Mi Pequeña Flor

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POV Alida


¿Por qué es tan difícil conseguir un empleo? He recorrido todos los lugares y no quieren a nadie sin experiencia, ¿cómo podría tenerla sino me dan la oportunidad?, hace un año que dependo de mi mejor amiga y no quiero seguir molestándola, dentro de unos días se va a casar y debe vender su departamento para completar para una casa, pero insiste en que no me preocupe y es lo que más hago. Después del accidente que tuve le debo más que mi vida.


-Ali, te dije que no te preocuparas, Ricardo lo entiende y dice que esperemos más tiempo para comprar la casa.

-Nati, no es justo, ustedes me han ayudado demasiado después de lo ocurrido— suspiro— me siento inútil, ya estoy recuperada así que debo de buscar empleo.

-Está bien, como quieras, no te insisto más-- sale de la habitación dando un portazo.


Adoro a mi amiga y sé que se preocupa por mí, pero no puedo depender de ella todo el tiempo, me duele que mi familia no este conmigo en este momento apoyándome, los extraño mucho. Tocan la puerta y me levanto a abrir.


-Hola Ali— dice avergonzado— disculpa que te moleste, un amigo me dijo que estaban buscando a una niñera o cuidadora de una persona enferma, le ofrecen hospedaje y la paga es muy buena, si quieres ir a la entrevista te puedo dar la dirección.

-Ricardo, gracias, te estas metiendo en problemas, si Natalia te escucha te arrancara todos los pelos de tu cabeza— nos reímos.

-Me estoy arriesgando porque no pude evitar escucharte, te juro que no tenemos prisa, te puedes quedar aquí el tiempo que quieras-- niego con la cabeza.

-Me han ayudado demasiado desde el accidente, no quiero seguir siendo una molestia.

-No lo eres, no olvides que cuentas con nosotros, somos amigos desde hace años, ¿entonces, vas a ir?

-Iré, dame la dirección, creo que será fácil cuidar a un bebe— asiente y me da un papel con la dirección, se despide y yo me arrodillo para rogarle a Dios para obtener el trabajo.


Al día siguiente.


Me levanto con buen presentimiento, tengo la seguridad de que me vendrá bien, salgo de la habitación preparada con mis papeles en regla, mis amigos están desayunando y me hacen seña para que me siente con ellos.


-Buenos días— los saludo.

-Buenos días Ali— saluda Ricardo.

-La pequeña Flor se ve radiante hoy-- dice Natalia y yo le sonrío.

-Tengo buenas vibras, presiento que hoy será mi día de encontrar empleo-- hace una mueca y le da un sorbo a su café.

-Te deseo suerte.

-¿La apoyas en que debe buscar empleo?, apenas se ha recuperado del todo— dice molesta.

-Cariño, ella es consciente de que no debe buscar un trabajo forzado, dejémosla que se entretenga, se debe sentir sola-- me defiende convenciéndola.

-Está bien, te deseo suerte Ali— se levanta y me da un fuerte abrazo que me suenan los huesos relajándome por completa.

-Gracias, también por la terapia— nos reímos y terminamos de desayunar.


Salgo del edificio y voy a la parada del bus, cuando llega el indicado, subo y espero a que me deje en la parada cercana a la dirección que me dio Ricardo. El autobús se detiene en una Urbanización muy bonita, camino buscando la casa, todas son enormes y elegantes, llego a la dirección y toco el intercomunicador.


-Buen día, ¿que desea?— dice una voz femenina.

-Buenos días, vengo para una entrevista— espero unos segundos y la reja se abre.

-Pase por favor, le estaré esperando en la puerta.


Entro con cautela y veo el enorme jardín, árboles frutales y un pequeño estanque, es hermoso; llego a la puerta y antes de tocar esta se abre mostrándome a una señora no muy mayor, bien vestida.


-Adelante, veré primero sus documentos y luego será entrevistada por los señores Russo— asiento y la sigo por un pasillo.


Llegamos a una sala de estar muy elegante y me señala uno de los sillones, me siento y le entrego mis papeles, los revisa y me realiza preguntas, las cuales respondo con sinceridad, en unas frunce el ceño y en otras sonríe.


-Bien, Mi nombre es Rosa y soy la ama de llaves, contrato el personal de servicio, pero como esta vez se trata de algo personal de los señores, tienes que esperar que te den el visto bueno, para mi eres la indicada, espera que le avise a los señores para que bajen— asiento y ella se levanta por el mismo pasillo en que entramos.




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