Mi Otra Realidad ~vida vacía~

Cap 9

Volví a mirar hacia la ventana que estaba a la cabeza de mi cama, la ventana con forma de circulo que separaba la habitación del exterior.

Habían pasado unos días desde que había llegado aquel sitio, había clases donde la mayoría prefería que me quedara a un lado. Algo me parecía absurdo y un mal acto por parte de los profesores responsables.

Me mantenía al margen de todo lo que sucedía trataba de pasar el tipo libre encerrada en la habitación.

Las visiones eran más seguidas y aparecían solo con mirar a alguien a los ojos.

Las pesadillas que tampoco me dejaban descansar y nadie me daba respuestas.

Sentía que casi siempre me observada.

<< Me están poniendo a prueba >>

Pero a lo largo de mi corta vida me había acostumbrado a vivir sin utilizar mis habilidades.

De repente la puerta de la habitación se abrió y una agitada Eider apareció.

—¡Vamos hay que ir a clases! —dijo tratando de recuperar el aire.

Tome mi mochila que había dejado lista a un lado. Sali detrás de Eider que empezó a correr.

Y si la puntualidad era importante al igual que otros lados. No quería más tarea extra asi que empecé a correr a la par de ella.

—¡Apúrate Dacia o llegaremos tarde! —dijo ella bajando por las escaleras caracol.

Me asomé un poco y me hice hacia atrás al ver que eran bastante altas. Seguí el paso de Eider, si las observabas demasiado te mareabas así que solo me concentré en mirar mis pies.

Llegamos al final de las escaleras y nos metimos a un pasillo donde estaba la puerta del salón.

Eider cruzo la puerta y la profesora Doroty estaba de pie mirando a la clase.

La mujer regordeta nos miró con una gran sonrisa, tanto que sus mejillas cubrían algo sus ojos.

—Dos minutitos tarde niñas —dijo ella haciendo señas que tomaras asiento.

Seguí a Eider que se sentó en el banco doble que estaba vacío en la segunda fila del medio.

—Estaba comentándole a sus compañeros lo importante de esta clase para cada uno de ustedes —la voz de la señora Doroty era demasiado aguda y parecía que hablaba cantando.

Mire a Eider y ella me miro a mi apretando sus labios. Tome aire tratando de mantener la seriedad.

—A base de hierbas naturales y energías podrán crear sus antídotos —era la primera vez que teníamos esa clase y parecía interesante— si ustedes enferman o necesitan camuflar sus habilidades estas pociones les será necesarias.

—¿Los que se transforman utilizan pociones? —pregunto un chico que no reconocí.

—Por supuestos y muchas personas que algún día fueron jóvenes y prefirieron la vida normal viven con estos antídotos —respondió ella juntando sus dos manos.

Volví a mirar hacia la mesa donde estábamos y había una pequeña cacerola, tubos de ensayos y unos frasquitos que dentro de cada uno tenían lo que parecía ser hierbas.

—Hoy trabajaremos con una poción algo especial y que yo llamo divertidisisima —la profesora nos hablaba como si fuésemos niños pequeños y lo hacía más raro— consiste en que esta poción cambiara el color de nuestra piel de acuerdo con el estado de ánimo que nos encontremos.

Mire a Eider y ella sonreía como si lo que escuchábamos era algo entretenido.

<< ¿De que servía una poción para saber como se siente otra persona? >>

La profesora paso banco por banco observando como avanzábamos con nuestros proyectos.

—¡Muy buen trabajo señoritas! —exclamo al ver cómo iba la mezcla dentro de la pequeña cacerola.

Mire a nuestro alrededor y algunos habían escuchado a la profesora.

No disimulaban en absoluto que estaban hablando de nosotras. Aprete mis labios y volví a mirar las cosas que teníamos sobre la mesa.

—Aquí son muy competitivos Dacia no debes preocuparte por lo que digan —dijo mi compañera sonriente sin despegar la mirada de la cacerola.

—No saben disimular —dije bajando la mirada a mis manos.

—Tú sabes lo que puedes hacer y ellos están celosos o quizás tengan miedo —volví a mirar a Eider— ya hablamos de esto.

Sonreí no convencida, pero tenía que hacerlo. Eider se estaba esforzando bastante para poder integrarme en todos los sitios posibles.

Mire hacia el banco de al lado y Brais se encontraba al lado de un chico de cabellos rizados. Ambos estaban concentrados en lo que hacían pero no parecían seguros.

Me reí al ver la cara de frustración de Brais. Y en ese momento giro su cabeza, sus ojos celestes encontrándose con los míos. Trate de disimular la risa pero el levanto sus cejas.

—No le agreguen tanta valeriana que puede convertirse en una poción para dormir —advirtió la profesora al ver a unas chicas.

Ella volvió a mirarnos y se acercó a nuestro banco.

—¿Quién se anima a probar? —pregunto tomando un poco del líquido en una cuchara.

Todos miraron a nuestra dirección pero sus rostros lucían desconfiados.

—¡Yo! —exclamo un chico a nuestro lado.

—Tigor muy bien —dijo ella al ver al de cabellos rizados— bebe despacio.

El acerco la cuchara a su boca y le dio un sorbo al contenido.

—No sabe mal —dijo el con una sonrisa y haciendo sonidos con su boca.

Bastaron unos segundos y su rostro empezando por las mejillas empezó a cambiar de color. De rojizo a algo anaranjado y luego amarillo.

<< ¡Una persona cambiando de color! >>

—Excelente trabajo señorita —dijo la profesora Doroty felicitándonos— nuestro compañero esta feliz si no me confundo.

Tigor sonrió y miro a Eider que tenía una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Cuánto durara esto? —pregunto el animado mirando el dorso de sus manos.

Eider empezó a reírse y la profesora Doroty se alejó regresando a su escritorio.

—Esto nos expone demasiado —comento el para luego su cara tornarse de un color rosa.

Empecé a reírme al igual que Eider.




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