Mi patrona...

0.3

—Claro que te vamos a ayudar.  Eres nuestra hermana tontita. Obviamente te voy a ayudar. Es mas lo he estado haciendo desde siempre. Igual que nuestro hermano mayor Lee.

Any estaba muy presionada con las declaraciones de Dan, estaba siempre un paso adelante de ella, y desde que eran niños había sido así, como lo pudo dejar pasar al inteligente hermano mayor lee, como pudo dejar pasar la opción de pedirle ayuda al humanista Lee. El único en la familia que piensa con el cerebro y no con el corazón. El chico a musitar palabras.

—Desde que Rebecca nos dijo que Patrick te había visto besándote con El. Y que habías escapado de la ciudad capital a una provincia Salí a tu búsqueda. Mas no para perseguirte sino para saber quién era el. Además para cuidarte como siempre lo he hecho no te encontraba y las opciones eran pocas.—Vio el reloj en su mano izquierda— mas cuando me dijeron que en la muralla había ocurrido un accidente y que una prestigiosa abogada estaba involucrada en él, me puse sagaz como el viento y vine lo mas rápido que pude. Sabes que no somos de asuntos legales… Pero familia es Familia puedes contar con nosotros.

El agarro la mano de la abogada tiernamente dándole consuelo. A su vez le dio un abrazo caloroso para animar a la chica.

—Pero espera Dan.

—¿Qué pasa?

—Si hay rumores Rebecca puede…

—No eso ya lo solucione, todo está bajo control créeme.

—Siempre vas un paso adelante.

—Sabes a papa y mama le daría alegría tener un yerno… Bueno esta Patrick pero el es un pedazo de mierda. — Afirmo con total rotundidad y orgullo— ¿y cómo se llama este pobre hombre?

—Se llama Carlos, y es una ternura, debes esperar a que despierte veraz que te llevaras bien con él.

—¿Y en que trabaja?

—Conmigo en el bufete. Dan rio un poco de la situación. Any veía en los  ojos de su hermano la verdad. Estaba segura de que podía confiar en él.

—Soy una tonta en no haberos pedido ayuda.

—Deja de presionarte. Herrar es de humanos.

—Perdónenme muchachos. Any agacho la cabeza con mucha vergüenza.

— Deja lo tonta. Tienes que volver. Regresemos todos a la ciudad a dar la cara. Any al escuchar la declaratoria de Dan se calmó un poco y el estado de ánimo se elevó por las nubes, ya todo empezaba a tomar rumbo. No estaba sola en esto. Volvió a darle un abrazo a su hermano, tenía mucho tiempo que no había visto a su gran hermano.

—Tengo una hija.

—Si ya lo se… la pequeña Vanessa es un amor. Fui a verla antes de venir para acá, esta con una chica canguro. La chica es linda además. Mande uno de mis hombres a cuidarla. Respondió dan con una sonrisa en la cara. Mientras fijaba su mirada a su móvil.

—Gracia hermano, mil gracias, siempre estas atento por todo.

—De nada chica, eres mi hermana pequeña la consentida.  Vamos  a tu sala de recuperación. Yo empujare la silla de ruedas. 

Any y Dan entre varias horas de conversa, trataron los miles de temas en el mundo, desde cuando había conocido a Carlos hasta cuando la salvo de aquella rama mortal que casi acababa con su vida. Entusiasmo al máximo en la sonrisa de Any. Y dan compartió momentos con su hermana Any esperando la Recuperación de Carlos pronto. Pero eso solo era decisión del cielo.  Ella veía al abogado con unos ojos cubiertos en una mescolanza de: Tristeza, Alegría, Pena, Dolor, Amor, impotencia, Pasión, lujuria, y hasta en ocasiones enamoramiento, y un sinfín de emociones. Ridiculeces y tonterías que pasaban, el cruce de miradas y la complicidad de dos almas al song de una canción simplemente: Amor

 

 

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.