Mi Otra Realidad ~vida vacía~

Cap 27

Había pensado toda esa mañana en las miles de probabilidades que había sobre que lo que estaba sucediendo podía ser mi culpa.

¿Pero por qué mi culpa?

No tenia respuestas de nada y solo me quedaba investigar por mi propia cuenta.

Eso era lo que habían pretendido todos desde un principio.

Camine en dirección a la biblioteca, no solamente preguntas sobre mi y mi habilidad sino sobre esa bestia que aparecía en mis pesadillas.

Esa maldita bestia que había sido la culpable de la desaparición de ese chico en el bosque.

No tenía pruebas pero podía jurarlo que estaba relacionado a las demás desapariciones.

—Dacia —alguien la tomo de la mano deteniendo mi paso.

Sabia solo con el toque de quien se trataba ya que no veía nada. Mire a Brais que estaba de pie a mi lado mirándome con su rostro preocupado.

—¿Qué sucede? —pregunte mirando de la misma forma.

—Quieren vernos nuevamente… —negué inmediatamente.

¿Otra vez? Había evitado encontrarme con Tavia o Itaro, no quería verlos a la cara luego de aquella prueba tan absurda.

—No iré… no puedo ayudarlos —dije soltándome su agarre.

—Dacia… —pocas veces el me llamaba por mi nombre era extraño.

Lo mire sorprendida y dudosa, por nuestro lado pasaron un grupo de alumnos que no paraban de mirarnos.

<< ¿Acaso somos monstruos o qué? >>

Volví mi mirada a Brais y trague saliva sus ojos estaban tan azules y su rostro solo gritaba cansancio.

—No puedo… —baje mi cabeza— lo siento.

Me di la vuelta y caminé hacia el lugar que tenia en mente. Por un momento pensé que el me seguiría pero no fue asi.

Brais era otra de las tantas incógnitas que rondaba por mi mente. Las preguntas sobre nosotros y esa conexión tan extraña que siempre habíamos tenido, el por qué no podía ver su futuro y el escudo.

Entre a la biblioteca con el objetivo de encontrar algo de información sobre aquellas criaturas en el bosque que habían intentado atacarme y que se habían llavado al chico.

<< Nada… >>

Solté un suspiro al no encontrar nada referido a lo que buscaba solo libros de Manejar la energía, equilibrar chakras, kinesis, habilidades psíquicas.

¿Dónde iba a encontrar la clase de libro que yo buscaba?

Tome aire hasta que en mi mente apareció la biblioteca de la profesora Merila.

Sali de la biblioteca recorriendo los pasillos, camine rápidamente dirigiéndome hacia la puerta que salía a la escalera de afuera.

El hombre enmascarado que se encontraba de pie al lado de la puerta me observo por unos segundos.

Avance con el propósito de salir pero el extendió su barrilla impidiendo que saliera.

— Necesito ir a buscar a la profesora Merila de habilidades psíquicas —dije a lo que él me aparto ubicándose enfrente de la puerta.

Aprete mis labios al ver que no conseguiría que me dejara pasar retrocedí y me dirigí hacia el comedor.

Al entrar vario de los estudiantes estaban allí. Divise casi en la mitad en una de las mesas estaban los chicos.

— Dacia… ¿puedes ver lo que le ocurrió a mi hermano? —una muchacha apareció en frente mío tratándome de tomar una de mis manos.

— Lo siento yo no sé qué le ocurrió a tu hermano… —dije tragando saliva.

Mire a mi alrededor y varios alumnos miraban expectantes.

— Por favor… —dijo ella con sus ojos llorosos abalanzándose sobre mi.

Trague saliva, me sentía acorralada y bajo la mirada de todos. Cualquier cosa que hiciera seria motivo para juzgarme.

— Lo siento… —la mire a sus ojos deseando que ella no volviese a insistir.

Una puntada en el pecho empecé a sentir y el sentimiento de la culpa apareció.

Otra vez me encontraba en el bosque… era yo… la bata azul y la tira que colgaba de ella… el chico siendo arrastrado… los gritos… y la bestia de ojos rojos…

Retrocedí cayendo hacia atrás llevando una de mis manos a mi pecho y de repente un zumbido que escuchaba en mi oído.

Levante la mirada encontrándome con la chica que ahora lucia molesta.

— ¡¿Tú le hiciste daño a mi hermano?! —pregunto la chica desesperada frunciendo el ceño.

Me puse de pie y tomé aire, para luego pasar por su lado mi mirada se dirigió a Brais que me miraba fijamente desde su lugar.

—Entonces tenían razón… —detuve mi paso tratando de respirar con normalidad— ¡Tú tienes la culpa de que mi hermano no esté aquí! —grito ella enfurecida.

Aprete mis puños que estaban a cada lado de mi cuerpo. Ahora lo que sentía era enojo y molestia.

<< Contrólate Dacia… solo respira >>

Mi error fue mirar a mi alrededor y sintiendo sobre mi todas esas miradas de odio.

¿Por qué estaba sintiendo tanta molestia?

Quizás mi paciencia era la que estaba llegando a su límite.

De repente las luces comenzaron a titilar captando la atención de todos los presentes hasta que una de las lamparitas se reventó.

Levante mi cabeza viendo como la lampara que estaba sobre mi que se balanceaba de un lado a otro.

Volví a mirar a la chica que me miraba con enojo y dos chicos una chica y un chico, se pararon a su lado.

Al final del pasillo había una mesita con bandejas de repente las bandejas se levantaron en el aire volando en mi dirección a mí.

— ¡Defiéndete Dacia! —grito Eider.

Mire en su dirección y a su lado estaba Brais, quien estaba de brazos cruzados y solo asintió.

Extendí mis brazos y detuve las bandejas enfrente mío a pocos metros de mi cara, tenía el control sobre ellas y solo las arrojé hacia otro lado.

— ¡Tu hermano salió de aquí y el decidió meterse al bosque por eso se lo llevaron! —grite a lo que todos quedaron sorprendidos.

La lampara que estaba sobre mi se descolgó del techo cayendo a centímetros de mi.

Retrocedí tropezando y cayendo al suelo, la misma lampara que estaba con vidrios alrededor empezó a tiritar.

—¡Nadie te quiere aquí Dacia! —grito Uxia que apareció del otro lado.




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