Mi Otra Realidad ~vida vacía~

Cap 13

Luego de hacer unos ejercicios que nos ayudaban a nuestras energías nos dirigimos hacia el salón de prácticas.

Volvimos a entrar a la gran casa y nos dirigimos por el mismo camino que nos llevaba al lugar de reuniones y a un lado estaba el salón.

Brais se acercó y abrió la puerta, y otra vez la magia. Un lugar grandísimo apareció en frente nuestro.

Parecía una cancha de básquetbol, pero era larga y no tenía gradas solo unos banquillos y solo pistas.

De repente era césped, el techo dejaba pasar luz natural pero todo estaba iluminado con luces blancas.

Parecía otro mundo dentro de otra habitación sus dimensiones eran irreales.

Pisamos el césped y a lo lejos se veían murallas, altas murallas, plataformas que subían y bajaban, agua, fuego y demás cosas que representaban todos los elementos.

—¡Vamos! —dijo Brais que parecía haber tomado el papel de líder del equipo.

Caminamos detrás de Brais hasta que llegamos a un sitio donde ya no era pasto solo habia un camino entre dos plataformas con agua.

Volví a observar a mi alrededor y también estaban los otros grupos que se encontraban practicando.

—Estamos aquí para probar como posiblemente serían los obstáculos recuerden que aquí deben ser ustedes mismos —dijo Brais mirando a cada uno.

Miré una vez más y sentí el nerviosismo, no me sentía capaz de poder mostrar mi habilidad. Pero debía seguir a Louis y Cloe, si ellos corrían debía hacerlo.

—Por nada del mundo se detengan deben correr sin parar… —explico Brais— para llegar a la meta debemos llegar todos juntos.

De repente un proyector apareció a nuestro lado mostrando el cronometro. Brais se acercó y paso sus manos, y fue donde empezó la cuenta regresiva.

El timbre sonó y todos salieron corriendo, era avanzar ese era el objetivo, hasta que empezaron a mostrarse los obstáculos.

Una llama de fuego paso por mi lado, aire y agua, tierra. Brais esquivo una llama y Eider hizo un remolino, Tigor y Uxia, con agua y aire.

Hasta que aparecieron unos muñecos y Louis extendió sus manos levantándolo por el aire.

Habíamos avanzado y teníamos que subir a una plataforma, los demás habían llegado solo Cloe y yo habíamos quedado al final.

—¡Corre Dacia! —grito Eider que ya se encontraba arriba junto con los demás.

Me trepe a la muralla y mire a Cloe que pegaba saltos. Pensé un momento ya que no podía tomar su mano.

—¡No puedo subir! —exclamo Cloe.

Me tire hacia atrás y junte mis manos para que Cloe tomara impulso para que pudiera subir y lo hizo, volví a mirar hacia arriba para poder treparme.

—¡Apúrate! —grito Brais asomándose

Estaba a punto de pegar un salto, pero de repente alguien grito a mis espaldas.

—¡Dacia dime que ves para mi futuro! —dijo un chico que se abalanzó sobre mi provocando que cayera a un lado.

Ni siquiera me había dado tiempo de reaccionar, él fue más rápido y tomo mis manos.

Un pasillo oscuro… al final de este en la sombra unos ojos rojos… gritos… y luego nada…

—¡Aah! ¡Suéltame! —empecé a gritar tratando de quitarme al chico de encima.

Una sensación de tristeza me invadió junto con el miedo, volvi a mirar al chico que parecía fuera de si.

—¿Qué haces imbécil? ¿No sabes jugar o qué? —Brais lo aparto empujándolo hacia otro lugar.

—¡Ella ve el futuro puede ayudarnos! ¡A mi o a ti! —grito el chico señalándome.

Un sonido y el pequeño proyector flotante apareció a un lado provocando un sonido.

Empecé a llorar mirando al chico y entendiendo lo que había visto en aquella visión.

Todos los de mi equipo se bajaron de la plataforma y aparecieron los profesores.

—Creo que la practica finalizo por hoy —dijo Tavia apareciendo junto con Itaro que observaba al chico que estaba en una especie de trance.

No podía contener las lágrimas y solo podía llorar, mire mis manos y esas emociones no desaparecían.

—¿Dacia te encuentras bien? —pregunto Tavia acercándose a mí.

Negue con mi cabeza y mire a mi alrededor, nadie entendía nada de lo que acababa de pasar.

—Ven cariño acompáñame no esperaremos más… hoy empezaras a trabajar con tu habilidad —dijo la profesora Merila apareciendo.

Con dificultad me puse de pie para luego mirarla.

—Aun no puede empezar con esas prácticas Merila —dijo Tavia interviniendo.

—Puede hacerlo… ¿O vas a dejar que siga viviendo así? —Merila la miro desafiante y extendió su brazo.

Avance junto con ella saliendo las dos juntas de aquel sitio.




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