Mi Otra Realidad ~vida vacía~

Cap 15

El tacto sobre su suave mejilla, el hormigueo que recorría mi mano y de repente mi mente reproducía una escena como un recuerdo vivido.

Veía a Eider… caminaba con tranquilidad… de repente empezó a correr… en un segundo aparece en una pradera… el sol es bastante reluciente… la sonrisa de Eider…

Aparte mi mano y abrí mis ojos, mi pecho subía y bajaba como si hubiese aguantado la respiración.

—Dacia… —mire a Eider que me miraba preocupada.

Las emociones que sentía eran de felicidad, y tranquilidad, la paz que necesitaba mi alma.

<< Algo feliz… por primera vez >>

Lleve una mano a mi boca y solo sentía el nudo en la garganta que no me dejaba emitir palabra.

Mis ojos se llenaron de lágrimas porque sentía el cosquilleo recorrer mi brazo hasta la palma de mi mano.

—Lo hice… no tuve miedo —dije entre sollozos.

Eider sonrió y se abalanzó hacia mi. De repente la misma escena volvía a reproducirse en mi mente.

—¡Te dije que lo haría! ¡Dime que viste! ¿Fue algo lindo? ¿Puedes mostrarme? —dijo ella llena de emoción.

—Aun no puedo manejarlo del todo pero sé que aprenderé —seguía conmocionada por lo que acababa de ocurrir— es la primera vez que veo un final… feliz.

Llevé una mano a mi dije y cerré mis ojos, sentía por primera vez emociones positivas y la esperanza había aparecido.

Volví a mirar a Eider que moría por volver a abrazarme hasta que el llamado a la puerta nos sacó del momento.

Limpie mis lágrimas y Eider se puso de pie para abrir la puerta.

—Hola guapa —dijo un chico de cabello ondulado apareció mirando a Eider con una sonrisa.

Eider lo miro con seriedad y se cruzó de brazos.

—¿Qué haces aquí? —pregunto ella a lo que el ingreso a la habitación con toda la confianza.

—¡Es hora de irnos! ¿O ya olvidaron la reunión del equipo? —dijo Tigor sonriente.

Mire a Eider y cruzamos miradas, habíamos olvidado la reunión.

Lo que menos queríamos era escuchar reproches por parte de Brais.

—No entiendo porque hay tanto revuelo allá afuera —comento el de cabello rizados señalando hacia afuera.

—Lo sé no me lo recuerdes —dijo Eider tomando su abrigo.

No le di tanta importancia a su conversación y me puse de pie acercándome a la ventana. El cielo se oscureció y la noche estaba allí.

¿Tan rápido pasaba el tiempo?

—¿Vienes? —pregunto Eider a mi lado.

—Quiero estar un momento a solas —dije a lo que ella asintió.

Volví mi mirada hacia el paisaje que había del otro lado.

—¡No me apures! ¡Eres demasiado molesto Tigor! —exclamo Eider.

—¿Harás crecer una enredadera y me ataras? —dijo el acompañante.

—No digas bobadas imbécil —y la puerta se cerró.

Me reí ante su pequeña discusión me sentía emocionada por primera vez.

Había logrado algo que nunca me había animado a hacerlo.

Mi ventana daba hacia el bosque el oscuro y siniestro bosque, con esos árboles con sus copas repletas de hojas verdes.

Era tan hermosa la vista que tenía que amaba admirar ese paisaje. A un lado el bosque y la playa a metros.

Definitivamente un lugar para explorar y disfrutar.

<< Lograras cosas sorprendentes >>

A mi mente vino la voz y las palabras de Merila.

—Conocer mi poder… —la luna a lo lejos asomándose.

De repente el bosque que no se veía tan alejado, justo en el borde, la oscuridad y unas luces brillantes.

Dos luces rojas brillantes, me refregué los ojos y fruncí mi ceño.

<< ¿Qué es eso? >>

Y de repente las luces se movieron y apenas una silueta de animal se vio.

Me hice hacia atrás porque sentía que me había visto.

¿Qué era eso? ¿Un animal? ¿O algo producto de mi imaginación?

Fruncí el ceño y volví a acercarme, otra vez esa sensación de malestar apareció en mi pecho.

Me había dejado llevar demasiado por mi imaginación y ya estaba viendo cosas que no eran reales.

Confundida Sali de la habitación, no podía dejar de escuchar esa voz en mi cabeza y mi instinto que me decía que algo pasaba.

—Enséñame —alguien se detuvo en frente mío.

Otra vez me lleve la mano a mi pecho. ¿Era costumbre aparecer de la nada?

—¿Qué quieres Brais? —dije mirándolo confundida.

El frunció el ceño y se cruzó de brazos.

—Quiero que veas mi futuro como lo hiciste con Eider —abrí mis ojos sorprendida.

—¿Nos estuviste espiando? —dije frunciendo el ceño.

—Puedo escuchar a todos menos a ti Dacia… —el aparto su mirada tomando otra posición— solo quiero ver.

<< ¿Escuchar? >>

Lo mire otra vez confundida todo estaba pasando tan rápido y aun me constaba procesar la información.

—Brais… —el tomo mi mano y la llevo a su mejilla.

Abrí mis ojos al ver mi mano sobre su mejilla, el cerro los ojos y yo espere a que en mi mente apareciera algo.

Mi corazón empezó a latir rápidamente, fruncí mi ceño y observe a Brais que seguía con los ojos cerrados.

<< No puede ser cierto >>

Parpadee varias veces y aparte mi mano, observe la palma de mi mano.

¿Ya no podía ver el futuro? Volví a mirar a Brais que también parecía confundido.

—¿Qué sucede? —pregunto el seguramente mi cara decía mucho.

—No veo nada Brais… —dije apartando mi mirada.

De repente sentí una brisa recorrer mi cuerpo, estábamos en medio del pasillo a pies de las escaleras pero no había nadie cerca.

—¿Qué? —el frunció su ceño.

El cansancio apareció acompañado de la debilidad, la pesadez de mi cuerpo empezaba a sentirse y como si algo estuviese llevándose todas mis energías.

¿Brais estaba haciendo eso?

—No me hagas esto Brais… —dije mirándolo— yo tampoco lo entiendo…

El levanto una de sus cejas y parecía estar más confundido que yo.

—¿De que estas hablando? —el me tomo con sus dos manos.

Volví a fruncir el ceño ya que su toque no me había provocado nada, no veía nada. Pero no había fuerzas no tenía fuerzas para pronunciar alguna palabra.




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