—Que pasa— dijo ella con interrogo. Él la miro y quito el pequeño resto de chispas de su cachete.
—Nada solo que, ya conocí a tu hermanastra la cual decías que era la más problemática por no decir Loca. —Ella se rio— Así que creo que no hay problema en que tengamos algo.
—Aún faltan Lee Y Dan los dos varones, ellos son más problemáticos aun.
—Está bien, pero no creas que me he rendido. Voy a luchar. Me entiendes.
La chica se ruborizo encendiendo esa llama de pasión entre sus pechos. Aquella flama que hacia arder el cuerpo con una sola palabra. Esta vez la chica no adyacentes a los demás momentos reacciono al halago. Pero nunca dejándose descubrir. De sus labios brotaron un leve: —Gracias Baby— Que a si tiempo se desintegro en el aire. Pero que Carlos recordaría para el resto del día. O quizás hasta el resto de su vida. Los dos jóvenes salieron de la heladería y fueron al bufete. Alexandra recibió a la patrona con una pila de documentos en la mano, así que la susodicha se a hacer el tanto trabajo que tenía. Mientras que Carlos hizo lo mismo.
Ya eran las ocho de la noche, Carlos llevo a su jefa a casa, y camina directo a hacer las maletas para irse con su Jefa a las famosas montañas Hongcun, miedo y emoción eran las emociones que se cruzaban por su pecho. Pero una silueta femenina apareció afuera de su puerta. —Caminaba con interrogo— Se acercó a la puerta de su departamento, y vio a Elly sentada en la pared esperándole. Cuando la muchacha vio llegar al abogado, corrió a darle un abrazo fortísimo. El abogado no sabía lo que ocurría, la chica se veía algo desesperada, y su maquillaje estaba desparejo en sus ojos, el mismo pensó que había llorado por algún motivo, pero no dudo en recibir el abrazo y susurrar a sus oídos palabras de consuelo.
—¿Que pasa Elly?
—Me… Fui de donde estaba porque… —inhalo— El casero me quería violar.
— ¿Qué? ¿cómo es eso?