SALVANDO A MI AMADA
HUMBERTO VERA:
Cuando me llamo Hernán y me contó que tenían a Fausto justo, estaba saliendo de la clínica, me encuentro cerca del club que tiene Joselo, sé que es una fachada para incautar personas adineradas, en la parte trasera se esconde un casino, ese es el negocio principal de Joselo, las apuestas, drogas y armas, nos conocemos desde hace años, no somos amigos solo conocidos por asares del destino, estaba en los primeros años de la carrera de medicina, un día cuando salía de la Universidad, lo encontré herido de bala en un callejón lo vi todo ensangrentado, quise pasar de largo y no involúcrame, pero mi conciencia no me dejo, lo levante como pude, lo subí a mi auto que lo había dejado lejos de la Universidad porque en esa época me fastidiaban algunas chicas, las típicas cazadoras de esposo y yo no estaba buscando a nadie, me perseguían como moscas a la miel, a mí no era al único, también a Hernán y José Luis, éramos para ellas un esposo trofeo, pero nosotros sabíamos que querían y las ignorábamos, pero a veces tomábamos otras medidas, bueno sobre todo porque yo estaba prendado de Lorena la prima de José Luis a quien voy a engañar, éramos grandes amigos, yo nunca le confesé mis sentimientos, y ella se casó con esa escoria, pero yo igual la salvo de esos mafiosos como de lugar, entro al club he venido algunas veces a tomar un trago con algunos colegas pero no apostar, me ha costado conseguir lo que tengo para perderlo por estúpido, saludo al guardia y le digo que quiero hablar con el sr. Joselo Zambrano, de parte del doctor Humberto Vera que es urgente, me mira con cara de pocos amigos, lógico se sorprende que sepa el nombre del dueño porque nadie sabe quién es, por ese mismo motivo el club es tan famoso, si los clientes lo supieran saldrían corriendo, yo mismo estoy nervioso, y eso que él es conocido mío, mi mente se pierde en los recuerdos, cuando lo lleve a una habitación de un hotelito sencillo para que nadie nos descubriera, en ese lugar cure sus heridas, le llevaba comida y revisaba que sus heridas cicatrizaran bien, a los tres días Joselo estaba como nuevo, me dio las gracias y el numero de su teléfono privado, una tarjeta de presentación, en caso de necesitar su ayuda, también me presento algunos de sus hombres de confianza les dijo que si me veían en peligro me cuidaran, pero eso fue hace años, espero me recuerde se me perdió lo que me dio, así que si no se acuerda de mi estoy frito, miro a alguien que viene con el guardia y es uno de sus hombres de confianza, me mira y luego con la cabeza me hace señas que lo siga, camino en dirección suya y me da su mano para saludarme cordialmente <Kender> buenas noches doctorcito a los años, que lo trae por aquí y sobre todo buscando al jefe, <Humberto> traigo información de alguien que él busca, y además quiero pedirle un favor, él sonríe <Kender> pues pase usted siempre es bien venido, mi jefe le debe la vida, <Humberto> paso y veo a Joselo sentado detrás de su escritorio recostado en su sillón, esperando mi llegada, lo saludo y él se pone de pie y me da un abrazo lo cual yo también comparto con el < Joselo> a los años que nos vemos doctor que le trae a mi humilde morada, para que soy bueno y a quien hay que matar <Humberto> vengo a traerle información de alguien que ustedes están buscando y pedirles un favor <Joselo> dígame lo escucho <Humberto> sé dónde se encuentra Fausto Quiroz, el estafo a un amigo mío, lo tiene en una hacienda a cuatro horas de aquí, él se lo entrega a cambio de un favor de su parte <Joselo> que favor quiere y si puedo se lo concedo, pero a mí no me gustan las amenazas <Humberto> como dije es un favor, no una amenaza, la prima de mi amigo está casada con Fausto, él quiere que ella salga limpia de este asunto, ella no tiene nada que ver en los asuntos de Fausto, es una mujer decente que fue engañada por ese infeliz, se lo entregamos, pero a ella no queremos que le pase nada es una colega mía <Joselo> usted sabe cómo son las cosas, al casarse con él, ella también está involucrada dígame la verdad que es ella para usted, lo poco que lo conozco, me demuestra que no es una persona de pedir favores, y mucho menos de rogar por otros, <Humberto> está bien es la mujer que amo, y no quero que le pase nada, por favor no se rogar pero por ella soy capaz hasta de arrodillarme, usted ha amado a alguien, sabe cómo me siento solo de pensar que le podría pasar algo malo, aunque no esté conmigo la quiero feliz, <Joselo> claro que se lo que es amar si alguien le hace daño a mi esposa e hijos lo descuartizo vivo, dile a tu amigo que no hay problema, iremos a recoger a Fausto y su prima está libre, por el favor que me hiciste años atrás , no te preocupes menos ahora que se lo que significa para ti, te debo mi vida así que esto es un pequeño favor que te hago, además ya había averiguado sobre Fausto y su esposa, parece que solo tenían un acuerdo de un matrimonio por papeles, ella quería escapar del yugo de sus padres, porque quería especializarse y ellos no querían que viajara al extranjero sola, y eso la orillo a casarse, el la manipulo con que él la ayudaría sin ningún interés solo por amor, y si ella no lo llegaba a amar, se divorciarían en 2 años, ella solo era una persona descartable para él, la necesitaba para esconderse, pero ya estábamos cerca de encontrarlo, a ella no le haríamos daño, era alguien que él no le importaba, primero pensó en la herencia de los abuelos de ella, y después en la de los padres, no sabemos que más pensaría esa cabeza ambiciosa, eso fue lo que averiguamos con conocidos de él, a los que preguntamos; la gente habla de nosotros los mafiosos como seres malvados, pero en este mundo tenemos que ser así, pero no utilizamos a las personas, y hacemos daño porque si, solo a quienes nos traicionan y nos roban los perseguimos, puedes quedarte tranquilo vamos a recoger a nuestro amigo, estoy ansioso por encontrarme con él, <Humberto> claro voy a llamar para que lo tengan listo, marco a en número que me dieron del primo de Lorena, le digo hola José Luis como estas, quiero saber si el paquete está listo para ir a recogerlo con unos amigos, ellos están de acuerdo con la transacción y quieren ya su paquete, ellos mismo lo quieren recoger <José Luis> ya te lo envió, se pueden encontrar a mitad del camino en un restaurant que se llama luz de luna, mis hombres van en el auto de Fausto para no levantar sospechas, <Humberto> yo te llevo a tus hombres, voy para la hacienda quiero ver a Lorena espérame con el desayuno, < José Luis> claro que sí, la nana cocina riquísimo, además aprovecha la oportunidad de hablar con Lorena, a mí no me engañas que hiciste todo esto por amor a la patria, sé que ella te mueve el piso, jiji a ver niégamelo mejor te espero acá y hablamos con calma chao, <Humberto> bueno chao, miro a Joselo y le cuento el plan y después salimos del club, rumbo al lugar de entrega, yo voy en mi vehículo que es un auto negro muy espacioso y rápido como me gusta, ellos se van en dos camionetas negras doble cabina idénticas solo cambian las placas, los miro y me responde <Joselo> por si nos siguen no sepan en cual voy todas son idénticas, siempre usamos señuelos, en el camino recibo una llamada de José Luis avisándome que sus hombres están cerca del lugar de entrega, que no pasemos por el restaurant sino que nos quedemos antes, en un lugar solitario que se encuentra 15 minutos antes de llegar al restaurant, le digo que está bien, es lo mejor que nadie nos vea, después cierro la llamada y le aviso a Joselo, él está de acuerdo, llegamos al lugar ellos entran en una pequeña guardarraya y se esconden ahí, yo estaciono mi vehículo, abro el capo como que se hubiera averiado, justo cuando estaba terminando de abrir el capo aparece un vehículo me hace señas con las luces, yo levanto mis manos diciéndole que soy yo, ellos me miran un momento y uno de ellos el copiloto me pregunta usted necesita ayuda, le digo soy Humberto Vera, estoy esperando un paquete que me manda José Luis, él sonríe < Luciano> en el porta maletas esta su paquete bien amordazado y amarrado, <Humberto> llamo a Joselo para que salgan, escucho los motores encenderse, se parquean al lado del vehículo de Fausto uno adelante y otro en la parte de atrás tapando la visión, por si alguien pasa no vean nada y sacan a Fausto que esta inconsciente todavía, lo cogen como muñeco, lo embarcan en una de las camionetas, cuando van saliendo me dicen hasta pronto doctor le debemos una más, gracias por las molestias y cuídese, y conquiste a esa hembra, escucho sus carcajadas a lo lejos, muevo mi cabeza en señal de negación, sonrió por lo bajo y pienso tienen razón, voy a conquistarla, más ahora que sé que solo era un matrimonio por papel, si ella será mi esposa y la madre de mis hijos, les digo hombres aquí presentes, vamos que me invitaron a un desayuno y no quiero llegar tarde además tengo hambre, no sé ustedes pero mi tripa gorda ya se comió a la flaca <Guido> yo también tengo hambre pero usted tiene suerte, probara la comida de la nana nosotros solo iremos a nuestros hogares, nadie cocina como la nana, cuando hacemos guardia siempre nos da la merienda, y siempre esta deliciosa siempre nos repite es una mujer muy dulce, pero no se engañe es de armas tomar cuando esta enojada, <Humberto> si es así yo los llevo conmigo, y le digo que tengo dos invitados más, ustedes también se sacrificaron, y merecen un premio al menos de mi parte por su ayuda,< Luciano> no le haga caso doctor no se preocupe por nosotros lo hicimos por nuestro jefe, y la señorita Lorena ella se ve buena persona y no merece un esposo como esa rata, <Humberto> igual esperen un momento y marco a José Luis, timbra y contesta oye amigo prepara dos puestos más tengo invitados <José Luis> no me digas que tus amigos quieren venir a mi hacienda <Humberto> no ellos se fueron feliz con su paquete me refiero a tus hombres, ellos han hecho un gran trabajo y quiero recompensarlos <José Luis> ya había pensado en ellos también no te preocupes, la nana está haciendo comida como para un ejército está feliz, le gustan las visitas además puso a Lorena a cocinar con ella, es una cosa seria y nadie la desobedece, imagínatela amigo, tranquilo vengan con calma sin llamar la atención, igual Lorena antes que yo fuera recogerla, había llamado al comisario pero por suerte mis hombres ya se habían ido, y no pasa nada todo está tranquilo, no se preocupen <Humberto> ok nos vemos haya, estamos como a media hora dice uno de tus hombres, cuelgo escucharon tenemos desayuno, la nana está feliz y todos sonreímos.