Mi partida de Ajedrez (#01 Saga Miller)

08| Bonita pareja

Capítulo 08. 

|Nathaniel Hall|  

Portland-Oregón EE.UU/ lunes 02-09-2013. 

El primer y tan temido primer día de clases, el primer día no es algo memorable a no ser que sea el primer día del primer año, cuando eres un nene de 3 años yendo por primera vez al colegio y no sabes que sucede, solo que te vas a quedar sin tu mamá y luego de pasa a buscar horas después, sabes que va a haber muchos niños y vas a poder jugar.  

No me acuerdo realmente de mi primer día y dudo que alguien lo haga, pero según dice mamá me quedé tranquilo y la que lloraba era ella, realmente no tengo muchos recuerdos hasta los 5 años cuando conocí a Azul, esa niñita de ojos azules brillantes, dos largas coletas, grandes mejillas sonrojadas y una camiseta morada de un feo gato que tenía los ojos muy separados, pero ella amaba esa camiseta, se la ponía todos los días. Ese es mi recuerdo que tengo de más joven y pese a todo no se va de mi mente, aún recuerdo que pensé que era linda.  

Y esa linda niñita esta en este momento a mi costado maldiciendo mirando su teléfono, sin recordar que me besó hace dos días y fue el mejor puto beso que he tenido. Lo que sentí en el momento en que se acercó a mí de esa forma no lo había sentido antes, el corazón se me aceleró erráticamente, sentí nervios y expectativa, pero no hay una forma de describir la sacudida que dio mi cuerpo entero al sentir sus labios. Sé que sintió lo mismo, por la manera en la que me dio un beso pequeño y se iba a alejar, pero se acercó tanto a mi como si nunca más se quisiera separar de mí, justo lo que yo sentí. Ella no recuerda nada y es mierda. 

Cuando nos separamos recordé dos cosas: es mi mejor amiga y me ve como un hermano. 

La mirada que me dio Aracely también me hizo acordarme de la misera existencia de ese irritable ser que Azul llama novio, Azul no pareció ser consciente de lo que hizo, así de ebria estaba. Ayer al ver a Azul pensé que me iba a decir algo, pero solo me golpeó el brazo como saludo y siguió su camino mientras se quejaba de la resaca, Aracely me dijo que de verdad no acuerda nada y me regañó por dejar que se embriagara tanto. 

—¡Contesta el puto teléfono, joder! —gruñe Azul. 

Está llamando al intento de novio, aprieto mi mandíbula disimuladamente. 

—Ya te contestará —murmuro acelerando. 

Debo pasar a dirección por mi horario y numero de casillero.  

—Es que llegamos ayer y el imbécil no me contesta, ya verá luego como se me pasa el enojo —farfulla, vuelve a maldecir marcando una vez más —¡Por fin! ....hola Axel..... bien… ¿Por qué no me contestabas? —baja la voz e inconscientemente acelero más —estaba preocupada, cariño —como odio ese mote — sí, ya estamos llegando…claro que te extrañé... 

Mi pie pisa más el acelerador, la miro de reojo y tiene una sonrisita en los labios. 

— Nate…te amo. 

Freno de golpe y veo como su cuerpo se va hacia delante, apoya sus manos en la guantera soltando el teléfono que cae en su regazo. Mierda. 

—Joder ¡Nathaniel! —me mira con sorpresa e incredulidad, trago y me ordeno calmarme, se endereza en su sitio, agradezco que al entrar se haya puesto el cinturón. Recoge el celular y escucho a Axel preguntando si pasa algo—nada cariño, si…nos vemos ahí —termina la llamada y me sigue mirando esperando una respuesta ante el frenazo. 

—Me pareció ver algo —me justifico poniendo el auto en marcha a una velocidad normal. 

—Pues cómprate lentes —farfulla.  

Sé que se lo dijo a Axel y que mi nombre fue una respuesta a algo que el intento de novio le pregunto, pero ¨Nate te amo¨ fue lo que dijo. Joder, estoy tan nervioso por el beso y lo que sentí que no hago más que ser un desastre, respiro profundo y me concentro en manejar mientras Azul tiene las cejas arrugadas y mira por la ventana. 

Al llegar estaciono y voy a abrirle la puerta a Azul, pero ella ya salió. 

—¿Enserio? —pregunto con mala cara. 

—¿Qué? —alza las cejas, me cruzo de brazos. 

—Te iba a abrir la puerta —protesto. 

—Pues ya salí —rueda los ojos, la empujo con suavidad y la hago entrar al carro, cierro la puerta y la vuelvo a abrir, me mira con mala cara — ¿es enserio? 

—Mi madre me enseñó a ser caballeroso —digo digno. 

Rueda los ojos colgándose la mochila del hombro, se va, activo la alarma del coche y troto para alcanzarla, le paso el brazo por los hombros y beso su mejilla de manera sonora, se queja y me empuja. 

Sonrío, divertido. La veo sacar cosas de su casillero, la paso y camino hacia atrás mirándola. 

—¡Te quiero! —la señalo, me saca el dedo corazón, río. 

Voy a la dirección con una sonrisita divertida en los labios, una de mis cosas favoritas es hacerla rabiar. 

Llego a dirección donde la secretaria me recibe con una ceja arqueada, es nueva según me dijo Azul hace unos días. 

— ¿Nombre y año? 

— Último año, Nathaniel Hall —respondo en automático. 

Revisa unas hojas y sin mirarme me señala la puerta de la oficina del director, que simpática. 

Entro y el señor Turner me mira con una ceja arqueada. 

— Hoy no soy bienvenido al parecer —comento divertido. 

— Me decepciona señor Hall —lo miro con sorpresa. 

No me deja hablar cuando sigue. 

— No debe preguntar nada, sabe lo que sucede. Ya me enviaron su registro escolar —cierro mis ojos con fuerza — yo sé, usted sabe y estoy seguro que la señorita Miller sabe que usted es un buen chico. O al menos lo era cuando se fue de aquí, no entiendo que sucedió en ese tiempo —me señala la silla frente a su escritorio — tome asiento y explíqueme como es que fue capaz de arruinar su futuro de esa manera. 

 

*** 

Al sonar el timbre salgo del aula, la clase de cálculo me aburrió, en España todo es más fuerte y esto lo vi hace 2 años, me sé el tema de memoria. 




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