Cap 25

Todas las entradas y salidas estaban vigiladas por unos hombres todos con unas mascaras extrañas.

La seguridad había aumentado, las cámaras en todos los salones y profesores recorriendo los pasillos.

Pero mi mente no estaba tranquila habían demasiadas incógnitas y ninguna respuesta certera.

Sobre el famoso escudo y sobre mi habilidad, y esas temibles bestias.

Habían demasiadas preguntas y pocas respuestas. Mis noches ya no estaban esas pesadillas pero si un recuerdo insistente que lo único que me hacía sentir era culpa.

No había hecho nada por aquel joven y eso estaba como un recuerdo vivo de mi conciencia.

Y en el único que podía confiar por más que me costara creerlo era en Brais.

Él había visto a esas criaturas y lo que sucedió estando juntos también necesitaba una explicación.

Empecé a buscar a Brais por todas partes hasta que terminé en el salón donde practicaban con el elemento fuego.

—Vaya sorpresa el fantasmita decidió aparecerse por aquí… —dijo entre risas con una esfera de fuego entre sus manos.

Sin previo aviso el arrojo la esfera de fuego a mí y fue por instinto que la atreves.

—Creo que puedo manejarla incluso mejor que tu —dije en tono de burla a lo que él puso sus ojos en blanco.

Hubo un momento de silencio hasta que tome el valor necesario para hablar con él.

—Lo que sucedió… —dije acercándome a él pero evitando mirarlo a los ojos.

—Yo tampoco… —y antes que el dijese algo más una persona apareció.

De pie junto a la puerta se encontraba la profesora Merila llevando su mirada de mi a Brais, y de Brais a mí.

—Ustedes dos… —dijo ella mirando con seriedad— de todas formas me ahorraron el trabajo de buscarlos uno por uno… las normas Brais no lo olvides.

Él se cruzó de brazos y puso los ojos en blanco, para luego pararse en frente de ella al igual que yo.

— Los están buscando necesitan hablar con ustedes.

Enarque una ceja y luego trague saliva. ¿Había hecho algo malo?

<< Piensa en lo que hiciste >>

Absolutamente nada, solo estar en el momento menos indicado cuando desapareció aquel chico.

Mire a Brais que asintió dudoso, Merila no espero respuesta por parte de nosotros y se dio la vuelta para salir de allí.

Aun sin estar del todo convencida seguí a Merila quien nos guio hasta el salón donde habíamos practicado para la competencia.

Entramos al sitio y allí se encontraban Tavia e Itaro, junto con los demás profesores. Entre ellos había un solo estudiante Louis, algo que me parecio bastante extraño.

De repente las puertas se cerraron a nuestras espaldas y los grandes ventanales también provocando que el sitio quedara casi a oscuras.

Y asi como de la nada los socalos del suelo eran luces, formando un camino, las fuentes que había a cada lado de este que comenzaron a llenarse de agua. Un arco de fuego ilumino más el camino.

Retrocedí con desconfianza al presenciar eso y volví a mirar a Brais que lucía tan confundido como yo.

Pero el sonido de algo deslizándose por el piso capto mi atención. Una liana comenzó a subir por mi pierna, me incline tratando de librarme de ella, pero mi otra pierna también estaba siendo abrazada.

La fuerza de las ramas era más que las que yo tenía y tratando de deshacerme caí hacia atrás.

— ¡Ayúdame! —grite mirando a Brais.

Él se acercó a mi rápidamente, y con su fuerza corto la rama.

El agua empezó a empapar el piso mojando nuestros tenis. Hasta que la luz de reflector apunto hacia un sitio apareciendo una persona debajo.

Aquella persona nos miraba fijamente hasta que extendió sus manos. De ellas empezaron a salir rayos eléctricos que impactaron sobre el cuerpo de Brais haciéndolo caer hacia atrás.

Corrí hacia el quien estaba aturdido por el golpe, miré hacia el lugar donde se encontraba el sujeto y dirigió sus manos hacia mí. Con mi poca fuerza ayude a Brais a sentarse.

— ¡Cuidado! —él se abalanzó sobre mi haciéndome caer a un costado.

El rayo había pasado por mi lado impactando en otro lugar.

— ¡Debemos salir de aquí! —dije mirando hacia todos lados en busca de una salida.

Brais se paró a mi lado mirando de la misma forma en todas las direcciones.

Y en el techo había una ventana que era otra de las salidas más allá de nosotros una de las plataformas estaba en altura.

— ¡Brais! —señale a la ventana.

Corrimos hacia allí él se trepo, con la energía y la mirada en el agua que había a nuestro alrededor, tome el control de esta. Pero una fuerza me tiro hacia atrás, haciéndome aterrizar lejos de la plataforma donde Brais se encontraba.

Apareció al lado de Brais una mujer y el mismo hombre que había disparado el rayo, lo levantaron por el aire mientras el otro le propinaba los golpes eléctricos.

<< Debes ser valiente…>>

Me levante y concentre mis energías, las aguas se levantaron encarando hacia los dos sujetos quienes estaban contra Brais, aire y fuego. Solo debía concentrarme, y las dos personas cayeron hacia atrás. El impacto sobre la plataforma, corrí pero otra persona se interpuso en mi camino.

— Esto te dolerá un poco —el sujeto me miró fijamente.

— ¡AH! —grite al sentir el dolor esparciéndose por mi cuerpo.

Mis músculos se contraían, y los múltiples pinchazos que sentía en todo el cuerpo.

— ¡AAH! ¡Basta! —exclame con más desesperación.

— ¡Dacia! —el grito de Brais a unos metros.

Eres poderosa… un escudo… puede defenderse… no es tan fuerte…

<<Eres más poderosa que ellos>>

Mi vista quedo en Brais rodando y cayendo desde lo más alto de la plataforma.

El dolor era peor esparciéndose por todo mi cuerpo. Tomé fuerzas y más energías, y me abalancé sobre el sujeto.

La arena… el cielo tornándose de negro… los rayos aproximándose… el grito desgarrador de una mujer…