Capítulo 11
Gracias al cinturón de seguridad no sufren ningún daño.
Antes de que la boca impertinente de Cassie haga preguntas, dice:
—Una llanta, estoy seguro que está desinflada.
Baja del automóvil y con la lluvia haciéndose más fuerte, patea la llanta, se agacha y nota que está pinchada.
—¿Qué tiene?
La voz de Cassie hace que sus hombros se eleven asustados.
—Seguramente fue alguna botella rota, necesito cambiarla —se pone la capucha de la chaqueta y va hacía la parte de atrás del automóvil para buscar la llanta de repuesto. Cassie lo sigue.
Saca lo necesario mientras empieza a sentir que la tela de su chaqueta se empapa. Ve a Cassie y le entrega un paraguas.
—Sostén esto.
Regresa a la llanta inservible, hace uso del gato y mientras pone la nueva, la lluvia comienza a incrementar; de pronto un trueno hace que las ventanas del automóvil tiemblen. Le toma unos minutos y cuando la nueva esta lista; se pone de pie y va a guardar los objetos que utilizó; Cassie lo sigue como un cachorrito. Regresa a la parte del conductor con ella detrás suyo, escucha un patinazo, rápidamente gira y antes de que caiga de espaldas la sostiene de los hombros y se quedan mirándo.
Su chaqueta no tenía capucha por lo que su cabello oscuro escapaba, sus labios se ven pálidos y nota que sus pupilas se dilatan.
Estaba esperando que ella se aleje, o lo empuje pero siente su nariz gotear y busca un pañuelo, entonces se separan.
—Gracias —dice ella.
—Ten más cuidado.
Cassie va hacia su lado del auto y sube.
Cuando se posiciona en el asiento del conductor, no se mueve pensando en como decirle lo siguiente.
—Tenemos que esperar que la lluvia cese, es peligros conducir así.
—De acuerdo.
No creía que una persona pudiera agotarlo de esa manera, hace algo que pensaba nunca volvería a hacer.
Para evitar la incomodidad que los embargaba, enciende la radio. Mira por la ventana, dándose cuenta de lo terrible del clima.
—No parece que vaya a detenerse pronto —entonces cierra los ojos y dormita unos segundos.
El sonido de un celular lo despierta, rápidamente busca el suyo pero ve a Cassie ponerse el celular en la oreja.
—Hola? Si, mamá? si, aún estoy con mis amigos, ..... no se, un poco más tarde, si, prometo explicarte cuando llegue, adios.
—¿Por qué no le dijiste que ya estabas de camino a casa?
—Aún es temprano, si le digo aquello va a preguntar porque fuí y regrese tan rápido.
—Por el clima —dice asumiendo que esa es la respuesta. Vuelve a cerrar los ojos y apoya la cabeza sobre el respaldar de su asiento —Me parece exagerado, eres una mujer adulta, no tienes que dar ese tipo de explicaciones.
—Mamá solo se preocupa.
—¿Y que harás cuando tengas novio y pases la noche con él? —abre uno de sus ojos, curioso por su respuesta.
—Eso no va a pasar pronto —dice mirando por la ventana.
—¿Por qué?
—No es el momento.
—No se puede escoger el momento, solo sucede.
—Tal vez, pero no va a ocurrir pronto.
Lo que decía no tenía sentido.
—¿Eres vidente o algo así para afirmarlo tan segura?
—No, pero tengo mucho que hacer antes de pensar siquiera en eso.
—¿Puedo preguntar como que?
—Necesito ahorrar para la universidad.
Entonces recuerda que Cassie es una mujer joven; por supuesto, deseaba estudiar.
—¿Y que quieres estudiar? —la verdad no le importaba, pero parecía amable preguntar.
—No lo he decidido aún, no soy buena en matemáticas, las letras tampoco se me dan muy bien, y necesito alguna actividad extracurricular.
La mirada de Cassie cambia a la ventanilla frontal. Parecía estar contando lo mucho que le faltaba para iniciar lo difícil de una vida universitaria.
—A veces me siento demasiado cómoda con la vida que llevo —parecía un pensamiento sincero.
—¿Y eso es malo?
—No es lo que papá deseaba para mí, y siento que tengo eso como obligación.
—Pero .. tu vida y la de tu padre son cosas distintas ..
—Papá murió —guarda silencio un segundo —no tenía muchos sueños o aspiraciones, solo quería que sus hijos estudiaran y tuvieran un futuro mejor.
—Lo siento, ¿De qué murió?
—Fue un accidente.
A veces olvidaba que Cassie no tenía una vida cómoda como la suya, debía ser muy duro.
Sintiéndose culpable, decide compartir uno de sus conflictos.
—Yo tampoco era bueno en la escuela, tal vez es por eso que no estoy ansioso de continuar estudiando, toda esta situación es muy complicada — toca su frente.
—¿Se siente demasiado mal?
—No —toca sus ojos porque los siente cálidos —Estudiar es difícil.
—Si —responde Cassie —Pero no tenemos opción.
Un sentimiento cálido lo embarga, casi siente que es su amiga; o tal vez es solo la fiebre haciendo de las suyas.
—¿No tiene alguna pastilla? —Cassie se levanta ligeramente como si fuera a buscar en el asiento de atrás.
—No traje nada de eso.
Ve su figura estirarse y escucha como revuelve algunas cosas.
—Tome uno, se sentirá mejor —su brazo extiende un paquete de pastillas.
—Gracias ... —también le pasa una botella de agua —traga la pastilla deseando mejorar —¿Cómo sabías que iba a enfermar?
—Las traje para mí, estamos cerca del invierno y parece ....descuidado dormir en el exterior.
—Es verdad, me pregunto porque decidieron hacer este viaje ...
—Supongo que fue el estrés.
—¿Estrés?
—Del trabajo ... —responde mirando la ventana.
—¿Cómo sabes eso?
—Trajeron bebidas, la gente suele hacer una fogata y comer malvaviscos en un campamento ..
—¿En cuántos campamentos has estado?
Cassie da una mirada nerviosa.
—¿Por qué pregunta eso?
Ryan da una sonrisa ladina.
—Por que un campamento no tiene reglas específicas, es solo para divertirse..
—En ese caso ... —se aclara la garganta un poco avergonzada —Fue para divertirse