonreí nuevamente— todo va a estar bien…

Volví a darle una última mirada y salí de allí, con apuro llegue al salón del elemento tierra.

<< ¿Dónde carajos estaba Ezio?>>

Mire hacia todos los rincones del lugar, pero el mueble había sido movido. Me asome y una de las piedras ya no estaba allí.

Maldije en voz baja al darme cuenta de que Ezio se había llevado la otra piedra preciosa. Tome la piedra azul y la guarde en mi bolsillo.

Escuche a lo lejos el ruido de una puerta abriéndose, me asome y el profesor Seth salía con apuro.

Puse un pie afuera del salón pero me detuve al ver que alguien iba detrás de él.