Mi patrona...

0.3

—Dan —llamo ella al hombre que estaba de espaldas— ¿Que dices de tener una relación? El hombre aludido trago saliva. No sabía cómo eludir esa pregunta, pensaba en que había descubierto que le gustaba. Hizo algo mal, para  que lo descubrieran tan rápido. <<¿Qué paso?>>preguntaba el mientras miraba casi absorto en el bello cuerpo de su interlocutora. Sabiendo que era una de las pocas chicas que le hacían sentir cosas, y que hacían que su corazón palpitara como el motor de un auto. Para esa cosa, centrada en su pecho, que pensaba que estaba echo de piedra tras haber matado a miles de personas. Pero que con su dulzura hizo que pasara sangre por sus venas.

Él no era santo de mi devoción ni mucho más, pero también tenía sus sentimientos. Estaban guardados. Muy adentro, escondidos como una isla inexplorada y que Alison había encontrado y puesto su bandera, marcándola como suya.

—El amor es amor, no está ligado con la suerte. Las relaciones son lindas. Le guiño el ojo. Ella se hecho una risa y se acercó dos pasos, quedando enfrente de él.

—Gracias por la velada.

—De nada… Susurro el mientras metía sus manos entre la frondosa cabellera de la chica. Ella lo abrazo apasionada mente. Haciendo que sus deseos subieran a lo máximo de la montaña de emociones que sentía. Un susurro que el viento se llevó: Puro Amor.

Dan sagaz en la escena, beso con agilidad la boca de Sofía, al principio ella se negó. Y entre sus palabras se escuchaba un <<Espera>> que quedo completamente borrado por la estructura de las lenguas compartiendo saliva. Dan meti mano entre las curvas del cuerpo de la chica, posando la izquierda entre la espalda y la cintura, y la otra pegada al cuello de la fémina. Un hermoso beso matizado al contraste de uno de los mejores atardeceres de china. 

La chica se separó de los labios del mafioso. Estaba roja como un tomate, e intento decir palabras, pero al final nada salió de su boca, mientras un profundo silencio invadía el ambiente. Mas Dan volvió a abrazar a Sofía, esta vez con más pasión, pasando sus manos con delicadeza por su espalda —estaba cálida y agradable— masajeándola un poco. Ella se sentía segura entre los brazo del hombre mientras sentía el calor de su cuerpo y la fuerza de su respiración.

—No tienes que decir nada. Solo déjalo fluir.

Ella solo cerro los ojos confiada en el destino, confiada en que pasaría lo que tendría que pasar, dejándose llevar por sus sentimientos el paraje de la expedición: incierto, todo una aventura, ninguna recomendación, mas su corazón palpitaba al mil, y hasta se sincronizaban, subían y bajaban al compás, sus pechos pegados a los de él, un abrazo eterno, sentimientos encontrados y revelados, un sinfín  de palabras que nunca se dijeron y que solo se dirán en una discusión, sus ojos matizándose con el cuerpo del otro y la inclinación perfecta de las amplias raíces que genera placer… Para que el resto de la noche,  Will cuidara a Vanessa, mientras Sofía y Dan descubrían en su oscura habitación, —usando el calor de sus cuerpos, viendo a las estrellas y haciendo fatigantes movimientos — lo que era una pequeña muestra del éxtasis perfecto, convertido verdadero Amor, encontrado en cada una de sus entrepiernas




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