Mi Otra Realidad ~corazón vacío~

Cap 23

Corrí persiguiendo a las dos personas que se dirigían hacia el campo magnético.

El profesor se detuvo y abrió la valla de energía, al ver de quien se trataba que perseguía al profesor me detuve a ver lo que haría.

Ella miro hacia todos lados y cruzo, tome velocidad tratando de alcanzarla pero ella se encontraba más lejos.

La fría brisa de la noche chocaba mi rostro.

<< ¿A dónde vas Uxia? >>

De repente ella se detuvo escondiéndose detrás de un árbol, el profesor se había transformado en un animal, y ya no se encontraba allí.

La piedra azul era tan luminosa que resaltaba del bolsillo. De repente el profesor ya no estaba a la vista y la pelirrubia miraba hacia todos lados.

— ¡Puedo traerles a Dacia! —grito y yo me abalancé sobre ella.

— ¿Que pasa contigo Uxia? —grite mirándola con enojo— ¿Por qué haces todo esto?

— Tú me robaste todo lo que yo tenia Dacia —dijo ella cayendo al suelo.

Mire hacia todos lados el oscuro bosque nos envolvía y la luz de la luna era la única fuente de luz.

Al caer en la cuenta de todas las muertes ella siempre estaba cerca cuando ocurrían.

— Tu fuiste la culpable de todas esas muertes —dije con mis ojos lleno de lágrimas— eran jóvenes inocentes!

— Lo siento tanto —dijo ella cayendo al suelo.

Me acerque hacia ella envolviéndola en mis brazos.

— No tenias que haber actuado así Uxia —dije entre lágrimas— eran niños… y yo a ti jamás quise hacerte daño y lo siento si te sentiste así… se lo difícil que es que te ignoren…

— Tú no sabes nada —dijo ella limpiándose las lágrimas.

— Créeme… —volví a mirar su rostro.

— Perdóname Dacia —ella volvió a sollozar.

Los ojos rojos… una sombra negra… gritos…

Mire a mi alrededor asustada era una visión.

— ¡Es mejor que vuelva! ¡Ahora! —grite señalándole hacia la gran casa— ¡solucionare esto! ¡Vete Uxia!

Uxia se puso de pie y me miro dudosa, con mis manos le hice señas que corriera, asintió y empezó a correr.

— Vaya sorpresa nos trajo la naturaleza —una voz se escuchó de repente.

Mire hacia todos lados en busca del dueño de aquella voz no había nadie más allí, sentía mi vista nublarse y la sensación que los árboles se venían hacia mí.

— ¡Aquí tengo lo que buscan! —grite señalando la piedra preciosa.

Las voces se escuchaban provenientes del bosque, las risas burlonas y la confusión.

— Creo que hemos recibido mas de lo que esperábamos —dijo la voz.

Todo a mi alrededor empezó a girar, mis parpados se hacían pesados y mi cuerpo también. Caí al suelo sin poder escuchar más nada…




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.